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Abril

La luz me dió directamente en la cara, al despertar lo primero que sentí fueron sus brazos fuertes rodeandome la cintura y su respiración contra mi cuello erizando cada parte de mi piel, una oleada de sensaciones y recuerdos recientes vinieron como un remolino rápido e indetenible, acaricié su brazo, su piel perfecta, hasta llegar a sus manos y entrelacé nuestros dedos aún sin poder creer todo lo que pasó anoche y sonrojarme al recordar que estamos desnudos.
Cinco, diez, veinte minutos así y la sensación de que todo estaba bien seguía, debería sentirme culpable lo sé o al menos eso creo, pero al ver el rostro de Cam dormido, con esas bellas largas pestañas y su cabello alborotado lo olvido todo, es mi debilidad, pero ¿Quién no lo haría en mi lugar?
Me pongo solo su camisa cuando decido levantarme y le preparo el desayuno, no seré una chef profesional como él pero si creo poder hacer suficiente para complacerlo, al terminar se lo llevo a la cama y él me mira somnoliento pero con esa perfecta sonrisa.
—Debí despertarme antes—Sonríe
—Yo también puedo cocinar—Sonreí
—Me gusta cocinarte
—Lo sé bebé, pero quería mimarte ¿Eso es tan malo?—Sonreí bobalicona
—No, eso me encanta—Me tomó de la cintura y las sensaciones volvieron, sus labios se unieron a los míos, un beso cálido, tierno y ligeramente apasionado. Eso es algo que siempre pasa, al menos a mi parecer, cuando te enamoras lo quieres todo y jamás es suficiente y yo lo quiero todo de Cam y soy afortunada al saber que él lo quiere de mi.
Me senté en su regazo y le di de comer en la boca.
—¿Qué tal quedó?
—Delicioso como tú—Sonrió y empezó a darme de comer—¿Qué quiere hacer mi guapa secuestrada?
—Quiero conocer—Reí

Ya no quiero irme

—Yo tampoco, sólo puse en Google lugares perdidos por la mano de Dios
—¿No sabes dónde estamos?—Lo regañé riendo
—Ummm no—Rió y me cargó sobre su hombro y empezó a caminar—A bañarse—Me mordió el trasero
—¡Cam, no!—Me carcajee pataleando sin querer realmente pararlo, su risa inundó el cuarto y me bajó hasta que estuvimos en el baño
—Ya, ya, terca, a bañarse—Sonrió y me pasó una toalla, la tomé y lo miré haciéndole entender que no me bañaria con él ahí
—Ya me voy
—Estoy esperando que salgas—Sonreí como idiota, es que Dios bendito, es la cara que debo de tener; salió y la sonrisa de mi rostro no se borró durante todo el baño.
Maldita sea, cuanto lo amo.
Cuando terminé de bañarme me di cuenta del detalle de que no tengo ropa, salí en toalla y llamé a Cam con un grito mientras buscaba algo que ponerme
—¿Qué?—Gritó entrando al cuarto
—¿Qué se supone que me ponga?—Me giré riendo y ¡Dioses del bendito Olimpo! Cam estaba completamente desnudo, sexy y mojado... Y violable, me sonrojé.
—Ay mamá—Se sonrojó levemente y se puso la toalla, no pude evitar reír.
—No vi nada
Cam rió negando con la cabeza
—Toma—Sacó una maleta llena de ropa
Vaya que si lo tenía todo planeado—Ahí está toda tu ropa
—Gracias
Tomó la suya y mordiéndose el labio
—Te veo ahorita
No sé en que momento enrolló la toalla y me pegó en el trasero, su risa inundó la casa mientras huía, en otro momento me enojaria pero hoy no, hoy todo es perfecto, él lo es y soy más feliz que nunca.
Me vestí con algo que creía podría gustarle a Cam
—¿Ya no hay pechos al aire?—Entró mientras me secaba el cabello
—Ni los habrá
—Oh por favor, que sabroso tus pechos rebotando, boing boing—Llevó las manos a su pecho agitando las manos como si tuviera algo que le rebotara, ummm si que lo tiene.
—También tienes cosas que rebotan—Reí picaramente
—¿Mis bolas rebotan?—Se carcajeó e hice la misma seña que él con mis manos
—Boing, boing
—Eres una pervertida—Me abrazó por detrás, me dio un besote en la mejilla y sonreí nuevamente, adoro esto
—Boing, boing—Comenzó a jugar con mis pechos haciéndolos rebotar y rió contra mi mejilla
—No te hago boing, boing porque no saldríamos—Me giré para ver su perfecta sonrisa y me dio un pico
—Te amo
—Te amo más

Little time to LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora