CAPITULO 20: UN CONSEJO***

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Narra _____ (tn):

A pesar de lo tétrico del ambiente de la boda, disfrutaba el momento, Skandar todo el tiempo estaba pendiente de que me sintiera tranquila, impidiendo que la incomodidad se posicionara de mi, hasta ese momento el banquete no había sido servido cosa que yo agradecía, por lo que sabía esa gente estaba acostumbraba a comer con tanta rigurosidad que cualquier equivocación en mi seria causa de burla en ellos, Skandar me presentaba a cada uno de sus familiares y amigos como su esposa hasta ese momento no se había alejado de mi lado pero un llamado de un familiar para hablar en privado me dejaba a solas en medio de tantos desconocidos.

-¿Ese vestidito es de los que hace tu mami?- Detestaba su forma de usar diminutivos para todo- Porque no parece ser de buena marca.

-No es de lo que hace mi madre- Seguí con la mirada a la rubia que se sentaba en la misma mesa que yo mostrando su pierna gracias a la gran abertura de su vestido mientras que tomaba vino de su copa- Y la verdad no sé si sea de marca o no Skandi no me lo dijo- Imite su peculiar forma de pronunciar el nombre de mi "esposo".

-Claro es de suponerse, tu jamás sabrías de marcas o diseños de calidad, digamos que tu solo sabes de vestidos corrientes y baratos- Entendía perfectamente el juego de Janneke, el cual era provocarme para reaccionar de la misma manera que hace cuatro días para que de esta forma quedara frente a todos como una salvaje pero no cedería aunque mi instinto me incitaba a reaccionar como ese día- Dime queridita, ¿Hasta cuándo te harás pasar como la esposa de Skandar?- ¿Era Skandar capaz de haberle contado la verdad?, lo más probable era que si, si no de que otra manera se enteraría.

-¿Por qué no se lo preguntas a él?, si ya te empezó a contar porque no le dices que termine de narrarte la historia- La rubia solo arqueo una de sus delgadas cejas y dio media sonrisa.

-Digamos que Skandi, no quiere contarme esa historia y no creas que es porque no tiene confianza en mi más bien es porque le da vergüenza decir que está casado con alguien como tu- La mirada repudiante de mi acompañante recorrió mi cuerpo- A nadie le gustaría decir que está casado con una salvaje pobretona como tú.

-Tienes razón pero tampoco creo que desearía casarse con una hueca como tu- Quería guerra pues guerra tendría- Un hombre no solo se conforma con un cuerpo para satisfacer sus necesidades físicas también necesita que su esposa sea inteligente cosa que dudo que lo seas, eres todo un cliché Janneke, eres una rubia tonta.

-Eres una estúpida- Pude detener la mano de mi adversaria en el aire impidiendo su choque en mi mejilla, apreté con todo mi odio su mano mientras que la rubia se quejaba de dolor.

-Salvaje o no, soy la esposa de Skandar- Mantenía mi agarre en la muñeca de la rubia.

-Pues estoy segura de que aunque seas su esposa él me buscara a mí como siempre lo ha hecho- Su rostro estaba totalmente ruborizado mientras que su mano libre trataba de apartar la mía.

-Solo una cosa Janneke, pobre, salvaje e ignorante soy la esposa de Skandar Keynes- Solté bruscamente la mano de mi contendiente- Y si él te mira a ti serás la amante, la querida o la otra así seas una señorita de la alta o no.

Lo tenso de la facción facial de Janneke y su mandíbula a punto de zafarse de su rostro me indicaban que había dicho lo correcto mas no todo lo que quería decir.

-Te aseguro que te arrepentirás de todo esto estúpida- Janneke lanzaba veneno como serpiente- Y cuando menos lo esperes Skandar estará conmigo.

-Veamos si eso pasa, Skandar es mi esposo y jamás te dejare el camino libre- Rayos ¿Qué había dicho?, ¿era mi respuesta por contradecirla o porque en verdad no dejaría que me alejara de Skandar?

-Ya lo veremos queridita, ya lo veremos- La rubia se levanto de la mesa teniendo en la mira el cuerpo de Skandar quien minutos después caminaba a la pista de baile en su compañía, era un tonto ¿Cómo se atrevía a bailar con ella en mi cara?, no lo soporte mas y Salí de ese lugar.

-¿A dónde vas Prima? Aun no se termina la fiesta- Escuche detrás mío- Y tampoco me has felicitado por mi boda.

-Felicidades- Gire lentamente encontrándome con William- Y no me iba solo quería ir al baño- Mentí ya que si le decía a el que me marchaba seria como publicarlo en primera plana del periódico.

-Pero los baños no son hacia acá, hacia la dirección n la que ibas es la salida- Sonrió- Los baños están hacia el fondo.

-Claro- Trate de avanzar pero su voz me detuvo de nuevo.

-Vaya que mi primo es afortunado, bailar con su ex novia a vista de su recién esposa- Carcajeo de forma molesta- Vaya que eres moderna.

-No es que sea moderna primito- Utilice su recurrente calificativo- Es solo que no me gusta protagonizar espectáculos para la gente fantoche como la que hay aquí.

-Claro claro pero de todas formas deberías de marcarle un alto a Janneke, ella es muy atractiva- William se comía con los ojos a la rubia que sonreía exageradamente en los brazos de Skandar- No sé, cualquier hombre sería feliz con una mujer así.

-Lo sé William los hombres suelen fijarse solo en la envoltura aunque está este vacía- Sentía que me quemaba por dentro y que en cualquier momento estallaría- Y ahora si no te molesta me voy- Me aleje lo más rápido que pude del tipo sangrón que se burlaba de mi sin la más mínima cordura, camine de prisa tratando de ser ignorada por los presentes, mi único escondite el baño, entre de prisa y de manera frustrante golpe todo lo que pude aunque al final solo la que se lastimo fui yo, el duro material de los lavabos era más fuerte que mis puños.

-¿Te sucede algo?-Escuche detrás mío- ¿No te miras bien?- Logre mirar a la novia a través del espejo.

-No me pasa nada, por cierto felicidades- Volteé y le sonreí tenuemente- No había tenido la oportunidad de felicitarte.

-Lo sé, hoy más que nunca tengo la atención de todos- Dijo lavándose las manos- ¿Y qué tal va tu matrimonio?

-Bien, si ignoramos la escena actual en la pista de baile creo que puedo decir que sobrevivo.

-¿No va bien?- Me pregunto sorprendida

-Dejemos de fingir- Decidí quitarme la máscara- ¿Tu también te casas con William por causa de la herencia cierto?-Carolina agacho la cabeza y de manera afligida me confirmo lo sospechado- ¿Tu porque lo hiciste? ¿Te obligo?

-No, yo lo hago porque lo amo aunque sé muy bien que el por mí no siente nada- Algunas lagrimas empezaron a rodar por sus mejillas- Siempre ha sido así pero eso no importa- Respiro y trato de tranquilizarse- ¿Tu porque lo hiciste?

-Me obligo- Solté sin pensar, tenía tantas cosas guardadas que necesitaba ser escuchada por alguien- Si no fuera por eso jamás lo hubiera hecho.

-Pero pareciera que en verdad están enamorados- Me miro atenta.

-¿Por qué lo dices?

-Hace un momento los vi bailar- Una enorme sonrisa apareció en su rostro- Se veían tan lindos.

-Skandar hace esa cara con todas- Ese horrible hueco en el estomago regresaba al solo recordar la escena de Janneke y el bailando- Ahora mismo tiene esa carita tierna con Janneke en la pista de baile- Estaba furiosa pero no comprendía por qué.

-Oye tu no debes dejarla, es tu esposo- Me tomo de los hombros y me miro fijamente- Es tuyo.

Tenía razón no le dejaría el camino fácil a Janneke, el era mi esposo, mío, aunque fuera una farsa debía respetarme y darme mi lugar, Salí de ese sitio en busca de los "románticos bailarines" pero en la pista ya no estaban ¿en donde se habían metido?

Herencia De Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora