Capítulo Dieciocho🐞

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- Vaya Agreste, no creí que aquel gato callejero fueras tú- rio Nathaniel burlón. Adrien le siguió la jugada.

- ¡Opino lo mismo tomate! No pensé que el idiota dibujante fuera un zorro- Plagg sonrió para evitar reír mientras que el pelirrojo apretaba los puños.

- Marinette, sé que no lo amas. Él te está manipulando, oculta algo pero yo voy a descubrir lo que es-

- No hables así de mí. Solo quieres hacerte el héroe cuando solo eres un idiota- Adrien se acercó y lo empujó y Nathaniel iba a hacer lo mismo hasta que Marinette se interpuso entre ambos.

- ¿Podrían dejar de pelear?- se quejó sentándose en la silla frente a su escritorio. Nathaniel se quedó parado a un lado de ella y Adrien frente al mueble rosa.

- Escuchen, la causante de este problema soy yo, así que yo lo arreglaré-

- Marinette, piensa muy bien lo que dirás- habló el pelirrojo suavemente.

- Deja que se tome su tiempo- gruñó Adrien.

La peliazul miró a Adrien con profunda tristeza, mas el creyó otra cosa y sonrió.

- Lo sabía, no podemos luchar contra- Marinette alzó una mano.

- Adrien, yo soy novia de Nathaniel. Estamos juntos y no puedo seguir viéndome contigo de esta manera, no es lo correcto, y es lo mínimo que puedo hacer para no faltarle el respeto a quien me ha ayudado tanto. Amo a Nathaniel- eso fue como una daga atravesando el corazón del rubio. Una lágrima fugitiva rodó por su mejilla mientras que el pelirrojo sonreía victorioso.

- Mi lady- Marinette trató de no llorar.

- Por favor, no hagas esto más difícil- Adrien miró a Plagg y se transformó para salir rápidamente de la habitación.

Marinette le rogó a Nathaniel que la dejara sola ya que quería dormir. Este, sin rechistar, obedeció y se despidió de ella con un beso en la frente. Al irse, Marinette se quebró.

Lloró desconsoladamente, y Tikki solo podía sobarle la cabeza. Ni si quiera podía susurrarle que todo estaría bien.

***

Adrien fue corriendo a su mansión y entró en su cuarto. Sin siquiera invocarlo, el cataclismo apareció en su mano. Adrien estaba parado, con la mano a unos metros de distancia contra su pecho.

- Con esto, todo el dolor se irá, rápido y sencillo- susurró Adrien mientras acercaba su mano a su pecho. ¿De qué servía vivir si Marinette no estaba a su lado? ¿Todas sus batallas serían en vano?

Y, a unos pocos centímetros de tocarse, abrió los ojos.

- ¡No!- exclamó y tocó una almohada del sillón. Se tiró en el mueble y se cogió los lados de su cabeza.

***
Aún de noche, muy tarde, Marinette decidió salir. Pasaba los techos y se encontró a Fire Fox y Queen Bee. Esperaba que la oscuridad cubriera sus ojos rojos de tanto llorar.

- Ladybug, justo a quien quería ver- se acercó a la nombrada con una sonrisa orgullosa. Esta trató de no verse frágil.

- ¿Ocurre algo?-

- No lo creo. Es que he escuchado un rumor y no quiero creerlo sin que tú misma lo confirmes. Pero antes de eso, si me dejas preguntar, ¿cómo va todo con Chat Noir?-

- No entiendo, ¿a qué te...?- Queen Bee alzó una mano para interrumpirle. Miró al pelirrojo y este se fue a otro techo para darles privacidad.

- Ladybug, tú sabes que es muy grave y está prohibida toda relación tuya con Chat ¿no?-

- Bien lo sé, ¿por qué lo dices?-

Relación Peligrosa /LADYNOIR/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora