Stradivarius 🎵 Kookmin/KookV

Lost again

Jungkook despertó cuando su cabeza comenzó a chocar contra el sucio cristal; su cuello dolía tanto que parecía que en cualquier momento este iba a despegarse de su cuerpo e inconscientemente comenzó a babear mientras dormía.

El olor a cigarrillos era insoportable y alguien le estaba golpeando el hombro.

-¡Chico, eh, chico!- gritaba el hombre con la voz ronca.

Jungkook se incorporó rascándose los ojos y mirando a su alrededor; había sido un viaje largo y él se había quedado dormido. Un hombre barbudo y desaliñado lo miraba con lástima mientras masticaba un trozo de paja que adornaba su boca; se rascaba la frente con las uñas llenas de barro.

Se encontraba en un camión repleto de ovejas; estas balaban descontroladas en la parte de atrás y lo cierto es que la situación era cómica. El hombre era un granjero de unas cuantas ciudades más allá el cual tuvieron la suerte de encontrar en aquella abandonada carretera.

Lo que no era nada cómico era que aquella furgoneta tenía tres plazas y tan solo dos de ellas estaban ocupadas por un trasero que pudiera calentarlas.

-¡Jimin!- dijo mirando el asiento vacío-. ¿Dónde está el chico?

El hombre abrió la ventana para escupir, al parecer el escupitajo cayó en la cabeza de alguna señora transitando la carretera de Busán, porque Jungkook oyó un agudo grito y un segundo después una manzana había aterrizado en la cabeza del hombre.

-¡Maldita sea!- gritó antes de dirigirse a Jungkook masajeándose la cabeza- El chico se bajó hará un buen rato ya. Me dijo que no te despertara.

El castaño miró hacia abajo, preocupado.

-¿Y no le dijo donde ha ido?- preguntó ido.

No podría ser, no podría estar ocurriendo de nuevo.

-Pero, ¡chico!- dijo el hombre sacudiendo la cabeza- ¿Por qué iba a decirme a mi donde fue? Si ni siquiera te lo dijo a ti. ¿Qué voy a saber yo? ¡El viejo Lu Yin no sabe nada, nada de nada!

Jungkook se tapó los ojos con la mano, cansado.

-¿Cuánto tiempo hemos viajado?

-Han sido...- el hombre comenzó a contar- Cuatro horas en total.

-¡¿Cuatro horas?!

Él asintió, haciendo que su barba se moviera cómicamente y sus ojos se arrugaran aún más.

-Eso he dicho- dijo- Tendría que ser yo el sorprendido de haber encontrado a dos jovencitos en una carretera abandonada, tan lejos de la ciudad.

-Gracias por tomarse la molestia.

Se dispuso a salir del coche.

-El chico me dio tu dirección- dijo el hombre sonriendo ladino- Se quería asegurar de que llegaras sano y salvo a casa.

Jungkook asintió.

Tan solo quería salir de allí y echarse a correr hacia su casa.

Y aquello mismo hizo.

Corrió por la carretera sin mirar a los lados, ignorando los cientos de coches que pasaban por su calle. Jimin se había marchado de nuevo.

En aquel momento lo odiaba, odiaba a todo el mundo.

Tenía los músculos cansados por todo el transcurso del día; habían pasado demasiadas cosas. Tantas cosas... tan horribles y confusas, tan ilusas como tirar un coche en marcha al mar y arriesgarse a ahogarse y ahogar a Jimin. Cosas como que toda esperanza que tenía en que Taehyung viviera y cosas como desahogarse con el cuerpo de Jimin para liberar su rabia contenida.