Mi Sexto Mes

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Es sorprendente como pueden cambiar las y cosas, como puede una disfrutar de los pequeños placeres de la vida como una simple ducha con sales aromáticas. Mi olfato se ha vuelto aun mas sensible con el embarazo.

Me mire de perfil en el espejo, seguí la línea de mi pecho hasta mi ya mas abultado estomago de seis meses.

- Dentro de tres sabré si eres niño o niña – suspire y acaricie mi barriga – espero que seas un niño o quizas niña ... mejor lo que quieras.

Jean dice que es bueno que hable con él, ya que puede escucharme, pero no responderme como quisiera. Salí a mi habitación aun con la toalla en restregando mi cabeza.

- ¡Hey! ¿Feliz de verme? – sonrió John.

- ¿Cuándo llegaste? – pregunte choqueada.

- Hace cinco minutos – levanto su mano – pero esta vez no vine solo – señalo hacia la puerta.

Las lágrimas me brotaron enseguida cuando vi ese rojizo cabello recargao en la puerta. Corrí para abrazar a Nat.

- Veo que me extrañaste – dijo riendo, me aparte – y te emocionas.

- ¡Son Las Hormonas! – grite.

- Como digas – dijo ella aguantándose la risa.

Nos sentamos esperando a que me calmara. Estoy tan feliz.

- John me convenció en venir – dijo ella fingiendo desinterés.

- No fue fácil pero lo logre – le sonrió cómplice.

- Me alegra que vinieran.

- A nosotros también nos alegra venir – dijo John mirando a Nat, Nat le devolvió la mirada, este le hizo una ceña hacia mi.

- Quería disculparme – dijo Nat pasando de John a mi – aquel día ... no actué de buena manera me deje llevar y todo eso – suena como un discurso ensayado – aunque debo admitir que lo tuyo con Loki era algo que sabía no me esperaba el final.

- Que delicada eres – se quejó John.

- La verdad yo tampoco lo esperaba .... Fui una tonta – terminé susurrando.

- Pero no podemos culparte – dijo John – ese Dios es muy apuesto.

- John tiene razón – dijo Nat, los mire a ambos con una media sonrisa.

- Te lo tenías bien guardado – rio él alzando ambas cejas.

- No tanto – corrigió Nat.

Me cruce de brazos mirando incomoda en otra dirección.

- Bueno te perdonare esta vez – dijo John con seriedad, cambio todo por una sonrisa pervertida - ¿Dime que tal estuvo?

- ¿Qué?

- Si Alex ¿Qué tal es hacerlo con un Dios? – insistió Nat muy interesada.

- Bueno ... - me aclare la garganta aún más incómoda.

- ¿Tan mal estuvo? – pregunto Nat con una ceja alzada.

- No creo - balbuce. Los dos estuvieron en silencio unos segundos.

- ¡No Puede Ser! – exclamo John – Fue tu primera vez.

- Nat lo miro sorprendida y luego a mi - ¿Eras Virgen?

- Bueno ya que lo dicen así ... sí.

El Regalo de esa nocheWhere stories live. Discover now