-Fue una estupenda idea colgar una hamaca en el patio. - Dijo más para si mismo que para mí.
-Fue una estupenda idea comprar una casa con patio trasero. - Dije con una sonrisa.
Infló el pecho orgulloso.
-Lo sé soy genial. -
-Si que lo eres. - Rocé sus labios con los míos.
-Algún día, cuando esté terriblemente decaído, - comenzó a cantar en mi oído- cuando el mundo sea frío, sentiré un calor con solo pensar en ti, y la forma en la que luces está noche."- La luna estaba sorprendentemente grande esta noche lo que le daba una luz casi celestial a Alan.
Contuve un jadeo, la manera en la que lo amaba me hacía sentir que el corazón no entraba en mi pecho.
-Te amo Alan - Fue todo lo que alcancé a decir.
Me regaló su sonrisa de lado patentada.
-Y yo la amo a usted señora Rickman. - Comenzó a mecernos con el pie.
Me acurruque en sus brazos, me aferré a su cuerpo tibio y cómodo, escondí la cara en su cuello, escuché un gemido bajito escapar de sus labios y las lágrimas hicieron acto de presencia.
-No puedo concebir mi vida sin usted señor Rickman. - La voz se me quebró pero seguí en mi escondite.
-Siempre estaré aquí a tu lado, de una forma u otra. - Acarició mi cabello.
"I'm so lonesome that I could Cry" de Hank Williams comenzó a sonar en la vieja radio de Alan.
-Eres lo mejor que me pasó en la vida, y no puedo esperar a encontrarte en la próxima Alan. -
-Te estaré esperando mi amor. - Dijo en un susurro tan suave que por un momento pensé que me lo había imaginado.
Seguí aferrada a él por un minuto más hasta que dejamos de mecernos, una ráfaga helada hizo que sintiera escalofríos, por fin saqué la cabeza de mi escondite preocupada por Alan.
La luna que hacía unos momentos nos alumbraba se había ocultado detrás de una nube dejándonos en un manto oscuro y tétrico dándole una apariencia macabra a Alan el cual tenía los ojos cerrados y el semblante sereno. Solo hasta que la hamaca dejó de mecerse completamente fui capaz de darme cuenta de lo quieto que estaba, estaba dormido, profundamente dormido.
Puse mi mano en su mejilla la cual cada vez se hacía más fría.
-Alan-
-Amor levántate. -
-Alan no... aun no por favor. - Lágrimas corrían por mis mejillas, el rostro de Alan se volvió borrosa, me aferré a su cuerpo inerte suplicandole a algo superior que no se lo llevara aún, que no me lo quitara todavía, que nos diera más tiempo, pero nadie atendió mi súplica.
"The silence of a falling star
Lights up a purple sky
And as I wonder where you are
I'm so lonesome I could cry"La radio se apagó dejándome completamente sola.
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HABLEME MR. RICKMAN
FanfictionMi más grande sueño se volvió realidad, conocí a Alan Rickman pero hay un problema, a pesar de la creencia popular él no es para nada amable, al menos no conmigo, ni siquiera me dirige la palabra. Haré lo imposible con tal que me hable.