El camino de regreso al seminario se hizo menos tedioso y largo de lo estimado, entre risas y caricias caminaron toda la noche con sus manos entrelazadas. Jimin, preocupado por la hora en la que iban a llegar, intentaba apresurar el paso y tiraba el brazo de Jeon insistentemente pero este se negaba a arruinar la velada que habían tenido y disminuía la velocidad de su andar a propósito para preocupar al pequeño, riendo cada vez que su expresión se transformada en una más angustiosa.
-Kook movámonos más rápido, queda solo una hora para llegar sin que nos descubran.
-Monjita cálmate, es tiempo suficiente.
-No sé ¿Y si nos esperan y nos descubren? Peor aún ¿Y si nos expulsan?
-En ese caso nos vamos lejos de toda la parafernalia cristiana de la que se vanaglorian, podríamos vivir libremente.
-¡No digas eso! — Dijo Jimin mientras tapaba la boca del azabache con sus regordetas y pequeñas manos, su mirada de súplica con un tanto de histeria le avisaban a Jungkook que él tendría que luchar por la libertad de ambos y convencer racionalmente al otro.
-¿Por qué no? ¿Acaso no quieres vivir? Vivir como acabas de experimentar, sin ataduras, un joven de dieciocho años con una vida normal y un sinfín de oportunidades.
-¿Y nuestro hogar en el seminario?
-Ese no es mi hogar, iluso.
Las palabras pronunciadas provocaron un dolor agudo en el pecho de Jimin, una molestia que jamás había sentido antes, algo descrito como la decepción, pues sentía que Jeon lo dejaba atrás una vez más cuando por fin creía que había cedido a establecer un amor recíproco.
Jimin parpadeó rápidamente para intentar alejar las lágrimas que amenazaban con salir, una solitaria gota rodó por su mejilla dejando un rastro húmedo, bajó la cabeza para evitar exponer sus sentimientos ante la persona que los había provocado, sentía vergüenza y no sabía cómo manejar la situación. No tuvo mayor tiempo para pensar, Jungkook posó sus dedos bajo su barbilla y la levantó firme apresando con su otra mano el rostro del pequeño, acarició con su pulgar el rastro que dejó la lágrima y borró toda la evidencia de tristeza. Juntaron sus frentes en un acuerdo tácito por querer tocarse y Jungkook delineó el perfil de Jimin con su nariz de un lado a otro en una leve caricia.
-Tampoco es el tuyo. Tu hogar es conmigo, donde esté uno de nosotros estará el otro.
Jimin asintió con entusiasmos, sostuvo a Jungkook por sus mejillas tal como él lo estaba haciendo con su rostro, acercó sus labios unidos en un beso cálido, en el que sus labios buscaban abrazarse y sus lenguas acariciarse una sobre la otra. Se separaron con un chasquido erótico que revelaba la humedad de sus bocas
-¿Así que da igual si nos expulsan? — Preguntó encandilado el pequeño paseando sus manos por los musculosos brazos del más alto.
Jungkook sonrió sobre los labios del pequeño y negó con su cabeza en un gesto dulce.
-¿Sabes? Contigo sale a flote mi lado más idiota.
Una vez más retomaron el rumbo, para el final de la noche y la llegada del amanecer, Jimin no soportaba el dolor en sus piernas teniendo que detenerse en reiteradas ocasiones para masajear la zona de sus rodillas, pantorrillas y tobillos, Jungkook intentó levarlo en su espalda pero ambos estaban exhaustos provocando su inestabilidad y mayor lentitud al caminar, optaron por aminorar el ritmo de sus pasos pero el tiempo se estaba acabando.
Luego de un rato, al fin pudieron vislumbrar el muro de ladrillos por el que se escabulleron, Jimin con gran alivio se aproximó pero fue detenido por la mano que entrelazaba sus dedos.
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Sinful (Kookmin)
Fanfiction"Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma" Salmos 143:8 NO ADAPTAR. NO AL PLAGIO. Portada hecha por HoseokDamePorAtrás♡