-¿Trabajando duro o durando en el trabajo?- Se puso Emma a mi lado.
-¿No me vas a llevar al doctor?-
-Mejor aún te voy a dar el tratamiento Thompson, lo mejor que el dinero puede pagar.- Tomó mi mano
-¿A dónde me llevas?-
-A nuestra ultima gran aventura.-
Caminamos al centro de la plaza principal y se alejó despacio.
-¡Miren es Alan Rickman!- Gritó como adolescente hormonal.
De pronto me vi rodeado de un mar de personas pidiéndome autógrafos y fotos.
-Suficiente señores, el señor Rickman tiene compromisos, hasta luego.-
Corrimos entre la multitud y doblamos en un callejón concurrido.
-¿Ahora que?-
-¿Has escuchado sobre el teatro nudista?- Guiñó un ojo.
Nos acomodamos en nuestros lugares y disfrutamos de la función.
A medio acto solicitaron voluntarios para integrarse en el reparto.
Emma inmediatamente alzo mi mano y grito: ¡Voluntario!
-Date por muerta.- Gruñé.
Subí al escenario y di mi mejor actuación de la vida.
El público nos aplaudió y hasta nos lanzaron rosas y sostenes, baje de la tarima y me acerqué a mi amiga.
-Espero que estés contenta.- Comencé a salir del edificio.
-Alan espera.- La ignoré
-Alan detente.- Me sujetó del hombro.
-Cambia esa cara.-
-No es para tanto Rickman, no hubo nada que no hubiera visto en el pasado.-
Me crucé de brazos y me ruboricé.
-Ademas - dijo- aun no acaba el día, ¿que piensas de clases de salsa?-
Me jaló a otro edificio.
Estuvimos como una hora dando vueltas sin parar hasta que nos llevó a la sala contigua para unas clases de "arte expresiva"
Al finalizar fuimos a comer tacos de cocodrilo y para el final de la tarde nos volvieron a reconocer y tuvimos que pedir nos rescataran.
-¿Que tal el tratamiento?-
Comencé a reír como hacía mucho tiempo no reía, reí hasta que me quedé sin aliento, la mejillas se me entumieron y lagrimas corrían por mi rostro.
-Te amo Emma.- Dije sinceramente.
-Te amo cielito.- Me besó la mejilla.
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HABLEME MR. RICKMAN
FanfictionMi más grande sueño se volvió realidad, conocí a Alan Rickman pero hay un problema, a pesar de la creencia popular él no es para nada amable, al menos no conmigo, ni siquiera me dirige la palabra. Haré lo imposible con tal que me hable.