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Cameron

Desperté aproximadamente a las 10 de la mañana y mi puta cabeza palpitaba, la poca resolana que se colaba por la ventana me hacía sentir como si la cabeza me fuera a explotar, miré a Abril dormida a mi lado; parecía un puto angelito. Hasta un angelito le tendría envidia de lo bella que se ve.

Me levanté y cerré totalmente la ventana, supongo ella también despertaría con una mala resaca y no quería que la cabeza le explotara como a mí. La cobijé bien y fui directamente al baño a tomar una larga y fría ducha.

Conforme la fría agua comenzaba a caer también los recuerdos de la noche anterior inundaron mi mente y mierda que lo que recordé no fue nada bueno.

HABÍA ABUSADO DE MI NOVIA. Ella no quería y yo lo hice como un puto animal dejándose llevar por instintos carnales, mierda y más mierda. ¿No cuenta como violación si es mi novia o sí?

Ostras, mierda, mis putas bolas calientes, claro que era una violación si la forcé a hacer algo que no quería, maldita sea, me pasé las manos por el cabello alborotándolo, me sentía impotente, como un puto violador ni siquiera estoy seguro de que realmente le haya gustado y ante esa simple idea golpee los mosaicos del baño. ¡Más mierda!

Salí del baño sintiéndome más miserable que una rata, quería compensarlo, ¿Cómo cojones se compensa un abuso?, ella no seguiría en la cama si la hubiera lastimado. Estás paranoico, Cam.

Me vestí tan rápido como pude y le hice un desayuno de puto restaurante a Abril, quizá podía hacerla sentir mejor.

Ella bajó casi a la hora con cara de total somnolencia.

—Buenos días, amor.

La miré y ella me miró con una sonrisa, eso era bueno.

—Buenos días —miró el desayuno —Te luciste.

Intento sentarse pero vi el dolor en sus pequeños ojos miel, maldita sea, le había dolido. Jodido violador en el que me he convertido. La cargué con total cuidado y la senté en el espacio entre mis piernas.

Tenía una tía con almorranas y cada vez que se sentaba le dolía el culo, así que le ponían un cojín especial para que pudiera sentarse, mis piernas serían su cojín, casi rio ante mi pensamiento. —Todo por complacerte, cariño.

—Gracias.

Esto está muy tenso, menos palabras. Tomé un poco de fruta con el tenedor y le di de comer en la boca cuál bebé. —¿Te duele la cabeza? —besé su hombro.

—No demasiado, no te preocupes —me miró — Come.

—No tengo hambre.

Me sentía muy jodido.

—¿Por? Tienes que comer.

—No amanecí con hambre —reí y le di más comida en la boca, es una de las formas más sencillas para callar a una chica: O le das de comer, o la besas.

Ella sólo masticó. —¿Qué quieres hacer hoy?

—Podemos visitar a Jess.

Esa era una buena idea, podría desahogarme con ella. Jess me haría sentir una mierda, pero al menos sería una mierda sonriente como la de WhatsApp.

—Veremos a Jess —besé su mejilla — Pero entonces vete a poner más hermosa de lo que ya estás.

—Ummm está bien —sonrió — Pero antes come.

—Como mientras te bañas.

¿Por qué nunca entienden que si no se tiene hambre es porque realmente no tenemos hambre?

Little time to LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora