Capítulo 10

18K 2.3K 982
                                    

Luego de haber abierto una parte de sus corazones, Jungkook seguía acurrucado junto a Jimin en la misma cama que pareciera haber adquirido una calidez única, una sensación a familia propiciada solo por los dos. El azabache se dedicó a darle mimos y besos a Jimin y este los recibía gustoso regalándole grandes sonrisas, no tenían la necesidad de hablar demás, se entendían solo con su tacto y sus miradas.

-Qué lindo eres...Pareces un ángel—Murmuró Jimin en el momento en que ambos contemplaban los ojos del otro. De forma delicada recorrió las facciones del rostro duro frente a él con su pequeña mano, si observaba atentamente Jimin podía percatarse que aquella fría expresión solo funcionaba para cubrir a un niño perdido a quien le faltó su infancia, como a él.

-Soy la antítesis de un ángel—Respondió en un leve susurró mientras le sonreía perversamente.

-A veces pareces un demonio, pero solo por fuera—Dijo el pequeño bajando sus manos por el cuello del azabache, pasando delicadamente sus dedos sobre las clavículas, se tomó el tiempo de delinear cada hueso que adoraba la parte superior del tronco de Jungkook hasta que posó sus manos en el corazón. Jimin sentía como las palpitaciones vibraban bajo su tacto y percatarse de la rapidez que adquirió el corazón del más alto por su causa lo emocionó como nunca antes.

-Estás cálido—Jungkook se aferró a las manos de Jimin que seguían protegiendo su corazón y las acarició recorriendo dedo por dedo, le relajaba el contacto entre ellos y sabía que el pequeño era la única persona que probablemente mostro una preocupación sincera hacia su bienestar.

-Puedo sentir el latido de tu corazón, como un bom, bom, bom— El alma de niño de Jimin se apoderaba una vez más de sus ánimos y eso tranquilizaba a Jeon, pues quería que abandonara la tristeza que él mismo le había causado. A pesar de que estaba consciente sobre la inocencia y la personalidad aniñada del rubio, sabía perfectamente que Jimin era inteligente y tenía la madurez suficiente para abordar los temas, a pesar de que algunos fuesen de naturaleza tabú, el pequeño intentaba establecer un diálogo y manifestar su opinión de una manera neutra en donde no faltase a sus votos como servidor de Dios.

-¿El qué? ¿Qué mierda es eso? – Las risas leves de Jungkook se contagiaron en el aire y el pequeño también terminó riendo por la absurda y divertida manera de llamar a los latidos.

-Es cuando tu corazón palpita, está escrito en todos los libros de niños Kook—Respondió riendo el pequeño mientras el azabache rodaba los ojos y juntaba sus narices en un beso de esquimal.

-Solo tú sabes esas cosas y te entiendes lo que hablas.

-Es que yo no soy amargado—Luego de pronunciar esas palabras Jimin le mostró la lengua en forma de burla a Jungkook y al ver la expresión de indignación se paró rápidamente de la cama para escapar del azabache.

-¡Ven aquí Tinkerbell! ¡Te voy a poner en una juguetería por insolente!

Entre risas ambos juguetearon en la habitación hasta cansarse y se acostaron en el piso con sus cabezas juntas, justo debajo de la gran ventana que adornaba el cuarto para poder ver las estrellas de la noche que sin mención alguna había llegado.

-Jungkook, es primera vez que te veo como un adolescente normal—Dijo Jimin volteando levemente su rostro para quedar frente al nombrado.

-Yo creo que el término "pendejo" calza más.

-Si consigo que no digas palabrotas no serías tú mismo ¿Verdad?

-Así te gusta. Ven aquí.

Con una sonrisa juguetona Jugnkook juntó sus labios con los del pequeño en un lujurioso beso, en un principio ambas bocas se buscaban y se cerraban tiernamente sobre la otra pero ese toque efímero se transformó casi de inmediato en una guerra de necesidad entre sus labios que se buscaban furiosamente. Jungkook tomó a Jimin de la cintura para chocar su pelvis con la propia y a la vez abría la boca de Jimin con su dedo pulgar para atrapar la lengua del pequeño entre sus labios y succionarla suavemente sin rapidez pero con una intensidad única.

Sinful (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora