¿Que esperas de mi?

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Puedo ver el futuro. Y hablando de eso tengo la sensación de que algo está por acabar. Xiro libero mi pecho. Limpie con un dedo su boca. Cerro sus ojos con un tierno bostezo. Sonreí y bese su mejilla.

- Pero si es para protegerte, lo acepto – susurre.

Tuve la sensación de estar siendo observada, miré hacia la puerta, Loki me estaba mirando con el cuerpo recargado en el marco de la puerta.

- Creí que habías cambiado al biberón.

- Solo lo uso para descansar mis ... - me detuve antes de continuar, cubrí mi pecho – solo es para un apuro.

- ¿Así? – pregunto con un brillo siniestro en los ojos. Nos quedamos en silencio por unos segundos - ¿Qué te dijo Charles ayer después de que me fui?

Tome aire y deje caer mi cabeza hacia atrás.

- Solo algunas probabilidades, no está seguro si puede evolucionar o si será permanente o no.

- ¿sabe por qué se desató?

- Supone que por el nacimiento de Xiro, el estrés y todo eso deben de haber despertado ese poder – respondí con la mirada perdida.

Si, el estrés, ese horrible dolor con el que aún tengo pesadillas.

- ¿Y qué vas a hacer?

- Por el momento este poder me permite anticipar las necesidades de Xiro.

- ¿Y más adelante?

- Cuando Xiro sea más grande, tal vez me dé el tiempo para poder desarrollarlo mejor.

- Si quieres puedo ayudarte – dijo con un gesto desinteresado – será como los viejos tiempos.

- Tú no ves el futuro.

- No es tan diferente a hacer magia, solo se necesita concentración.

- ¿Y crees que no la tengo?

- Yo sé que no – dijo sonriendo.

- Si no tuviera a mi hijo en los brazos, te golpearía – dije con fingido enojo.

- Agradezco que tengas a mi hijo en tus brazos – dijo con otra sonrisa.

Sonreí y negué. Xiro se movió en mis brazos captando mi atención unos segundos cuando levante la vista tenía a Loki frente a mí. Recordé nuestro encuentro hace un par de días.

- Mejor lo dejo en su cuna – dije levantándome.

- Loki se levantó riendo - ¿No confías en ti misma?

- No confió en ti – respondí arropando a Xiro.

- ¿Por qué? – pregunto parándose a un lado de mí.

- Tengo muchas razones como para desconfiar de ti – respondí.

- ¿Hay algo que pueda hacer para cambiar eso?

- ¿Por qué querrías cambiarlo? – pregunte con una media sonrisa.

- Loki suspiro cansado - ¿Por qué eres tan difícil?

- ¿Yo soy difícil? – puse una mano en mi pecho.

- ¿No puedes simplemente aceptar lo que está ocurriendo? – dijo desesperado.

- ¿Aceptarlo? ¿Qué quieres que acepte? – continúe.

- ¿Es ..? ¿Es necesario que yo diga algo? – pregunto molesto y al parecer avergonzado.

- ¿Tu que crees? – sonreí molestosa, Loki se resistía a abrir la boca – bien como quieras.

Loki sujeto mi brazo e hizo volver a mi lugar.

- ¿Qué quieres que diga? – pregunto mirándome avergonzado.

- Lo primero que se te venga a la mente – respondí.

- Yo ... Yo – apretó sus puños con fuerza.

- ¿Y bien?

- Antes que diga algo respóndeme ... ¿Qué significo para ti? – pregunto repentinamente serio, parecía que mi respuesta definiría algo en el.

- Eres el padre de mi hijo.

- ¿solo eso? – pregunto frustrado.

- ¿Qué querías oír?

- ¿Qué sientes por mí? – insistió.

- No lo sé, no estoy segura – respondí confusa, quise apartarme de el yendo al otro lado de la habitación, pero el me siguió de cerca.

- ¿De qué estás segura entonces? – volvió a insistir.

Parecía que se encontraba cada vez más ansioso, pero me daba la sensación de que mi respuesta no lo dejaría satisfecho, pero no es algo que pueda, controlar, no estoy segura de nada de lo que en realidad siento por el. Es el padre de mi hijo, el me dio el regalo más grande que jamás creí desear, quizás sienta gratitud por el, por otro lado, es el hombre que me traiciono y me hirió en más de una ocasión, creo que solo hay una cosa de la que estoy segura.

- Solo de que debo mantenerme a salvo de ti – respondí.

Creo que no es una respuesta que el esperaba.

- ¿Sabes que jamás te lastimaría, ni a ti ni a Xiro? 

Parecía realmente afectado por lo que dije.

- Eso creo, pero no me refiero de manera física, sino que ... — trate de decir, me siento culpable por lo que dije.

- Entiendo – dijo mirando en otra dirección.

- Se que no nos lastimarías físicamente, créeme que te rompería el cuello si intentaras lastimarlo – dije, mis palabras salieron más amenazantes de lo que esperaba

- Puedo creerlo – dijo con una sonrisa, fue como un momento de brillo en la oscuridad en su rostro, pero regreso a la normalidad en solo un momento, muy típico de sus cambios de humor.

- Pero yo no lo soportaría, no por tercera vez – dije negando y enfocando mi vista en el piso.  Inconscientemente abrazándome a mí misma, di un paso de atrás. No quiero volver a pasar por ese dolor otra vez.

Sentí las manos de Loki deslizándose por mis brazos hasta llegar a mis manos y sostenerlas, aturdida me centré en su mirada. Había algo nuevo en su mirada, como si lo que estuviera a punto de decir fuera lo más importante de su vida.

– No quiero herirte ... No otra vez ... No podría hacerlo.

- ¿Qué quieres en realidad Loki? ¿Qué quieres de mí? ¿De verdad quieres que ocurra algo más o solo esperas volver a acostarte conmigo?

- No, no solo eso – respondió. Me sentí molesta al instante y el lo noto – lo que quiero decir, es otra cosa ...

Un estruendo nos sobresaltó a ambos, corrimos a mirar por la ventana. Del destello se distinguió la fornida figura de Thor acompañado de una más fina y esbelta.

- Frigga – dijimos al mismo tiempo.


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El Regalo de esa nocheWhere stories live. Discover now