Capítulo 11

16.8K 2.1K 1.2K
                                    

Jimin estaba inquieto desde que abrió sus ojos en la mañana y se encontró de frente con el adormilado rostro de Jungkook quien no daba luces de despertar pronto. Era domingo, por lo tanto tenían el permiso de tomarse el día como un descanso de la agotadora y estricta rutina del seminario y el pequeño no hacía nada más que revolverse ansioso en las sábanas debido al nerviosismo que sentía por estar tan cerca del azabache.

Cuando despertó, Jimin estaba con la cabeza apoyada en el pectoral desnudo de Jungkook, mientras recargaba una mano ligeramente en el abdomen, al parecer el más alto se había desprendido de toda su vestimenta menos sus bóxer durante la noche y él aún conservaba su pijama manga larga blanco y pantalones de algodón celestes como un bebé.

Jimin quería tocarlo más pero no se atrevía, quería abrazarlo más fuerte pero temía despertarlo y provocar que el brazo fuerte de Jungkook que lo sostenía fuera removido, tenía tantas ganas de besarlo pero de solo pensarlo le daba vergüenza, en definitiva la ansiedad y la indecisión provocaban que levantara la mano y la escondiese, removiese los pies y patease despacio a Jungkook.

-¡Mierda Jimin! ¡Deja de moverte!

Sus constantes movimientos habían terminado por despertar a Jeon de muy mala manera, pues frunció el ceño sin abrir los ojos y se volteó dándole la espalda para acurrucarse una vez más y seguir durmiendo, ignorando el hecho que la cabeza de Jimin había caído bruscamente sobre la desinflada almohada.

-Perdón—Susurró Jimin, que había quedado congelado en su lugar con las manos apretadas en pequeños puños sobre su cabeza como reacción nerviosa ante el grito del contrario. Aun así, se lamentaba por haber hecho que Jungkook quitara su brazo, que le proporcionaba una agradable sensación y enseguida intento acercarse de nuevo pero el más alto gruño al sentir que el pequeño seguía moviéndose.

-Sigue así y me cambio de cama, monjita.

-¡No es necesario! ¡Me quedaré quieto!...Solo quiero un abrazo—Murmuró el pequeño mientras miraba directamente la espalda de Jeon que no se dignaba a mover un solo dedo.

-No—Respondió tajante tirando de la manta para taparse un poco más dejando desconcertado a Jimin.

-Por favor Kook—Jimin ya no sabía qué hacer para conseguir la atención que tanto deseaba así que optó por el recurso de exagerar para amenazar de esa forma a Jungkook, ya sabía qué debía decir para provocar una reacción en el otro—Tengo frío, me resfriaré, tendré que tomar medicamentos de mal sabor, me enfermaré del estómago y vomitaré en la habitación.

-Mamón y nenita tenías que ser—Respondió Jungkook en un gruñido de fastidio mientras se daba la vuelta y envolvía a Jimin en sus brazos.

El rubio mordía sus labios para reprimir sin éxito una enorme sonrisa ante la mirada acusatoria de Jungkook, no podía evitar la felicidad que sentía así que decidió aprovechar la dulce instancia y se acurrucó en el abrazo mientras rodeaba la cintura del azabache, sintiendo como este estrechaba aún más su agarre.

-Buenos días—Lo saludó Jimin tímido y avergonzado mientras arrugaba su nariz como gesto de felicidad del que Jungkook se burlaba constantemente, pues decía que se parecía a un minino.

-¿Y mi beso niño gato?

Una vez más se burlaba del pequeño, quien abultó inmediatamente los labios en un puchero. El azabache solo rio y acarició de forma juguetona la nariz de Jimin con la suya en una leve caricia de un lado a otro.

-¿Los apodos nunca terminarán, verdad?—Dijo fingiendo un tono de indignación.

-Me despertaste, si no hay sexo merezco un beso.

Sinful (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora