El Regalo de esa noche

Una noticia en la oscuridad

Escucho voces a mi alrededor y también sonidos de pequeños artefactos metálicos, mi lengua esta pastosa y mis extremidades acalambradas. ¿Qué es esto? , mi espalda esta sobre una superficie plana y dura.

Lo último que recuerdo es el auto bus, salvar a las personas y correr por el bosque y a él electrocutándome.

- Prepárenla – dijo una voz desde la oscuridad.

¿Prepararme? ¿Para qué?

Escuche un extraño sonido y luego algo parecido a un flash. ¿Qué fue eso? . Trate de moverme pero estaba atada. Al parecer nadie de alrededor se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo.

- Listo, llévenla a quirófano – ordeno una voz femenina.

¿Quirófano?¿Que piensan hacerme? . Volví a removerme .

- Está despertando – informo una voz masculina.

- No importa de todos modos no podrá moverse – dijo la primera voz.

- ¿A dónde me llevan? – pregunte en un susurro.

- Vaya eres más fuerte de lo que aparentas – dijo la voz de la mujer.

- ¿Quiénes son ustedes? – volví a preguntar.

- Somos tu futuro – contesto con una tétrica voz.

- ¿Futuro? – susurre perdiendo la conciencia.

Había un fuerte olor a alcohol y otros raros químicos, escuchaba un par de pasos a mi alrededor, parecía que preparasen algo.

- Llegaron sus exámenes – dijo otra voz femenina, no es la primera mujer que me hablo la voz de esta es más suave aunque igual de tétrica.

- ¿Qué dicen? – pregunto otra.

- Al parecer todo normal .. excepto por – hubo un silencio de unos segundos.

- ¿Por? – insistió la otra mujer.

- Esta embarazada – termino.

- Vaya noticia – contesto la otra.

¿Embarazada? ¿Están hablando de mi?

- El feto no sobrevivirá a las intervenciones – hubo otro silencio – es una pena.

¡Habla De Mi! ¿!Estoy Embarazada?! ¿Cómo? ¿Qué?

Volví a moverme, los brazos de una de ellas me sujetaron.

- Anestésiala de nuevo .

¿Anestesiarme? Ni crean. Desde el interior de mi surgió esa fuerza salvaje que aparece en situaciones de peligro pero esta vez estaba lo bastante consiente como para controlarme. Me levante con tanta fuerza que destrui los cinturones que me sujetaban a esa camilla, la mujer seguía tratando de detenerme, choque mi cabeza con la de ella haciendo que perdiera el conocimiento, la mujer restante trato de pedir ayuda de un teléfono desde la pared, lo arranque de un solo tiro de la pared tome la aguja en su mano y la clave en su pecho haciendo que todo el liquido se drenara.

Sali al largo pasillo iluminado solo por una ocasional ampolleta, mis piernas no me respondían del todo lo que me hacia mas difícil escapar del lugar, doblaba por cada esquina que podía, hasta que logre llegar a una puerta al parecer era la salida, cuando mi pie toco la fría calle note que estaba descalza y que habían cambiado mi ropa por una bata. Una sirena sono de tras de mi y los gritos y pisadas de un grupo de hombres me puso en alerta.

Corria a medias por las calles de una ciudad que no conocía, avance otro par de metros hasta sentirme completamente exhausta, al parecer lograron inyectarme algo. Mi respiración se convertía en vapor, mi corazón se estaba saliendo, fui palpando partes de mi cuerpo hasta detenerme en mi estomago.

¿Embarazada? Mire hacia el cielo nocturno ¿Estoy Embarazada?.

- ¡Alto Ahí! – grito un hombre apuntándome.

Maldición , masculle.

- La encontré – grito otro. En un par de segundos estaba rodeada por un grupo de hombres armados.

Necesito ayuda, mire arriba otra vez . Ayúdenme. Desde el cielo aparecio un resplandor que se acercaba a gran velocidad, me rodeo, e hizo que el grupo de mercenarios retrocediera. Viaje a gran velocidad por un túnel hasta que mis pies volvieron a tocar una superficie dura, reconoci el lugar cubierto de oro y también al hombre que sujetaba la espada.

- Señorita Alex – dijo.

- Heimdall – susurre antes de desmayarme.