—¿Qué hora es? —pregunta la pobre de Ana, desplazándose por su pupitre, saco mi celular para verificar la hora.
—las doce y todavía falta media hora para que se acabe ésta aburrida clase. —ella me mira con sus ojos apunto de estallar de sueño.
—¡y apenas es lunes! —reclama alzando sus manos como si algun espiritu maligno se apoderara de ella, yo me encojo de hombros.
—hey ustedes dos aya atrás, guarden silencio.
—claro peggy. —las dos reímos a carcajadas.
—eso sí lo oí, las dos se me van a la dirección. —ordena quitándose los anteojos y dejando ver su gran abdomen. —julián asegúrate de llevarlas a la dirección, y de paso que les pongan un citatorio.
—sí maestra.
Salimos y él cierra la puerta.
—bruta todo es tu culpa. —me quejo ignorando que está julián con nosotras.
—yo sólo dije la verdad. —se encoje de hombros. —¿o no julián? —él nos mira incomodo.
—no lo metas en esto él es...
—la verdad tienes razón, sólo que no me atrevo a expresarlo frente a ella. —me interrumpe, a lo que Ana arquea sus perfectas cejas.
—con que nos saliste hipócrita julián... Sólo espera a que la maestra se entere. —habla Ana.
—¡No! Por favor no se lo digas...
—que vergüenza tener un compañero así, pero más para la maestra... Que se de cuenta que tiene un alumno como tú. —él comienza a ponerse rojo.
—por lo que más quieras no le digas... —ruega julián apunto de llorar, Ana me mira con orgullo, ya sé a lo que va.
—tú no habres el osico y nosotras no habrimos la boca. —ella arquea una ceja mientras que julián frunce el ceño.
—sólo los anima....
—¡callate! —ordena rodando los ojos, yo me quería reír por el mini show que hacían, pero sólo oí, miré y Callé.
—oh..
—¿trato echo? —dice extendiendo su mano.
—pero... ¿Y que le dire a la señorita Parker? —su rostro se torna de preocupación.
—trato o no trato.
—¿señorita? —comienzo a reír.
—Samantha callate, no vez que estoy negociando. —yo sólo callo, de nuevo.
—pero y si...
—trato o no trato.
—¿qué le voy a decir?
—trato o no...
—hmm.. —él piensa, no imagino ni que pasa por su cabeza, pero me comienzo a preocupar ya que él comienza a sudar.
— maaa... —ella retrocede unos pasos. —eeessstraaa...
—oye Ana yo creo que ya es suficiente, pobre, miralo.. —ella frunce su ceño. —es justo que nos pongan ese citatorio, nos lo merecíamos.
—¿acaso no te quieres graduar limpia, sin ningun reporte o citatorio? —ella mantiene la mirada seria.
—sí pero...
—ha eso pensé, déjame salvarnos la vida. —comienza a acercarse de nuevo a Julián.
—ándale Juli... Haslo por mí. —Él ahora se pone rojo, como un tómate.

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Para Siempre.
Teen Fiction"Te amo" Todavía recuerdo la palabra saliendo de sus rosados labios, el momento que cambio mi vida, el momento que sabía que algo andaba raro, el momento más inesperado de mi vida. Sentía y siento atraccion por él, pero no pasará de un amor infanti...