Capítulo 9

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-Es la primera vez que me besas con ternura—Dijo Jimin tímidamente mientras observaba como Jungkook tomaba su rostro por el mentón de forma leve para inclinar su cabeza y poder pasar la gaza con alcohol de manera efectiva.

Las heridas le ardían al principio al contacto con la curación, sin embargo el más alto lo trato con dedicación y amabilidad, se veía tan concentrado y de cierta forma los rasgos duros que permanecían constantemente en su rostro se relajaron para dar paso a una cara de bebé que hipnotizó completamente al pequeño en una faceta desconocida de la "figura demoniaca".

Ante el comentario del rubio, Jungkook levantó un segundo la vista para cruzarla con los bonitos e inocentes ojos que lo inspeccionaban atentos, sabía que en la expresión de Jimin había cariño pero no podía involucrarse más allá, por el bien del menor.

-¿Por qué siempre te pasan estas cosas?—Preguntó Jeon apretando con su dedo índice la punta de la nariz del pequeño, quien solo sonrió apenado por su torpeza.

-¿Es un don? Creo...— Murmuró riendo levemente y encogiéndose en su lugar ante la dura mirada de Jungkook. Era increíble que la bipolaridad surtiera efecto no solo en su personalidad, sino en sus expresiones faciales también.

-Ahora si pareces de 12.

Jungkook levantó una ceja incrédulo ante la postura inocente de Jimin, sabía que el pequeño seminarista tenía un lado oculto que prometía una gran revelación pero no estaba seguro de querer ser el causante de los problemas existenciales del pequeño. La mitad de su cerebro le decía que lo dejara en paz, mientras que la otra mitad lo impulsaba a pegarse a Jimin y arrastrarlo con él a vivir la vida.

-Perdón. Sé que no está bien espiar—Se notaba a leguas que Jimin estaba avergonzado y Jungkook era quien estaba más consciente de ello, ya sabía que el pequeño tendía a jugar con sus pulgares juntos mientras se mordía el labio y desviaba la mirada hacia el piso.

-No hagas eso con tu labio.

-¿Qué cosa?—Preguntó confundido mordiendo sus belfos aún más hasta que el azabache se inclinó sobre su rostro y los atrapó con sus delgados labios en una caricia leve y llena de sentimientos.

-Eres un maleducado niñato ¿No te enseñaron modales?—Dijo Jungkook apartándose del pequeño con una postura que pretendía ser fría en un pequeño juego en el que claramente y debido a su inocencia, Jimin cayó.

-¡Claro que me enseñaron modales y etiqueta!—Respondió indignado Jimin mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho en una clara señal de enfado.

-Pues no lo parece, disimula un poco que te sacaron de la calle Jimin—Las palabras que pretendían ser graciosas dejaron una leve tensión en el ambiente al no recibir respuesta alguna del pequeño—¿Jimin?—Insistió Jungkook quien se extrañó por el silencio.

Cuando se dio la vuelta para saber el motivo de la inesperada reacción, encontró a Jimin balanceando sus pies que colgaban ligeramente de la cama con una expresión de preocupación en su rostro mientras se tocaba el flequillo de manera un tanto desesperada, como si estuviese pensando un asunto realmente importante y no supiera como decirlo.

-Era broma, no exageres.

-Es que yo... no sé si...es que—Jimin se enredaba cada vez más con sus palabras, miraba a Jungkook y luego fruncía el ceño, cerraba la boca y la volvía a abrir para emitir un conjunto de fonemas sin coherencia alguna.

-Si te pones sensible y estúpido me voy, no estoy de humor para pendejadas—Las palabras crueles del más alto no ayudaban al pequeño a infundirle la confianza suficiente para poder decirle aquello de lo que hace tiempo no tomaba consciencia, el hecho de provenir "de la calle" como se había mofado minutos antes Jeon.

Sinful (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora