*Capitulo 3: La Primera Cita-

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La cita seria al día siguiente, pasaría por ella a su casa, dirección que me concedió después de mucho pensarlo, era algo difícil la chica, ese día me sentí algo aliviado, ya tenía a la chica ahora lo siguiente era conquistarla, tarea un poco complicada.

Decidí guardar el secreto, aun no era tiempo de darle la noticia a mi padre, el cual estaba desesperado, cayendo en el asqueroso vicio del alcohol, mi madre se refugiaba en su jardín, pasaba ahí horas injertando y regando plantas, por otra parte mi hermana Soumaya vivía en su mundo de amor y paz, siempre en sus largas y fastidiosas sesiones de yoga, era una hippy, así que solo quedaba yo, siempre había sido así, digamos que mi familia era algo disfuncional.

¿A dónde la podría llevar?, un bar, un antro o un restaurant, era algo complicada esa decisión ¿A dónde podría llevar a un chica como ella?, me decidí por llevarla a un restaurant, era lo más casual, no lo pensé dos veces, me vestí lo mejor que pude era atractivo pero de todas formas debía esmerarme, debía volver loca a esa chica, llegue tres minutos antes de lo acordado, ¿esa era la casa? vaya en verdad era humilde, el tamaño de su hogar era tan solo el tamaño de mi habitación. Baje de mi deportivo, trate de buscar el timbre pero no tenia así que decidí tocar la puerta con mi mano, no tardo mucho en abrirse, una mujer algo mayor de mandil blanco y una enorme sonrisa me saludo.

-Buena tarde- sonreía mientras tañaba sus manos mojadas en el mandil blanco- ¿Qué se le ofrece?

-Buenas, ¿se encuentra ______ (tn)?- le devolví el gesto.

-¿Para que la busca?- menciono el mismo hombre que vi en la empresa, el cual me miraba de pies a cabeza, sabia quien era yo, pero no comprendía el porqué iba a buscar a su hija.

-Papá, el es el joven Skandar Keynes- lo interrumpió ________ (tn) que salía a escena, se veía linda, en su cabello suelto llevaba una diadema roja combinando con sus labios, un abrigo blanco y unos jeans, sencillamente bella- recuerda que les conté de lo sucedido ayer- le explico _____ (tn) a su padre.

-Claro, gracias joven- la madre de _________ (tn) todo el tiempo tenia dibujada una sonrisa en sus labios.

-¿Y a donde irán?- don Robert no se veía convencido de mis "buenas intenciones" y tenía razón, pero de todas maneras su actitud me incomodaba.

-A un restaurant de aquí cerca- conteste ágilmente, tratando de de calmar lo tenso del ambiente.

-Está bien, papá, mamá en unas horas vuelvo- se despidió ________ (tn) saliendo de su hogar en mi compañía.

El restaurant era sencillo, no podía ser algo mas, pensé que si llevaba a la chica a un lugar más elegante la incomodaría, acierto y punto para mi, pues nuestro primer tema de conversación fue ese, ella me confesó que ese lugar era su favorito, su padre los llevaba a cenar ahí cada que se celebraba algo especial en su familia, vaya que era una familia unida todo lo contrario a la mía.

Amenizamos la comida con algo de beber, ella refresco yo una copa de vino, no podía perder el estilo, el ambiente era tenso ella era tímida y reservada, así que yo empecé la charla.

-¿Y cómo te sientes?- no sabía que decir, así que dije lo primero que se me ocurrió.

-Bien, ¿Por qué hace esto?- me miraba fijamente tal vez sospechaba algo.

-¿No entiendo?

-Sí, esto- respiro hondo - disculpe, pero alguien como usted no invita a cualquier persona a salir a menos que necesite algo de ella- ¿sospechaba lo que tramaba? pero de ser cierto ni loco se lo confirmaría.

-Claro, tienes razón,-tome un poco de vino y continúe- necesito tu amistad- ella solo sonrió y negó con la cabeza- ¡es verdad!, es lo único que te pido- era un mentiroso en potencia.

-Por ahora le creeré- me sonrió y bebió de se refresco.

La tarde fue linda, _______ (tn) era una chica inteligente y reservada, pero tenía un toque de picardía que hacia su charla interesante, no me conto mucho de ella, tan solo contestaba algunas preguntas que le formulaba, yo al igual que ella respondí algunos cuestionamientos que ella me hacía, pero para mi mala fortuna no demoro mucho nuestra primera cita, así como por desgracia no pude ganar terreno en su corazón, ¡rayos!

Herencia De Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora