Little time to LOVE

22

Abril

Desperté alerta y asustada, muy desorientada, intenté aclarar mi mente y pensar que acababa de pasar, definitivamente tenía que ser un secuestro... Pero ¿Qué clase de secuestrador me deja suelta y en una cómoda cama? Miré por la ventana alta, podría salir por ahí, pero el aire muy pacífico, inclusive paradisíaco me detuvo, me incorporé y tome la almohada, había un espejo, sea quién sea que esté abajo no me trajo de vacaciones, lo quebré con la almohada para que no hiciese ruido, tomé un pedazo punzante, busqué otra salida y bajé la escaleras, el lugar era realmente muy bonito, miré la puerta principal, tan sencillo salir que parecía mentira, caminé hacia ella hasta que de repente sentí el olor peculiar y maravilloso de unas galletas recién horneadas, y entonces la respuesta vino a mi mente, no, no, no, es imposible, caminé hacia el olor sorprendida y ahí estaba él, tranquilo y con una mirada traviesa.
—¿¡Cam!?
—Se vale pegarme

Aprete el espejo contra mi mano y lo tiré por ahí mientras me abalanzaba hacia él

— ¡¿Pero qué carajos te pasa!?

Él me tomó de las muñecas con fuerza y me atrajo hacia él, el corazón me dio mil brincos contra el pecho

—Pasa que no podía estar un segundo más sin ti
— ¡¿Te estás escuchando!?—Forcejee— ¡Eso fue un secuestro!
—Bueno, pueda que eso haya estado un poquito mal—Me soltó—Pero... Bueno—Agregó en tono dramático— la puerta está abierta, puedes irte si lo deseas
—Es lo que haré, loco—Caminé hacia la puerta
—Vete pues —Suspiró y sentí mi corazón derretirse, me detuve en el umbral de la puerta
—Está abierto....—Suspiró de nuevo y me di vuelta, estaba subiendo lentamente las escaleras, intenté reprimir la sonrisa, estaba feliz de verlo, de escucharlo, quería tirarmele encima
—Cam ven aquí—Dije intentando ser seria
—¿Yo?—Me miró con tristeza
—No hay otro
Vino hacía a mi
—¿Qué pasa?
—Que eres un dramático—Lo tomé de las mejillas—Que estás loco
—¿Por ti?, sí

Me puse de puntillas y lo abracé, Dios, lo extrañé tanto que me parecía casi irreal tenerlo entre mis brazos

—Podías llamarme y ya—Susurré aferrándome a él, me tomó de la cintura y me apretó contra él
—No, porque estás secuestrada y no te dejaré ir por un largo tiempo
—Dios, Alison debe estar preocupada ¿Qué le hicieron?
—Ella está bien

Pensé en todas las personas que deben estar preocupadas en éste preciso segundo, Alison, mi hermana, Perci... Dios, Perci, que injusto es esto para él, estábamos a punto de volver...O eso creo
Diablos

—Ellos deben estar preocupados, Cam
—¿Quieres que les mande un dedo tuyo?—Besó mi mano y casi me derrito en sus brazos, pero no, habían demasiadas cosas que me preocupaban ahora
—¿En serio no te importa que estén preocupados? Esto es inmaduro—Continué—La policia... Debe estar buscándome y ahora eres un secuestrador
Dios, esto es muy malo hasta para Cam

—Nadie me vio... Y no estás aquí contra tu voluntad
—Entonces... Debo irme... Cam, esto es una locura
—Que lástima te di una oportunidad de irte

Espera, ¿Qué? Cam le puso seguros y llave a la puerta

—Acabas de decir que no es contra mi voluntad
—Cambie de idea, estás secuestrada—Me miró serio, tan serio que no parecía él
—Sueña y no bromees—Lo tomé con gracia y reí, intenté a abrir pero él me cargó sobre su hombro como un saco de papas y empecé a patalear
—¡Cameron!
Subió la escaleras y regresó de nuevo al cuarto, me puso en la cama y lo miré, su expresión seria sólo hacía ver más bellos sus ojos azules, me regañé por pensar en eso en un momento como este
—¿Y qué se supone? ¿Me darás de comer una vez a la día?—Dije en tono triste y con un puchero
—Todas las veces que te den hambre—Seguía serio—Y tendrás comida cuando quieras
-¿Y si negociamos mi salida?
—No me mires—Rió—No es cierto
—Hablo en serio—Lo tomé de la camisa y lo jalé a la cama
—No—Se levantó—Te voy a amarrar a la cama, Collins
—No lo harías y no me dejaría—Me levanté y fuí hasta la puerta—Me iba a escapar por la buena—Él se interpuso entre ella
—No me pongas a prueba, cariño
—No es prueba, es realidad, podría quitarte si quisiera
—Pero no quieres—Se acercó a mi peligrosamente, sentí el rubor de mis mejillas extenderse por todo mi rostro, sus bellos ojos se concentraron en mis labios y sentí un calor indescriptible que me recorría el cuerpo
—Quieres quedarte—Se acercó tanto a mis labios que creo que podía rozarme al hablar, aguanté la respiración dando pasos hacía atrás
—Quieres estar aquí conmigo tanto como yo lo quiero
—No es así
Por supuesto que es así, mil veces sí, pero no, no permitiría que supiera lo que me hace, y la forma en que descontrola todos y cada uno de mis sentidos.