Escuche voces a mi alrededor y sentí a alguien sujetando mi mano pero no podía abrir los ojos.
Había mucho frío en la habitación y tenía agujas en los brazos.
-Es increíble lo que hizo en su estado, vaya que ponerse a correr después de tener una cesárea.- Reprochó el doctor.
Apretaron mi mano.
-Estaba preocupada por mí.-
-No es excusa, tiene que pensar primero en su salud y luego en todo lo demás.-
-No la conoces, a veces puede ser muy impulsiva pero sin malas intenciones.-
-Eres muy afortunado Rickman, no la dejes ir.-
-Ya es tarde para eso. Debe de odiarme.
-Pues por lo que me contaste no lo creo, solo tienen que hablar con la verdad, debes decirle las cosas como son y dejarla que tome sus propias decisiones.-
Comencé a moverme.
-Esta despertando, los dejo solos.-
-Te debo una Mark.- Cerraron la puerta.
Al fin logré abrir los ojos pero todo se veía borroso, Alan se veía demacrado y con cables colgando, el pelo lo tenía más cenizo que lo normal y hubiera jurado que habían más arrugas en su rostro que la última vez que lo vi.
-Alan.- Mi voz sonó rasposa.
-Ten.- Me ayudó a tomar agua.
-Emma me dijo la verdad.-
No respondió.
-Nunca te mejoraste, sólo dejaste de tratar.-
Siguió sin hablar.
-Lo sabes desde aquel día que te sangró la nariz y no me dejaban entrar a verte.-
Silencio.
-Pero decidiste callarte porque yo estaba embarazada, por eso estabas discutiendo con el doctor ese día.-
Silencio.
-Por eso estabas raro el día de tu cumpleaños y por eso volviste a fumar, ya que sentido tiene cuidar tus pulmones.- Terminé en un susurro.
Silencio.
-Hablame.- Supliqué
Una lágrima se resbaló por su mejilla. Sujeto fuertemente mi mano y se arrodilló.
-Tienes toda una vida llena de posibilidades, no quiero que te la pierdas por mi culpa, los niños y tu no tienen porque lidiar con todo esto. No es justo para ustedes.-
Le mostré mi dedo anular.
-Dejame escoger lo que es mejor para mí y los bebés.-
-Te pusiste el anillo otra vez.- Se emocionó
-¿Por qué dejaste que pensará que me engañabas?-
-Era más fácil así.-
-¿Y cuando te murieras no creiste que me daría cuenta que mentiste?-
Se encogió de hombros.
-Tenia la esperanza que para ese entonces yo ya no significaría nada para ti.-
-Eres el padre mis hijos Alan y por mas problemas que tengamos eso nunca va a cambiar.-
-¿Me perdonas?-
-Con una condición.-
-La que quieras.-
-Que nos casemos en cuanto salgamos de este maldito hospital.- Dije seriamente.
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HABLEME MR. RICKMAN
FanfictionMi más grande sueño se volvió realidad, conocí a Alan Rickman pero hay un problema, a pesar de la creencia popular él no es para nada amable, al menos no conmigo, ni siquiera me dirige la palabra. Haré lo imposible con tal que me hable.