CAPITULO 14

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-¿Bren?-estaba segura que era ella la de la foto, pero mi asombro se elevó cuando vi mi foto junto a la de ella, solté de golpe el libro y lleve mis manos a mi cabeza, mientras la agitaba por el inmenso dolor que apareció repentinamente.

-Esto no puede ser-los latidos de mi corazón fueron aumentando con cada palabra e imagen del pasado que venían a mi memoria.

¿Quién era ella? y porque me aferraba tanto a tenerla a mi lado, ¿Por qué con solo recordar hacia que mi corazón duela tanto?, una parte de mi había empezado a abrirse sin darme cuenta, las verdades y recuerdos iban viniendo poco a poco pero todo aún no parecía encajar , sentía que la respuesta era cada vez más lejana a mi racionamiento.

La lógica y el sentido ahora eran más aterradores, las preguntas no cesaban y todas ellas no tenían respuestas, haciendo que mi mente se vuelva más codiciosa para poder encontrarlas. Y el deseo de saber un poco más, era como una lluvia feroz intentando poder llegar y dañar todo lo que encontrara dentro de mí.

En ese momento pude entender que la avaricia ya había estado dentro de mí, siempre lo estuvo ,pues jamás me había alejado de mi punto de origen que "era recordar" y solo me quede acá con una simple excusa de huir, mi destino ya estaba escrito y aunque yo no había estado enterada, inconscientemente vine hasta él.

Pero ahora la pregunta que más me atormentaba era ¿Y cuál es ese destino? .Quizás estas palabras no estén relacionados pero por un pequeño orificio Tae Hyung entro entre todos estos pensamientos y descanso en el centro de ellos.

Cerré los ojos y al ir abriéndolos poco a poco ,mi corazón simplemente hablo por mí y aparecí justo al frente de su edificio.

Para sumarle a mi dolor los vi saliendo a los dos del edificio, parecían cómplices riéndose de sus hazañas, él alzaba la mano para que un taxi parara mientras ella hablaba y mostraba una sonrisa, jugaban como dos niños impresionándose el uno con el otro y sus miradas mostraban la dulzura del primer amor.

A los minutos un taxi se detuvo; él muy caballeroso abrió la puerta y ella entro, pero antes de cerrar la puerta ella inesperadamente se levantó y lo beso, aunque creo que fue una muestra de amor mutua porque él no desistió.

El vació en el pecho se fue agrandando más y más ¿Acaso no era yo la más desafortunada de este mundo?, no bastaba con solo un tormento para derrumbarme, pues la vida seguramente se quería asegurar de que no vuelva a levantarme y poder andar con la cabeza en alto.

Los minutos pasaron y aunque ya no estaba ninguno de los dos allí afuera, seguí en mí mismo lugar, pues el tiempo pasaba pero todo seguía revoloteando dentro de mí.

Aún atontada crucé la puerta de su habitación y lo vi, sostenía un maletín justo a unos cuantos metros de mí; sin ningún tipo de permiso, me sumergí en la batalla de no querer sollozar delante de él, en la cual fui la perdedora y estoy segura que pudo escuchar mis lamentos sigilosos.

Pero fue una dura indiferencia la que encontré, la habitación se vaciló con los silencios que se hacían cada vez más neutrales, su mirada me esquivo y pretendió no haberme visto. Camino hacia mí pero no exactamente para consolarme sino para transitar por mi costado.

-Yo-yo tengo algo que decirte-susurre antes que él pueda abrir la puerta.

-Ahora no tengo tiempo-respondió tajante.

-Entonces te lo diré cuando vuelvas, esperaré

-No esperes, porque para ti siempre estaré ocupado. Ya no quiero que regreses por aquí y no hagas que lo repita, la felicidad vendrá cuando tú desaparezcas nuevamente de mi vista, así que apenas te vayas iras al cielo

STIGMA (TAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora