Capítulo 31

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Como Johanna me había dicho, había estado viniendo al lago por las mañanas y las tardes, algunos cordiales se venían también y me animaban.

El ambiente en cordialidad ha mejorado, o quizá sea mi actitud. Mi cuerpo se está poniendo atlético de nuevo por el ejercicio, ya que no sólo voy a nadar, también corro un poco.

Me he tomado muy en serio la petición de prepararme de Johanna y estoy preparada para cualquier cosa.

La cosa con Tris sigue estática, no se ha acercado a hablar conmigo, y yo no tengo intención de hacerlo puesto que la que lo ha provocado ha sido ella.

Johanna me ha dicho que ésta noche debería volver a dormir ya donde se me había asignado para que nadie piense que tengo preferencia.

Ya estoy ayudando de nuevo, no en el campo ni en los huertos, pero sí en otras cosas como en la cocina, en la elaboración de mermeladas y esas cosas del desayuno y en el pequeño mercadillo, donde se carga el tren con productos.

Me dirijo a los puestos de repartir el desayuno, puesto que hoy me toca a mí ayudar ahí.

Me coloco detrás de la barra que dice mermelada, y echo una pequeña proporción en tarritos que voy entregando con un buenos días y una sonrisa resplandeciente.

Alejo los pensamientos del día en el que Sebastian se encontraba en uno de los puestos y fue él el que se me acercó y finalmente terminó siendo mi amigo, pero él acabó yéndose, por ésta organización tan penosa que está llevando a cabo Jeanine.

Sirvo mi mermelada a Peter que procura no mirarme mucho, luego a Caleb que está ocupado mirando a la pelirroja que le espera en una mesa del centro, luego a Cuatro que me da los buenos días, y luego a Tris que me mira triste.

-Tenemos que hablar luego.-Dice mirando la bandeja y marchándose mirando al suelo.

Cuando acabamos la fila completa, cogemos una bandeja y yo me voy sola a desayunar a una mesa, no pasan ni dos minutos cuando dos bandejas se posan en mi mesa. Cuatro y Tris están aquí conmigo, desayunando en silencio.

-Lo siento -Suelta Tris repentinamente y con un tono más alto de lo que creo que realmente quería usar -tienes razón, no debí ponerme así contigo. Se qué nos hubieramos incluso llegado a golpear si no nos hubieran separado. Peter me explicó todo, y aunque no lo hubiera hecho, yo debería haber confiado más en ti.

Ella rompe a llorar y yo rodeo la mesa y la abrazo.

-Yo sólo quería que no lo pasaras mal, sólo quiero protegerte.-Me dice sollozando.

-Tranquila, lo pasado pasado está.

No sólo comprendí que Tris era una muy buena amiga, sino que la hacia daño con el tema de Eric, así que me prometí a mi misma que no volvería a hablar de él delante del resto, y que no volvería a llorar.

Al día siguiente todos nos habíamos vuelto a juntar.

Caleb, había seguido pegado a la chica pelirroja que horas antes había descubierto que se llamaba Mery Amelia, un nombre realmente extraño, pero la chica debía ser muy agradable y muy inteligente. Tris y yo habíamos desarrollado la teoría de que ella era de erudición y que se había trasladado aquí, pero no queríamos preguntar.

Peter se coloca a nuestro lado mientras cojemos la comida.

-¿Que tal lo lleváis después de saber que nos han culpado de lo de abnegación?-Dice riéndose, algo trama.

-¿Qué?-Digo sorprendida, es lo que nos faltaba.

Caleb también pregunta, ¿por qué mierdas no sabemos nada?

-Oh vamos -ahora se dirige a Tris y Cuatro- ¿No se lo habéis contado? Ahora somos delincuentes buscados, nos han culpado llamándonos grupo de divergentes alteradores del sistema, nosotros orquestamos todo, y nuestros simpatizantes, y ahora nos buscan, aunque al menos no conocen nuestra identidad.-Dice Peter riendo.

No entiendo de que mierda se ríe.
Llegamos a la mesa y me pongo a comer. Tris dice algo de matar a Jeanine, y no sé qué más. Cuatro se va y yo sigo ignorándolos, comiendo tranquilamente.

El estruendo de la mesa volcada por Tris aplastando a Peter y llevandose mi desayuno, me deja en shock, me levanto rápidamente saltando la mesa como si fuera un potro y me agacho al lado de Tris, intentando retirar su brazo del cuello de Peter, que está presionado por un cuchillo de mantequilla, también puedo ver que tenía una raja en la mejilla, provocada por el cuchillo.

-No vuelvas a mencionar a mis padres.-Dice Tris aumentando la presión en el cuello de Peter, con los ojos entrecerrados y los dientes apretados, hablando muy bajo.

Consigo quitarla de encima de Peter con Cuatro en el momento en el que llega Johanna, y Caleb levanta la mesa liberándole.

Él se sacude la ropa con una cínica sonrisa.

-¡Está loca!-Exclama de repente, dando patadas a todo.

-Basta de una buena vez, os venís conmigo, ya.
Dice Johanna con el semblante muy enfadado.

Obliga a Caleb a venir también y nos conduce a su despacho, pasando por los establos y subiendo arriba del todo, donde están los sillones de mimbre.

-¿En que mierdas estabais pensando?-Dice Cuatro nada más se sienta. Se ve que se ha estado conteniendo.

-Las preguntas las hago yo.-Dice Johanna, con un tono autoritario.-
No os avisaré más veces, estoy harta de roces, disputas y de todo. Habéis revolucionado una facción pacífica en la que yo -dice señalándose- os he admitido siendo lo que sois, unos prófugos, lo queráis o no estáis en período de prueba.

-Necesitamos un poco más de tiempo, hasta que encontremos al resto de osados, Johanna por favor.-Dice Cuatro.

-Una.-Dice.

-¿Una qué?-Pregunta Tris enfadada.

-Una oportunidad más.-Responde Johanna.

Un chico sube corriendo y la dice algo.
De repente, unas ruedas chirriando y el sonido de algo rompiéndose violentamente se oye, todos giramos la cabeza al son para poder mirar por las ventanas.

Unos coches enormes y negros que parecen todoterrenos blindados acaban de atravesar cordialidad, han roto postes y vayas, y muchos uniformados armados de osadía bajan de ellos.

Mi corazón late desbocado y mi piel tirita, sólo hay una razón, Eric está aquí, en cordialidad, y está buscando divergentes.

Save Me-DivergenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora