Capítulo Ocho🐞

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- Está tarde-

- Ya lo sé, lo has estado diciendo por diez minutos-

- Aún no llega-

- Lo sé, no estoy sordo-

Queen Bee apretó su trompo en frustración. Maldición. El otro día no fue a patrullar y corría el riesgo de armar una rabieta si no volvía. ¿Acaso estará con la peliazul? Negó con la cabeza.

Ella era su más grande seguidora.

Palabra clave; era.

Desde que se enteró que Ladybug estaba enamorada de Chat Noir, todo se fue cuesta abajo. Pero, ¿y Adrien? Se había dado por vencida. También había descubierto que amaba a otra chica, y si no había accedido a los encantos de la rubia desde la infancia, peor ahora que estaba flechado por otra. Pensó en Chat Noir. Era gentil, muy amable y coqueto y apuesto, muy apuesto. ¿Por qué no darse la oportunidad? Y esta vez, ella no se rendiría como lo hizo con Adrien.

Todo era perfecto hasta el día en que se enteró que los dos más famosos héroes de París se correspondían los sentimientos, o al menos, Chat sentía algo por Ladybug. ¿Fin del mundo? Eso pensaba, hasta que un típico día, después del colegio, al inicio del último año lectivo encontró una extraña caja en la mesa frente a su lujoso espejo. Y con la hermosa peineta venía una criatura llamada kwami.

Y así fue como su deseo de quedarse con Chat Noir inició a cumplirse. Siendo superhéroe tendría oportunidad. Pero ella sospechaba de un romance entre ellos dos, aún cuando Chat lo había negado. Así como también sospechaba de otra cosa. ¿Por qué Ladybug parecía evitarlo? ¿Había algo que estos dos ocultaban? Rondaban por su mente esas dudas que se tomaba por despecho a aclararlas.

- ¿Queen?-

- ¿Si?- se volteó al pelirrojo que estaba apoyado en una de las vigas de la torre con la flauta en sus manos.

- ¿Ya vas a patrullar? Probablemente no venga- la rubia se cruzó de brazos.

- Yo si lo creo, lo esperaré unos segundos más-

- Como tú digas- sonrió el pelirrojo.

- ¿Crees que esté con Ladybug?- preguntó un tanto molesta.

- No, talvez ella esté ocupada o con algún problema personal. No es de nuestra incumbencia- contestó. Ella se giró y sonrió maliciosamente.

- Oh vamos, tú más que nadie quiere saber que ha pasado para ir a verla-

- Creo que estás confundiéndote. Eso es lo que tú quieres hacer-

- Mira, yo sé que te gusta, es muy obvio-

- Más obvio que usted, mi reina, imposible- interrumpió riendo. Ella suspiró de fastidio.

- Lo que trato de decir es que, ¿No te parece que Ladybug o Chat ocultan algo?-

- No, ¿Qué podrían estar ocultando?-

- No lo sé... ¿Talvez un romance entre ellos?- preguntó sarcástica.

Entonces el pelirrojo recordó la noche en la que Chat Noir le advirtió que no tratara de conquistar a Ladybug. Como si le fuera a hacer caso al gato callejero.

Nunca los había visto besarse, o tomarse de las manos. Era buena señal, ¿No? Quería averiguarlo, pero quería enamorarla a la azabache, no cuestionarla ni que ella perdiera la confianza.

- ¿Lo ves? Tiene sentido- habló la rubia. Le daba vueltas al trompo de rayas y generaba una pequeña brisa.

- Yo no lo creo, ya lo habrían dicho, porque no tendrían motivos para no estar juntos. Por favor Queen, hay que pensar con lógica-

Relación Peligrosa /LADYNOIR/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora