Capítulo 8

16.6K 2.4K 838
                                    

Jimin se levantó de su puesto con dificultad e intento abrirse paso entre sus compañeros que comentaban escandalizados el hecho de que Jeon apareciera como alumno regular sin culpa ni vergüenza alguna en la institución religiosa, a pesar de que lo siguió con la mirada mientras tropezaba constantemente con las personas y los objetos a su alrededor, no logró ver por dónde se había ido y menos hacia dónde iba.

Desilusionado, se recargó en la pared más cercana con un pesado suspiro ¿Por qué Jungkook desaparecía y escapaba constantemente de todo? ¿Qué tanto escondía? Decidido, el pequeño optó por buscar por el seminario a Jeon e intentar descubrir aunque sea un poco de lo mucho que ocultaba. Comenzó por los dormitorios sin resultados, siguió con el casino, caminó por los jardines y en su recorrido llegó hasta el alma mater del seminario, la casa principal unida a una de las tres grandes iglesias dentro del seminario, donde habitaban específicamente los sacerdotes de alto rango que eran las autoridades dentro de la institución como el padre Vicente.

Jimin sabía que no podía estar allí y tampoco tenía una excusa si lo encontraban husmeando en el territorio ajeno, pues la casa - de la misma arquitectura gótica que el establecimiento - estaba demasiado alejada de los lugares que frecuentaban los alumnos que bien sabían no debían acceder por sí mismo a la casa central a excepción de tener la autorización justificada de uno de los sacerdotes por un asunto puntual y con un periodo limitado, generalmente a un alumno no se le dejaba permanecer más de dos horas ahí.

El pequeño no entendía la insistencia de los sacerdotes por marginar a los alumnos a un determinado lugar de aquel amplio seminario, es decir ellos también estaban preparándose para ser sacerdotes sabios en un futuro ¿Por qué hacían tantas distinciones? y de pronto comprendió que esa segregación no era solo del seminario, sino de todo lo que implicaba la iglesia y la extensa jerarquía que la regía, ¿Por qué a algunos alumnos que provenían de familias adineradas los trataban con mayor estima, mientras que personas como él que no tenían familia o que provenían de una realidad vulnerable se les miraba con desdén? También la constante diferenciación entre los rangos de los sacerdotes y la estrecha relación con la política que Jimin había leído desde la época medieval. A veces no estaba seguro de cuan correcta estaba la sociedad al involucrar a la iglesia en asuntos de orden y política.

-¡Basta Jimin!—Se dijo a sí mismo el pequeño a modo de regaño por sus pensamientos juiciosos mientras se golpeaba fuertemente las mejillas con sus rechonchas manitos y con una última bocanada de aire, se adentró en los jardines de la casa central.

Miró hacia todas partes antes de dar un paso y repitió el proceso para dar el otro paso y poder avanzar, decidió que lo más sensato era apoyarse en las columnas de mármol que adornaban la terraza gótica y antigua, su tamaño era fácilmente de camuflar y lo hacía sentir orgulloso el poder escabullirse por todas partes, por primera vez le veía la utilidad a su altura petit.

Sinceramente el lugar era por poco sepulcral y aterrador, su arquitectura fría e imponente hacía que Jimin sintiese como si todo se le viniese encima y él era solo una hormiga al lado de un pilar con más protagonismo dentro de ese lugar que él. Quería irse pronto y ni siquiera sabía bien qué estaba haciendo ahí pero era su última opción. Con sigilo caminó por el pasillo de la enorme terraza, el piso de cerámicas pequeñas de color negro y blanco intercalado le mareaban pero debía mantenerse firme, el lugar estaba desolado, suponía que lo curas estaban atendiendo sus deberes a esa hora del día que ni siquiera había pasado la hora de almorzar.

Cruzó el gran umbral de la entrada protegida por dos arcángeles a cada lado, como clara muestra de la religión en todo el estilo burgués que tanto ostentaban los devotos. Una vez adentro se encontró con una gran estancia llena de reliquias antiguas y diferentes puertas de madera elegante en variadas direcciones, frente a él había una escalera de mármol imperial y arriba una división de pasillos con la imagen de Jesús en la cruz como centro y cima de dicha escalera.

Sinful (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora