APÉNDICE: UNA MIRADA AL PASADO

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Capítulo I

17 naciones

Desde siempre, en el mundo de la magia existieron diez grandes razas de seres mágicos, los ma­gos, los elfos, las hadas o también conocidas como Lumen Oris, las Ventus Oris, las Aqua Oris, los gnomos, los duendes, centauros, dragones y gigantes; desde luego que, existían más seres mágicos, seres de belleza y poderes inimaginables.

En un principio solo existía una nación de magos, hijos de Magnus el caído, un hada hombre que en un principio fue el señor del fuego, don otorgado por Hellen la señora de la luz, Magnus había sido el más fuerte, atrevido y valeroso de todos sus generales, él tenía el ejército más gigantesco de todos, luchó por miles de años contra la oscuridad manteniéndola siempre a raya.

Cuando se suele luchar contra el enemigo se debe de tener cuidado, siempre ser cauto, prudente o callado porque te puedes convertir en lo que más odias, ser parte de él o que él sea parte tuyo. Y así sucedió, Magnus se opuso al poder de la luz porque su mente había sido corrompida por la oscuridad y la señora de las hadas lo desterró quitándole mucho de su poder; pero no había sido desterrado el sólo sino que con él se llevó a muchas otras hadas de menor rango.

Se fueron hacia las costas de Eneb-Rho donde construyeron una gran ciudad de extraordinaria belleza y con muchos instrumentos y naturaleza robada de la tierra de las hadas. Pero al apartarse de la luz se fueron debilitando, fueron perdiendo belleza y talento, su piel envejecía y fueron muriendo a causa de la oscuridad ya que no podían procrear, sólo Magnus y su esposa Tezna sobrevivieron, pero la soledad los atormentaba junto al recuerdo de la tierra de las hadas y su luz, para su desgracia, ya no podían volver.

El fuego se apagó de sus ojos, sólo conservaron la magia, con ella, una porción de amor y mucha fe, Tezna quedó encinta y con el paso del tiempo tuvieron un heredero hermoso, pero no tanto como el rostro de las hadas. La reina de las Oris se apiadó del hijo de Magnus y Tezna, así que, le otorgó por gracia de la luz la magia y según su corazón un don recibiría al nacer, ésta gracia se heredó de padres a hijos hasta el fin de los tiempos, la señora de la luz vio en él un gran misterio, el rumbo del mundo estaría en manos de los magos. Y a pesar de ser muy diferentes a las hadas en poder, eran de corazón fuerte como el de Magnus y Tezna.

Fue el gran Rey Fórtigus el descendiente setenta y tres de la casa de Magnus y Tezna a la que tiempo después se le dio el nombre de la casa de los Gus, señor de la gran ciudad del Sauce Blanco quien otorgó a los magos más poderosos, los cuales eran sus generales, el poder del libre esparcimiento por tierras desconocidas y fértiles con tan sólo una condición de por medio, que cuando él los llamara en momentos de necesidad ellos responderían con lealtad al que siempre sería su señor, a la casa de los Gus, casa de reyes. Fue así como de la ciudad del Sauce Blanco partieron magos y brujas en todas las direcciones, al norte, al sur, al este y al oeste; y es así como se formaron las cinco grandes naciones de magos.

A los magos les continúan las hadas situadas en dos poderosas naciones alejadas de casi todos los demás, las hadas del agua y las de la tierra, las primeras eran conocidas como las sirenas; después está una gran nación de Ventus Oris formada por tan solo hermosas y finas mujeres con pequeñas alas muy similares a las de las libélulas por algo tenían el nombre de las señoras de los vientos, eran mucho más finas que los elfos y hadas, tenían ojos de colores muy similares al de los magos, pero también poseían ojos azules, verdes y violetas.

Le continuaban los elfos los cuales estaban situados en dos bellas ciudades, una en el bosque esmeralda, otra en el bosque de hielo. Después estaban los duendes y los gnomos enemigos por naturaleza, la primera de éstas razas estaba dividida en dos poderosas naciones mientras que, los gnomos sólo poseían una y muy humilde, pero sin duda de ningún género, mucho más hermosa que la de los duendes; los exorbitantes gigantes, igual situados en dos ciudades; y por último, los centauros, dos urbes de igual manera.     

EL CETRO Y LA GEMA. La SagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora