El resort 2/3: Bebe perdido.

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Es nuestro tercer día, ha sido increíble el tiempo que hemos pasado disfrutando con amigos y las noches para nosotros. Pero hemos hablado con Loki para tener un día para nosotros solos.

— Me sorprende que estés tan dispuesta para dejar a Xiro - dijo Loki tomando el bolso de nuestro hijo.

— Estoy tranquila, ya que los chicos de la guardería se han ganado mi confianza - respondí cargando a mi hijo.

Loki abrió la puerta para ambos. El hotel se encontraba particularmente silencioso, al parecer varios chicos siguen dormidos después de la fiesta de anoche. Al momento de bajar por la escalera Loki se puso frente a nosotros, supongo que teme que caigamos. 

— Nos vamos a divertir mucho - murmuraba Loki mientras caminábamos el tramo restante. Xiro miraba a su padre con interés, parecía seguir cada uno de sus movimientos y lo acompañaba en sus sonrisas. Ambos se parecen demasiado.

Finalmente, llegamos a la guardería. Loki se detuvo en la entrada mientras yo seguí caminando hasta los chicos que miraban ansioso a Xiro.

- !Hola, Campeón! - saludo Franco.

En cuanto lo tomo en sus brazos, se dirigió a la mesa, ambos comenzaron a colorear.

— No se preocupe, está en buenas manos - dijo Maddy tomando la bolsa que preparamos para él.

— Lo sé - dije. Me alejé sin despegar los ojos de ellos. Cuando llegue a la puerta, Loki seguía ahí de pie mirando en la misma dirección que - ¿Nos vamos?

— ¿Crees que Xiro se esté encariñando con él? 

— En ese caso no me molestaría contratarlo como niñero - dije. Loki hizo algo parecido a un puchero - ¿Estás bien?¿Aún quieres ir?

Loki fijo sus ojos en mí.

— Claro que sí.

Le dio una última mirada a Xiro antes de que saliéramos al fin del lugar. Loki parecía pensativo. Nos detuvimos a los pies de la escalera.

— Debo ir por mi mochila - dije. Loki me detuvo.

— Iré yo, hay que ir rápido.

— Yo soy rápida - reclame.

— Yo lo soy más - sonrió, sujeto mi rostro dejando un beso rápido en mis labios. Susurro un "ya regreso" y se marchó.

No pude evitar soltar un suspiro, me siento la mujer mas afortunada del mundo, tengo un guapo prometido que me ama y al hijo mas maravilloso del mundo. Hace algunos años me hubiese parecido inpensable algo asi, alguien como yo, quien siempre fue una marginada y detestada tendria algun dia una familia. Siempre crei que viviria sola y sin amor en esa enorme casa el resto de mi vida.

Mi mente se centro en los pasos que se escuchaban desde el exterior, conozco muy bien esas pisadas, Steve apareció por la entrada principal. Se veía descansado y relajado.

— ¿Asumo que estabas corriendo por ahí?

Sonrió.

— Necesitaba respirar - respondió.

— Estamos en una isla - dije.

— Lo sé, pero este sitio es un poco sofocante - continuo - es demasiado ...

— Tony - continué. Ambos reímos.

— ¿Tú que haces aquí?

— Loki y yo iremos a dar un paseo por la isla - respondí.

— Interesante - dijo este. Había una rara sonrisa en él, quizás de incomodidad - ¿Qué hay de tu hijo?

— Se encuentra en la guardería - respondí, Steve asintió - ¿Puedo pedirte algo?

El Regalo de esa nocheWhere stories live. Discover now