Capitulo 28: La idea de un futuro***

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Lo prometido es deuda, aquí esta el cápitulo, espero y les guste :3

Bien ya no escribo más disfruten el capitulo. Prometo subir otro el Lunes, palabra de chica Skandarian :p

Su cara me daba una tenue sonrisa pero el color rojizo casi morado en su mejilla y su labio partido me enrabiaba. ¿Qué estúpido la había golpeado?

— Quita esa cara, estoy bien, solo fue un golpe —. Trataba de calmarme pero no podía —. Anda, cálmate. ¿Cómo te fue en el trabajo?

— Bien ___ (tn), ¿De verdad estas bien?

— Si, eres un exagerado ¿Sabes? —. Ladeo la cabeza sonriendo.

— Y tú eres una inhumana contigo misma.

Me acerque a ella enredándola entre mis brazos. El recuerdo de su piel contra la mía me reconfortaba y aislaba de esos momentos de rabia.

— ¿Quién sería? —. Pregunte en voz alta.

— No lo sé, no importa, solo se han llevado cosas que después podremos comprar. —dijo contra mi pecho.

— Eso es lo extraño —me separe para poder verla a la cara —. Solo se han llevado cosas simples, tal pareciera que su único propósito fue golpearte. ¿Cómo sucedió?

____ (tn) torció la boca pero al hacerlo de inmediato se quejo, la herida la había lastimado.

— Todo fue muy rápido, estaba en la creencia que eras tú quien tocabas la puerta, ya sabes que nunca has podido abrirla. Abrí y tres hombres encapuchados entraron. Uno me empujo y caí al suelo después me dio una bofetada.

— Maldito. —la sangre me hervía.

— tranquilo Skandar, ya todo paso.

Sus brazos enredados en mi me daban tranquilidad. La estreche fuerte y le bese el cabello, nunca dejaría que nadie la golpeara, quería protegerla hasta de mi mismo.

— Te extrañe. —murmuro.

— Yo también —. Tome sus mejillas con mis manos haciéndola mirarme a los ojos —. Eres lo mas importante en mi vida ___ (tn), no quiero que nadie te lastime, nunca lo permitiré.

— Oh Skandar.

Sus labios sobre los míos me hacían escapar del mundo real, despejarme de sufrimientos y preocupaciones. No cabía duda ___ (tn) era mi cura, la cura que la vida me había guardado con recelo por años.

— Te amo.

Susurre sobre sus labios. Ella sonrió iluminando sus negros ojos de alegría. Era la mujer más hermosa de la existencia y ahora era mía. Toda mía.

— Quisiera estar contigo de nuevo pero no quiero lastimarte, estas adolorida por los golpes de esos malditos cabrones.

Refunfuñe. ___ (tn) rodeo los ojos y me beso de nuevo con tanta pasión que por un momento se olvido de su labio roto. Al instante se detuvo.

— ¿Te dolió verdad?

— Sí. —susurro ruborizada.

Le tome las mejillas y muy despacio deposite besos en su labio, en las comisuras de la boca, en el mentón, bajando lentamente a su cuello. Su olor me volvía loco.

— Oh, ___ (tn), cuanto te deseo. —susurre entre besos suaves sobre su piel.

Sabía que debía detenerme. Ella estaba adolorida por los golpes, no podía hacerlo ahora, la abrace con todo el amor que podía transmitirle, ella me respondió de igual manera. Amaba a ____(tn) más que a mí mismo. Ahora que había visto esa escena de ella lastimada me daba cuenta que lo que sentía era algo único y nuevo, algo intenso y profundo. Amaba a esa mujer, la amaba tanto que podría dar mi vida por ella.

— Nunca te separes de mi ____ (tn)

Le dije hundiendo mi nariz en su cabello, su aroma era único. El mejor perfume de todos en el mundo.

— Nunca Skandar... ¿Por qué lo dices?

— Porque me he dado cuenta que eres más de lo que imaginaba, en este tiempo te has convertido en todo para mí. Sé que si un día me dejaras no podría ser el mismo —. Me separe y le tome las manos mirándola a la cara —. Me he dado cuenta que has cambiado mi visión del mundo, me has enseñado que el dinero no lo es todo porque ahora tu eres todo para mí y si en mis manos estuviera renunciar a esa herencia lo haría. Ahora que te tengo nada de eso me importa podría trabajar todo el día para darte una mejor vida, te protegería y haría un buen futuro para nuestros hijos.

— ¡¿Hijos?! —. Pregunto sorprendida, divertida.

— Si —. Sonreí.

— ¿Piensas en tener hijos conmigo?

— Claro, ___ (tn) eres una mujer hermosa, madura, sencilla, cariñosa, bondadosa, ¿Qué más puedo decir? Serias una madre perfecta. La mejor para mis hijos.

Me sonrió de oreja a oreja y se avalancho a mis brazos. Sonreí ante su impulso. Oh mi bella esposa.

— Te amo Skandar, yo también quiero eso pero aun no, es muy pronto.

Me dijo aun entre mis brazos.

— ¿Qué te parece en medio año? —. Propuse.

— ¿Embarazarme? —. Me soltó y parpadeo rápidamente.

— Si.

— Vale pero con una condición. —. Su sonrisa era picara.

— ¿Cuál?

— Quiero que antes de eso, arregles las cosas con tu familia.

¿Qué? No. Eso no.

— No lo creo, cariño.

Arrugo la frente y cruzo los brazos. Oh, como amaba ese puchero.

— Skandar, no debes ser rencoroso, todos nos equivocamos, tus padres quizá sean victimas también.

— ¿A qué te refieres?

La tome de la mano y nos sentamos en el único sofá que teníamos.

— A que tal vez ellos también sufrieron como tú, quizá sus padres cometieron el mismo error.

— No lo creo.

Me negué era imposible. Mi padre era un cortante e inhumano por naturaleza.

— Skandar —. Me tomo de las mejillas haciéndome verla a los ojos —. Por favor.

— Está bien, solo por ti.

Me sonrió complacida. Ahora debería hablar con mis padres ¿Cómo? No lo sabía pero sería pronto.

Herencia De Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora