Capítulo 2

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-¿Com-compartiré mi habitación?—Dijo Jimin luego de una pausa de diez minuto en total silencio entre el sacerdote, Jimin y la "figura demoniaca", como lo había apodado en su mente.

-Eso dije antes de que entraras en trance. No seas maleducado Jimin y ayúdalo con sus cosas—Determinó el padre Vicente antes de desaparecer por el largo pasillo.

Jeon Jungkook como la había introducido el padre vestía de la misma forma que el asesino que describía su compañero de seminario durante el desayuno, su altanería dominaba su esencia por completo y pareciera como si una enorme placa de metal lo separara del mundo, como si hubiese encerrado por completo las características que clasificaban a cualquier mortal como un humano. Jimin notó que no tenía interés si quiera en dirigirle la mirada, menos en hablarle, simplemente inspeccionó su alrededor rápidamente con los ojos deteniéndose en las lejanas rejas negras de rasgos góticos que indicaban la entrada al seminario, en su caso la salida o el escape.

Con temor Jimin se dio un sutil giro para inspirar aire e intentar esbozar su mejor sonrisa, que más bien se catalogaba como una incómoda mueca que tiraba de manera exagerada la comisura de su labio hacia el lado derecho de su rostro, sin embargo cuando se volteó dispuesto a demostrar su mejor esfuerzo para ayudar al prójimo el desconocido no estaba.

Dio vueltas en su lugar para verificar que la entidad oscura siguiera en el perímetro que sus ojos le permitían contemplar, mas no hallaba nada. Resignado y asustado caminó hasta su dormitorio intentando convencerse que todo lo sucedido había sido producto de su imaginación, aun si sabía que lo ocurrido era cierto, el temor le calaba hasta los huesos. Soltó un suspiro de alivio cuando entró y encontró su cuarto tal y como lo había dejado, sin intrusos ni seres oscuros, se dio valor y se dijo unas cinco veces de que todo estaba bien, no asistiría a la oración, ya que llevaba más de cuarenta minutos de atraso, por lo que el regaño sería inevitable tanto si asistía como si no asistía, decidió que lo más pertinente en esa situación era quedarse para ordenar sus pensamientos y descansar su revoltosa psiquis.

-Mi primer encuentro con el mal—Pensó Jimin una vez se recostó en la comodidad de su cama, acurrucado en posición fetal tomó la pequeña figura de Jesús en la cruz, le habían enseñado que aquel ser sagrado murió para salvarlos y librarlos a todos del mal, pero Jimin no pudo evitar cuestionarse "Si los salvó a todos del mal, por qué el mundo significaba tanto daño ¿Acaso su sacrificio fue en vano?"

Tan pronto como esas nociones invadieron su mente se disculpó diez veces con Dios y le prometió no dudar más sobre los acontecimientos históricos marcados en la biblia, cuestionar a Jesús era un pecado y no debía ser malagradecido con la vida pensó en silencio mientras se hacía un pequeño ovillo en la cama, cada vez que pensaba en proyectar sus ilusiones sobre la vida en algo más allá de lo que ofrecía el establecimiento una enorme culpa lo invadía, sentía que no debía desprenderse del lugar seguro al que estaba acostumbrado ni despreciar a las personas que cuidaron de él, la única forma de pagar su enorme deuda con la vida era servir al señor como explicaban muchas veces los sacerdotes, sin embargo ¿No es la vida la que tenía una deuda con él? Pues él nunca pidió nacer. Entre ideas confusas Jimin se quedó dormido profundamente, sin lograr descanso alguno debido a la presencia constante de unos profundos y oscuros ojos negros que lo acechaban en sueños, se vio a sí mismo en las puertas del seminario en donde lo esperaba de espaldas esa figura imponente que tanto lo atemorizó horas antes, en sus sueños estaba descalzo y a paso lento se acercó pero no pudo mirar su rostro, ya que un frío líquido lo despertó nuevamente de manera abrupta.

Exaltado y con taquicardia, Jimin parpadeo rápidamente para despejarse, el grito que contenía su garganta se esfumo en cuanto vio frente a su cama al sacerdote Vicente dedicándole una mirada de prejuicio y enojo.

Sinful (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora