16

431 38 0
                                    

Cameron

—¿Trajeron comida? —preguntó Abril como a los 20 minutos de camino.
—Obvio, guapa —dijo Ali— Hey, Cam, si te cansas, Trav maneja.
—Que amable —dijo Trav con su peculiar tono de celos.
—Bueno, alguien aliménteme —dijo Abril.
—Es que yo manejo rápido.
—¿Rápido?, manejas como una puta loca —Travis rió.
—No quiero una infracción —reí.
—Eso es mentira —Ali destapó un refractario lleno de puré, se lo pasó a Abril.
—Oh puré de Ali —sonrió comiendo— Abre, Cam, tienes que probarlo.
—¿Y a mí? —Trav hizo un puchero de novio mimado.
—Para ti hasta te traje cheesecake —sacó más refractarios— Abre.

Abril como iba de copiloto me dio a probar, joder, era delicioso, la rubia cocina bien, pero eso jamás lo voy a admitir.

—Que rico, bebé.
—Delicioso —miré a Ali por el retrovisor— Piensa esto, Travis de bartender, Abril de mesera, tú la comida, yo los postres.
—Que bueno que te gustó, amor—Sonrió Ali—Es buena idea.
—Hay que hacerlo —Trav rió.
—¿Por qué yo de mesera?
—Por tu buen trasero —reí.
—Ali puede hacerte compañía de mesera, pero Trav correría a todos los clientes.
—Los mato —me corrigió.
—Amor —rodó los ojos.
—Hablo en serio.
—Así no tendremos clientes —reí.
—¿Y tú qué? —preguntó Trav— Le verán el trasero a Abril.
—Sí, pero yo sólo hago el postre a una hora y no se hace más, alguien la mira de forma que no me guste y lo mato.
—Dios —Abril medio rió.
—Par de celosos —la secundó Ali.
—Entonces nos quedamos sin clientes —Trav rodeó a Ali con el brazo, riendo— Se cerró el negocio antes de empezar por los celos.

Después comenzamos a decir que lo mejor era hacer un strip club, esa idea no les gustó mucho a las chicas, menos a Ali que de un momento al otro comenzó a chupetear su cuello en plan "eres mío".
Mis manos se empezaron a entumir conforme la noche se acercaba, inclusive los párpados me pesaban y aún faltaba bastante camino por recorrer. Cuando ya no podía más con el sueño, paramos en un motel, reservamos dos habitaciones y arrastrando los pies cada uno fue a su habitación, Trav y Ali en la 32, Abril y yo en la 36.

La noche con Abril fue bastante incómoda, en primera porque ella usaba una muy —demasiado— graciosa pijama de pollitos, a veces creía que esa niña era medio otaku.
La segunda parte que hizo la noche aún más incómoda, es que se ponía como tomate mientras yo me quitaba la ropa para dormir cómodamente.

—Deberías voltearte porque me quitaré los jeans y no uso bóxer —reí.
Ella se giró rápidamente, roja. —Claro...

Me puse el pantalón de pijama rápidamente, estaba demasiado agotado si quiera para insinuarle algo a Abril.

—Listo.

Me acosté a su lado y lo siguiente que pasó, fue aún más incómodo, comenzó a acariciar mi tatuaje sobre el pecho. Realmente soy hombre y no sabía que era peor si que su tacto me la pusiera dura o que se me pusiera dura y me quedara dormido.

—Me gusta —sonrió.
—A mí también —reí.
—¿Puedo...? —susurró.
—¿Puedes...?
—Solo responde.

Asentí. No creo que me fuese a violar.
Acarició mi tatuaje más delicadamente y dio un pequeño beso sobre él. Vaya, me van a explotar.

—Tenía que hacerlo —susurra.
—No importa —acaricie su mejilla— Se sintió bien —rocé mis labios con los de ella— Demasiado —susurré.
—Bésame —susurró. Y lo hice.
La besé tiernamente, la besé con cierta locura y la besé con muchas ganas y con todo lo que ella me hace sentir, la separé con cuidado de mí o no dormiríamos.

—Te quiero, Abril, mucho.
—Te quiero más —sonrió acurrucandose.

La acurruque toda la noche, hasta que su respiración se suavizó y se había quedado dormida, se veía linda durmiendo, no quería dejar de verla, de cuidarla y acariciarla, pero el viaje me cobró factura y también me quedé dormido entre sus brazos.

Little time to LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora