Fui con Xiro al centro comercial por un obsequio para Alex. Por lo que oí, hay un día en el que se celebra la maternidad en el planeta. En Asgard las mujeres no necesitan ese tipo de reconocimiento anual, ya que ellas tienen más que claro lo espaciales que son y que sin ellas no seriamos nada. Odín lo tenía más que claro y nos lo recordaba a nosotros a diario. Aunque puedo usarlo como una excusa para obsequiarle algo y animarla.
Aunque todo quedo claro quiero hacerla sentir especial. Despertar junto a mí ya es un momento especial, pero me gustaría hacerlo mejor.
En cada corredor había diferentes tipos de artículos, de los cuales no conocía o entendía la mayoría.
- ¿Tienes alguna idea de lo que tu madre quiera? – Xiro señalo hacia una de las ventanas, lo que supongo que era un perro de color blanco y orejas de color negro estaba sentado sobre un televisor que repetía la imagen del mismo animal bailando – me parece que eso es algo que tú quieres.
- ¿Le interesa? – pregunto el chico que estaba recargado en la vitrina contraria.
- Solo a él.
- Un bebe y Snoopy son la mejor manera de atraer chicas – dijo sonriendo.
- ¿Es un perro? – señalé.
- Pero las mujeres lo aman y apuesto a que su novia también lo haría. Le aseguro que con esta letal combinación pasara una noche muy extenuante.
Dedique una risa al libertino comentario, aunque no porque fuera verdad, si no por lo gracioso, jamás me había hecho falta algo así para llevar a una mujer a la cama, nunca se me habían resistido. Claro hasta Alex, el que se me niegue me hace desearla más y obliga a usar todo mi arsenal. Todo el juego hacia más excitante el premio.Aunque después de lo ocurrido hace un mes no me he atrevido a tocarla, tengo la sensación de que fuera a desvanecerse si llego a hacerlo, lo que me lleva a un dilema
- Abajo – dijo Xiro después de terminar de recorrer otro pasillo.
- ¿Quieres caminar? – Xiro asintió, lo deje en el suelo, sujete su pequeña mano – mantente cerca de mí.
No encuentro nada útil. Fuera de una tienda había una señalización que desquiciaba a quien fuera que pasara por ahí.
- ¿Le interesa? – pregunto una mujer con ropa muy ajustada y rostro muy marcado por el maquillaje - Victoria Secrets es lo mejor para mantener un matrimonio.
- ¿Qué ofrece? - pregunté, la mujer me miro como si fuera un demente, pero aun así señaló a la pantalla aún lado de ella. Solo vi mujeres con escasa ropa bailando - ¿Y?
- Es ropa interior, señor - aclaro la mujer.
Me repetí a mi mismo esa palabra. Verla con ese tipo de ropa habría de ser un placer y el quitársela sería sublime, pero este no es el mejor momento para eso. Un par de chicas salieron de ahí ambas muy felices y hablando banalidades, detrás de ellas salieron dos chicos cargados de bolsas.
- No es buen momento - dije alejándome. Tuve una llamada de atención de mi brazo izquierdo. Mire a Xiro.
- Hambre - dijo.
- Vinimos por un obsequio - dije. Xiro tiro con más fuerza mi brazo - Está bien - Xiro sonrió - Sabes de donde yo vengo los niño obedecen a su padre ... - guarde silencio unos segundos - aunque yo no soy el mejor ejemplo y ... Me alegra que aún no entiendas todo lo que te digo.
Xiro señalo sobre un enorme mostrador lleno de dulces. Se nota que es mi hijo. Lo levanté para que escogiera mejor. Bajo la atenta mirada de los empleados nos deslizamos por el cristal hasta que él señaló un par de galletas con forma de pez.
- Queremos dos - dije a la chica, la chica suspiro al ver a Xiro - ¿Desea algo más?
- Sí, queremos leche tibia y un café - senté a Xiro en mi pierna, corte su galleta en pequeños pedazos después de que intentara engullirlo desde la cola - Te pareces a Thor - reclame. Me di una cachetada mental, debo pensar mejor lo que digo.
Xiro bebía su leche mientras yo bebía mi café. Todas son cosas inútiles y me parece todo tan absurdo, ha excepción de la ropa interior. En mi descuido Xiro tomo mi café y le dio un largo trago.
-! No! Alex me va a matar - ya se había bebido su leche por lo que no había manera de contrarrestar el efecto - Genial, otro problema. No se lo mencionaremos ¿Entendido?
Varias chicas se sentaron en la mesa detrás de nosotros. Tenían un gran escándalo, risas chillonas y gritos. Luego las oí murmurar, sé que hablaban de mí, era obvio. Pero no estoy de humor y no es divertido si Alex no está aquí.
- Tocaron a mi hombro - ¿Disculpa?
- ¿Si? - pregunte. El grupo de cinco chicas sonrió perdida.
- ¿T- Te importaría si nos sacamos una foto ...? - Suspire, es momento de matar ilusiones - Con él.
Señalo mis brazos.
- ¿A Xiro?
- ¿Se llama Xiro? - chillaron. Sentaron a mi hijo entre ellas todas sonreían. Incluyendo al pequeño galán - Tienes un hijo muy lindo.
- Aunque el Padre no se queda atrás - murmuraron.
Limpie un poco del labial de su mejilla. Si Alex estuviera aquí seguro estaría muerta de celos. Las chicas seguían chillando aun lado de nosotros lo extrañamente adorable que era el bebe.
- Hijo debes aprender a controlar tu encanto así como yo - sugerí, mi pequeño giro el rostro y me sonrió.
- Podríamos hacerla un GIF ¿No creen? - bromeo una pelirroja.
- ¿GIF? - pregunté.
Todas me miraron como si fuera un demente.
- Y sabes, las imágenes que se mueven - respondió una rubia.
- ¿Cómo la televisión? - pregunte.
- Algo parecido, solo que sin sonido - respondió la rubia.
- Y solo ves una imagen de un segundo haciendo lo mismo - dijo otra.
¿Una imagen que se repite? Conozco un artefacto que tiene exactamente el mismo propósito. Y que además de todo es eterno.
Tome a Xiro en brazos y lo lleve de ahí sin prestar atención a las molestas réplicas de esas mujeres. Lo levanté frente a mí, feliz por mi idea.
- Tengo el regalo perfecto para tu madre - Solo debo de hablar con Heimdall para que este le entregue el mensaje al inútil de Thor y luego a mi madre. Realmente la extraño, la mujer que me enseño todo lo que sé y que siempre estuvo para mí aun cuando yo no hacia más que alejarla. Si no fuera por ella, yo no estaría aquí con mi hijo y mi mujer.
La luz del bifrost tocó tierra por unos segundos, solo un guardia quedó de pie frente a la humeante marca.
- Señor - dijo inclinándose ante mí y mi hijo. Alzó el objeto frente a mí, lo tomé y di la señal para qué se retirará - antes de irme, la reina me ha pedido que le entregué esto también.
- ¿Una carta? - murmuré, despedí al guardia.
"Querido hijo, espero que te encuentres de maravilla. No hemos escuchado noticias de ti más que la que nos trae tu hermano ¿Te molestaría enviar una carta de vez en cuando?", con amor tu Madre.
Me la imagino escribiendo esta nota, se me escapo una sonrisa. Xiro sostuvo el papel y lo miro atento.
- Es de tu abuela - dije. Xiro me sonrió y miro hacia arriba.
Este capítulo lleva cerca de tres años guardado, siempre olvidaba subirlo, pero esta vez lo recordé.
Por si no se comprende este capítulo es la precuela del capítulo "Recuerdo".
"Feliz día para todas las lectoras que sean madres"
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El Regalo de esa noche
Random¿Que hubiese pasado si Alex hubiese escapado?¿Si lograra escapar gracias a un secreto?¿Una noche que lo cambia todo?