EL CETRO Y LA GEMA. La Saga

Prefacio

En un principio, cuando nada existía, sólo tinieblas y vacío en el mundo, la tierra se volvió del color de la noche de un negro impenetrable. De ella, nació la luz de una pequeña chispa azul y blanca, tenía calor, vida, aliento, una voluntad propia y fuerte; de aquel calor, de aquella vida, surgió un espíritu de luz que luchó contra las sombras por muy largo tiempo, hasta que la oscuridad retrocedió y el espíritu tomó la forma de una mujer que brillaba con esplendor y de su luz nació todo, ella lo creó todo, el sol, la luna y les dio brillo, creó el tiempo, toda fuente y forma de vida, su nombre... Hellen.

Los principios comienzan cuando termina una edad. El mundo evoluciona y la magia también lo hace, así como la oscuridad y las sombras son rápidas y astutas, pero la luz, así como las buenas voluntades siempre estarán ahí para hacerle frente.

Mientras la oscuridad se fortalece, la luz se debilita, pero la única forma de ganar la guerra es permanecer unidos y es ahí donde el Cetro y la Gema entran en la historia como fuente de poder, pero ellas no toman partido en las guerras, no son buenas ni malas, sólo son lo que son, fuentes de poder y es voluntad del hombre decidir cómo usarlas.