Fire

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-No- Seulgi estaba muy indignada con Jackson- seguiré diciendo que no puedes hacer nada para arreglarlo.

El chico hizo un puchero.

-Pero están más ricas así, te lo aseguro.

Los seis jóvenes rodeaban la hoguera improvisada sentados sobre la arena. El río Nakdong resplandecía más que nunca aquella noche, debido a el fuego que todos los espectadores del fenómeno que tomaría lugar en breve tiempo habían prendido alrededor de ellos.

Abundaban las risas, los jóvenes bailando entre sí alocadamente debido a la seguramente ingestión de una cantidad indebida de alcohol, ya que aquella noche era una excusa de fiesta en la práctica mayoría tanto de jóvenes como adultos de la ciudad.

Eran los primeros días de la primavera, y se notaba entre la gente las mejillas rojas por la satisfacción y la alegría que producían los cerezos en flor y el buen tiempo entre sus vidas.

Estaban serenos, despreocupados, algunos mirando distraídos el reflejo de si mismos en los brillantes ojos de su pareja, otros pensaban en lo afortunados que eran al estar rodeados de la gente que apreciaban en aquella bonita noche de primavera.

Algunos no podían dejar de mirar al cielo, ansiosos por ver pasar la primera estrella y comenzar una batalla amistosa con sus colegas para ver quién era capaz de contar más, aunque abundarían las mentiras.

Incluso la ciudad de Busan parecía haber hecho un pacto con la noche y redujeron las luces de sus hogares para que esta pudiera brillar con más intensidad.

Sin embargo, entre el gran mar de gente, específicamente dos muchachos muy diferentes y cómicos de ver pelear sin realmente quererlo, no podían permanecer quietos en su sitio mientras se retorcían nerviosos buscando con la mirada a alguien que no llegaba.

-Embustero, embustero, embustero- insultaba Baekhyun a Jungkook, estresado, y por cada vez que decía la palabra propinaba una patada a la espinilla del chico.

-Auch, ¡Que no mentía, Baek!- gritó Jungkook tomando un respiro- Tan solo espera un rato, ¡histérico!

Pero a pesar de querer ocultarlo Jungkook se encontraba en la misma situación de histeria, tenía unas inmensas ganas de ir repartiendo patadas en la espinilla a la gente él también, pero sabía que sus actos tendrían repercusiones, aquel diablillo tenía una inmensa suerte de no ser más que un niño.

Mientras tanto, Hoseok preparaba eficiente nubecitas de azúcar para Taehyung, al que se le caía la baba esperando mientras su mayor las tostaba en la hoguera.

A Jackson no se le había dado tan bien como a Hoseok, sin embargo, había achicharrado todas las nubecitas para Seulgi que habían pasado por sus manos.

-¡No puedo creerlo, Jackson!- se quejaba- Ni siquiera eres capaz de tostar unas nubecitas, ¡¿Cómo vas a ser capaz de conseguir un trabajo?! ¿Quién pagará el alquiler, eh? Dime, dime. Porque yo no puedo hacerlo sola.

Todos contemplaban su discusión divertidos.

Jackson había conseguido un empleo hacía unos días en un extraño grupo Scout salido de un barrio muy cristiano y religioso, que más que eso parecía una secta corista.

-Pero si ya tengo un trabajo...

-¡No, Jackson, no!- replicó ella- Ir cantando por las puertas de la gente canciones de Navidad no es un trabajo de verdad. Navidad... ¡Estamos en marzo! ¿Es que no te parece ridículo?

El chico desvió la mirada.

-No te enfades por eso, amo...- paró en seco y carraspeó para rectificar después sus palabras- Seulgi. No son más que unas nubecitas quemadas.

Stradivarius 🎵 Kookmin/KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora