Todo iba viento en popa, Alan se encontraba notablemente mejor, no me había despegado ni un solo momento de su lado hasta hoy que fue a buscar ropa limpia.
Al entrar a la habitación el doctor y Alan mantenían una acalorada charla, en cuanto se dieron cuenta de mi presencia dejaron de hablar aunque el semblante serio del doctor no cambió.
-Amor.- Alzo su mano hacia mi.
-Cariño -corrí a tomar su mano- que bien te vez hoy.-
-Bien señor Rickman, reanudando nuestra conversación, déjeme continuar con la sugerencia...
-Eso es todo doctor, lo tomaré en cuenta pero por ahora solo quiero regresar a casa.- Interrumpió mi novio.
-Si es eso es lo que desea señor Rickman lo daré de alta inmediatamente. Buen día.- Se retiró.
-Creí que jamás escucharía esas palabras -suspiré aliviada- fue un infierno los días que no me dejaron entrar a verte.-
Su gesto cambió.
-¿Por qué no te dejaron entrar?-
-Solo familiares pueden entrar y el hecho de llevar a tu hijo dentro no cuenta aparentemente.-
Se quedó en silencio.
-Bueno ya eso quedó atrás, ahora empaquemos tus cosas que nos haces falta en casa.- Admití.
-¿Nos?- Preguntó curioso.
-Nuestro hijo extraña a su padre.- Acaricié al diminuto bulto que apenas se formaba en mi vientre.
Una ancha sonrisa iluminó su rostro.
-Nuestro hijo.- Repitió maravillado.
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HABLEME MR. RICKMAN
FanfictionMi más grande sueño se volvió realidad, conocí a Alan Rickman pero hay un problema, a pesar de la creencia popular él no es para nada amable, al menos no conmigo, ni siquiera me dirige la palabra. Haré lo imposible con tal que me hable.