XXI-. Regalo perfecto.

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Era ya de día, entonces me paré súper temprano para ir por un regalo. Este día es especial, o al menos debe serlo, ¿qué mejor que celebrar tu mes con tu novio? Nada lo arruina, exepto por que hoy vuelve Alec.

Salgo de mi casa y me voy a la primera tienda de ropa que encuentro, a los hombres les gusta la ropa ¿no?  No creo que quieran un osito de peluche o una caja de chocolates.

Y en eso, veo una playera hermosa, así que la tomo y figuro a Emilio con está playera, según yo y mis instintos le quedaría génial.

—está playera es de hombre. —dice la cajera con tono burlón.

—ya lo sé. —ruedo los ojos.

—¿un obsequio? —pregunta dandome la playera.

—eso no le incumbe.

—no, lo digo en serio... Porque puedo envolverlo, claro, te costaría más. —dice sonriendo.

—de acuerdo, sí. —ella sonríe y después se voltea.

Toma la playera y la mete en una caja, para después envolverla y poner su respectivo moño.

En la salida había una tienda de regalos, así que me meto por uno para Alec, creo que debería darle uno de bienvenida ¿no? 

—¿qué buscas? —pregunta una chica.

—yo... Yo quisiera darle un obsequio de bienvenida a un chico. —la chica se queda pensando.

—permiteme un segundo. —se voltea y se mete a una puerta.

yo espero. Pero deseo irme ya ¡que impaciente! 

—mira, podrías darle una carta, donde ya sabes... Expliques cosas bonitas. —la miro sin interés, ¿en serio?  Si yo quisiera darle una carta se la hubiera hecho en casa. —pero, esta es muy peculiar... Por alguna extraña razón, estas cartas tienen más valor que las demás. —dice ofreciéndome una. —si te la llevas te regalo este chocolate.

—de acuerdo, tiene alguna pluma que me preste, tengo prisa. —ella asiente con su cabeza.

—es un mensaje muy breve, cómo palabras clave. —informa la chica. Y al abrir la cartita entiendo por qué.

Sólo tiene como cinco renglones para escribir. ¿cómo se supone que en cinco renglones le voy a explicar cómo me sentí estos días sin él? ¿cómo le explicaré todo lo que me hace sentir? ¿¡CÓMO!?

Alec.
Te quiero demasiado, eres el mejor amigo que podría tener, creo que yo te necesito más que tú a mí. No te vuelvas a ir tanto tiempo.
-Sam.-

—muchas gracias. —digo.

—se ve que quieres demasiado a ese chico. —dice suspirando. —ojalá duren siempre.

—¿¡Qué!? ¡no! No es mi novio, solo mi mejor amigo. —digo desanimada. —ojalá fuéramos algo más...

—¡suerte! —dice, y salgo de la tienda.

Miro mi reloj, al parecer voy a buen tiempo.

.   .   .

Llego a mi casa un poco exhausta. Por lo que me siento en la banqueta. Bien, repasemos.

Primero como buena amiga voy a la casa de Alec, y en la escuela veo a Emilio, es un plan muy organizado ¿no?

—¿y esa caja? —dice Alec con el ceño fruncido.

—¡ah! Esta caja... Es un regalo para Emilio... Es que hoy cumplimos dos meses.  —Alec muerde su labio.

—¿y que le has comprado? —dice sonriendo.

Para Siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora