El Tio Thor

251 38 0
                                    

Había un gran escándalo proveniente de la primera planta. Me levante de muy mal humor.

- ¿Qué ocurre? – rugí.

- La multitud que rodeaba al fortachón de cabello rubio se volteo a verme - ¡Alex! – exclamo el grandote corrió para estrecharme con fuerza – Mi querida cuñada.

- Thor - dije con el poco aire que me quedaba – P- por favor bájame.

- Lo siento – me dejo con suavidad en el suelo - ¿Dónde esta mi hermano?

- No lo se – respondí tomando una bocanada de aire.

Hice que Thor me siguiera a una sala mas pequeña para poder hablar mejor.

- ¿Qué tal has estado?¿Te haz sentido bien? ¿Ya nació?¿Cuando nace? – las constantes preguntas de Thor comenzaban a revolverme el estomago.

Alguien abrió la puerta del estudio, Loki se quedo mirando a Thor.

- Así que era verdad – susurro.

- ¡Loki! – exclamo Thor.

- ¿Qué estas haciendo aquí? – pregunto Loki mirándolo en tono serio.

- Vine a conocer a mi sobrino – contesto con una sonrisa. Me abrace a mi misma y Loki se aclaro la garganta incomodo.

- Aun falta bastante – dije.

- ¿En serio? – hizo una mueca que a los segundos cambio por una sonrisa – Quizás sea mejor así, no estaba seguro de que será pero ustedes podrán escoger entre todo los obsequios.

- ¿Qué obsequios? – preguntamos Loki y yo al mismo tiempo.

A las fueras de la mansión había una enorme pila de regalos. Logan con ayuda de Hank los metían uno a uno a la casa.

- Te lo agradezco – susurre.

- ¿Por qué hacerlo? Sera un futuro príncipe o princesa, debe tener el mejor inicio de su vida – nos abrazo a ambos.

Me escondí en mi habitación en lo que Thor y Loki hablaban.

- El fortachón trajo demasiadas cosas – dijo logan limpiándose el sudor de la frente.

- Sujete mi cabeza con ambas manos – Estoy tan confundida, avergonzada y enojada.

- ¿Enojada? – se sentó frente a mi – ¿Son tus hormonas? Se supone que tendrás muchos cambios de humor, no notaras cuando pases de la alegría la tristeza.

- ¿Qué libro te comiste?

- Jean lo dijo – contesto. Me reí, logan me rodeo con su brazo y atrajo a él - ¿Cuánto crees que se quede el grandulón?

- Es difícil saberlo – conteste.

- Espero que no mucho o charles no podrá alimentar a ti y el fortachon.

- ¡OYE!

CONTINUARA -->

El Regalo de esa nocheWhere stories live. Discover now