Stradivarius 🎵 Kookmin/KookV

Should I Stay or Should I go? [FIN]

(flashback)

El muchacho de ojos soñadores que Jungkook había sido alguna vez observaba con incertidumbre y recelo a aquel extraño niño de sonrisa cuadrada que aleteaba los pies sentado a horcajadas sobre una elevada rama del árbol.

-Oye, ¿Cómo es que llegaste ahí?- preguntó- ¿A caso eres un mono araña?

Jungkook había tenido que perseguir a aquel rebelde niño que se escapó del hospital a pesar de que él mismo no estuviera en las mejores condiciones, tenía las piernas muy magulladas por un partido de fútbol que no había ido nada bien.

-¡No!- exclamó- Yo soy mejor que eso, tengo mi propio superpoder, ¿lo sabías?

-¿Cómo iba a saberlo si te acabo de conocer?- Jungkook estaba exasperado, se revolvió el pelo- Baja y te doy este caramelo, y si quieres, te dejo que me cuentes tus batallas.

Taehyung sacudió la cabeza, parecía tan pequeñito en aquella bata que cualquiera le hubiera clasificado como un muñeco de delicada porcelana china, más con su carita de bebé, si alguien hundiera el dedo en sus sonrojadas mejillas pensaría que tocaba una gominola.

-¡Primero me escucharás!

Jungkook que, teniendo solo dos años más se sentía extremadamente maduro a su lado, se cruzó de brazos para escucharle.

-Vale, pues habla.

-Pues yo no le tengo miedo a nada- Taehyung se aportó a sí mismo cierto aire de importancia.

-¿Nada de nada?- Jungkook alzó una ceja.

-¡Nada!

-Vaya... ¡qué valiente!- exclamó- ¿Y si hago esto?

Se las arregló para zarandear con mediana fuerza sus entonces minúsculos bracitos la rama en la que Taehyung estaba sentado, pero sólo consiguió que el niño soltara una alegre risa, se divertía increíblemente, al parecer.

-¡Ni un poquito!

-Mmmmh- Jungkook observó a su alrededor. Ya que era verano y se encontraban muy próximos a un bosque, las chicharras, los grillos y demás insectos abundaban por todos los lugares que uno pudiera imaginar, hasta el punto de ser desagradable.

Pero Jungkook aunque sin duda tenía muchos miedos, no era para nada escrupuloso, de modo que fue lo suficientemente hábil como para llegar a una pared donde pegaba con fuerza el Sol y atrapar a una pequeña lagartija que estuvo a punto de escurrírsele.

-¿Y si hago esto?- le puso el pequeño réptil cerca de la cara a Taehyung, alargando mucho su brazo y colocándose de puntillas.

Esperó un grito o un estremecimiento, pero nada de eso, el niño cogió a la lagartija entre sus manitas y se acercó mas a ella para inspeccionarla, ilusionado.

-¡Genial!- exclamó- Ahora tengo una mascota nueva, gracias a ti. ¿Cómo la llamo?

-¿Cómo te llamas tú?

-¡Taehyung!- contestó- ¡Kim Taehyung! a su servicio.

-¿Tu padre te pone mucho el canal del ejército?- preguntó Jungkook, ya que su propio padre solía hacerlo.

-Para nada, mi brigada...- contestó el niño- Es que los militares pueden con todo, ¿no? Ellos no le tienen miedo a nada, ni a las bombas, ni los disparos...

-No creo que eso sea verdad- replicó Jungkook algo triste.

-¿Por qué?- Taehyung hizo un puchero.