Ella quedó mirándolo por unos cuantos segundos, era más guapo de lo que había imaginado, pero al verlo hacía que su corazón duela sin razón aparente.
—Hola—dijo Leah al alzar la mano con una sonrisa. Su intención era acabar con esto rápidamente.
Pero por el otro lado, esto parecía algo surreal, Tae estaba aterrado a tal punto que se cayó mientras sus ojos se abrían más por la extrañeza de la situación.
—¿Quién eres tú? — Tartamudeo el chico de piel clara, cabello castaño y ojos asustadizos. —¿Quién eres? — volvió a repetir con un tono de voz más alto.
—¡No grites! Por tu culpa voy a quedar sorda — ella parecía no percatarse que estaba hablando mucho más fuerte que él. — Mi nombre es Leah y podría decirse que soy ¿Tu ángel guardián?
Esa respuesta sin lugar a duda fue la peor, parecía una competencia por quién decía cosas más raras. Pero para aquellas situaciones siempre se encuentra una excusa y para él sin lugar a duda era el agotamiento.
Tae se negaba a creer lo que estaba viendo, así que como cualquier humano cuerdo y en sus cabales, salió corriendo de la habitación mientras gritaba que estaba volviéndose loco y empezaba a tener alucinaciones.
— Oye no me dejes hablando sola, juro que meteré tu cabeza por el retrete. —Exclamo ella mientras iba tras él para que pudiera seguir explicándole la situación.
—Ella no es real, ella no es real—repetía él como un casete descompuesto. —Debo estar volviéndome loco ¡Eso es!¡Eso es!
—¿Pasó algo? —preguntó uno de los dos chicos que estaba en la sala al verlo tapándose los oídos.
—Puedo mencionar algo Jimmy —dijo Tae mientras agarraba fuertemente las mangas de la polera de su compañero. —Esto puede parecer muy raro, pero no se rían y tampoco piensen que me estoy volviendo loco ¿Ok?
— No es necesario que nos digas algo para pensar que estás loco. Pero bueno ¿Qué pasa? — Intervino el otro muchacho de cabello negro.
—Una chica apareció en mi habitación y afirma ser mi "Ángel guardián"—remarcó esta última frase con los dedos, pero habló demasiado rápido así que, sin lugar a duda los dos jóvenes quedaron más confundidos de lo que estaban.
— ¡Tonto! — ella estaba muy exaltada. — Ya te dije que no soy parte de tu imaginación; además, tú eres el único quien me puede ver, ninguno de ellos me está viendo ¿Nunca has visto este tipo de películas?
—¡Cállate! —replicó el muy eufórico. —¿no entiendes que no quiero verte? ¡LARGOOO!
Al ver esa escena los dos chicos parecían confundidos y empezaron a mirar hacia todos lados mientras preguntaban a quien le hablaba y aquel pobre muchacho seguía señalando hacia una esquina y continuaba mencionando que ella decía ser un ángel.
—Debe ser el cansancio, estos días han sido muy agotadores — sostuvo sus hombros y arqueo la comisura de sus labios para reconfortarlo. — Prometo que el trabajo disminuirá con los días, ahora ve a tu habitación y descansa, es lo mejor para ti. Yo me encargaré del resto
—¿Bien? él jamás estará bien, ¡solo véanlo! es un tonto —susurro ella en voz baja.
—Pero Joon, no estoy loco. Ella sigue aquí.
Sus compañeros trataron de calmarlo y lo acompañaron hasta la puerta de su habitación, para que de esta manera pueda relajarse, aunque nada parecía funcionar ya que él seguía diciendo que ella estaba al lado de ellos. Y esto pareció tensar un poco el ambiente a tal punto que el chico pelinegro alzó la voz diciendo que no había nadie mientras buscaba hasta debajo de la cama.
—¡Tae ya ve a descansar! — dijo con voz gruesa tratando de imponer firmeza.
—Pero Joon, juro que no estoy loco — se agitó un poco como un niño que quería ser escuchado. — Además ya no soy un niño para que me den órdenes.
— Soy mayor que tú; así que, tienes que obedecerme y si te digo que te tires del puente más cercano ¡lo harás!, pero no te preocupes, no diré eso, solo quiero que descanses para que estés más tranquilo, me preocupas ¿Entiendes?
Él acento con la cabeza y procedió a pasar a su habitación mientras los dos jóvenes bien parecidos procedían a retirarse de ahí. Ella no quería darse por vencida así que intentó acercarse a él para aclararle que, aunque no quiera sería su guardián, pero antes de poder gritarlo a todo pulmón, vio aparecer la figura de un hombre vestido de negro, el cual sin lugar a duda no era de este mundo.
Y el impacto fue mayor, cuando él volteó y sonrió, lo que evidenciaba que podía verla; sin embargo, antes de que ella pudiera salir del transe que le había provocado verlo, esa sombra había cruzado la pared. En su inocencia ella pensó que era otro ángel, así que como ya se había vuelto costumbre, también lo siguió, aunque su emoción duró poco al darse cuenta que él no pensaba detenerse y no respondía a los pedidos para que haga un alto.
—¡Detente! — volvió a gritar Leah, con la excepción que en esta oportunidad él si pareció escucharla.
—¿Por qué me sigues Leah? — respondió él. — Aunque es bueno volver a verte
—¿Me conoces?
— Por supuesto, te conozco tan bien que jamás podré olvidarte —sus ojos parecían dos fusiles que querían atravesar la cabeza de la joven. —jamás.
—¿Eso quiere decir que éramos cercanos? —ella empezó a retroceder, parecía que empezaba a comprender los sentimientos de aquella otra alma.
—No, no te equivoques; nunca fuimos cercanos y tampoco me interesa serlo ahora
—Entonces ¿Qué haces acá? ¿También cuidas a un humano para que puedas ingresar al cielo?
Al escuchar eso, él empezó a reír descontroladamente, pero a los pocos instantes esa sonrisa se borró por completo al acercarse más a ella.
—Yo no vengo a cuidar a nadie, no tengo misiones estúpidas como tú; yo estoy aquí para matar ¿No te parece algo magnífico?
—¿Matar? — replicó Leah muy asustada.
— Si, como lo escuchas he venido a matar a una persona, que conoces muy bien — se fue acercando hasta su oído. —Su nombre es Tae —susurró dejándola desconcertada.
—Tú no puedes matarlo—ella lo miró desafiantemente. — Nosotros debemos cuidar a los humanos, guiarlos hasta su felicidad para poder ingresar al cielo.
—¿De verdad crees en esas tonterías?, él no merece ser feliz.
—¿Por qué lo dices? ¿Acaso ustedes se conocían cuando estabas vivo?
—Si, Tae es el culpable de mi muerte, él me mató ¡Tae me mató!
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STIGMA (TAE)
FanfictionLeah no conoce la razón de su muerte y para ello tiene que ayudar a un humano a ser feliz, sin saber que, sus caminos están por cruzarse nuevamente. El nombre de ese humano es Tae Hyung. COLABORACIÓN DEL CAP.1 al CAP.6: -DANIELLA GUTIERREZ -S...