Save Me-Divergente

Capítulo 16

6 días sin él. 6 miserables días en los que no he parado de pensar en él.

Hoy es el último día antes de acabar la segunda etapa, y ya seré una osada de verdad. No sé qué haré después porque soy la segunda en la tabla, la primera es Tris, supongo que me darán algún puesto importante si es que no descubren mi divergencia
Hablando de ello, Cuatro nos ha estado ayudando mucho con ello.

-Lorena, Cuatro y Tris quieren que vayas a la habitación de Cuatro ya, es super urgente. -Me dice Christina en un susurro.

-Gracias por avisarme.

Voy corriendo a la habitación número 4, obvio. Toco dos veces y Tris me abre con cara seria, cambio mi sonrisa por una mueca.

-¿Qué pasa? -La digo.

-Entra -Suena la voz de Cuatro desde dentro.

Entro y cierro la puerta.

- Es hora, venid las dos -Nos saca al balcón de su habitación y subimos al tejado de osadía.

Unos camiones están descargando unas cajas, vienen de Erudición.
Ya van demasiados días en los que me he encontrado a la perra de Jeanine por los pasillos y me hace sospechar. A parte siempre me da una sonrisa falsa, la detesto.

-¿Qué descargan?-Dice Tris.

-Ésto -Dice Cuatro enseñándonos una frasquito color ámbar. - es una especie de suero, como el de las pruebas, pero aún más fuerte, creo que anula la capacidad de decisión en cualquiera.

-¿Pero para que querrían eso aquí en osadía? -Digo.

-No lo sé, pero me da la sensación de que no van a contármelo, me están dando esquinazo. En las últimas reuniones no han hablado de cosas importantes en mi presencia. Pero eso no significa que no vaya a enterarme.

Nos retiramos de la habitación, y yo me alejo mientras ellos se 'despiden'. Giro en el pasillo y ¿a quién me encuentro?

-Hola preciosa.

-Adiós gilipollas.-Le respondo a Peter.

-O por dios, no me digas, estás deprimida por que tu flechazo se ha ido y te ha dejado aquí.

-¿Qué mierdas dices?-El capullo se ha enterado de Eric.

-Ya sabes, con el que has estado durmiendo hace días.

-Con tu madre- Contesto arisca.

-Todo Osadía está pendiente de ti porque estás deprimida, ellos no saben de que no dormiste en la enfermería ni un día, ¿Quieres que se enteren?

-¿Acaso tienes pruebas de nada?

Y es entonces cuando él se da cuenta de que no las tiene, y levanta su puño. Pero como soy más rápida, me protejo y golpeo un rodillazo hacia su entrepierna.

Tris nos ha visto y se ha ido corriendo, supongo que a avisar a alguien.

-Golpéame preciosa, me encantas.- Dice entre agonías.

-Vete a la mierda.

¿Éste tío es tonto?
me protejo de sus golpes, pero me pilla desprevenida, y me coje de las muñecas llevándome a la pared mas oscura, acorralándome. Y antes de que pueda hablar, me besa.

Noto sus labios aún echos mierda de los golpes que le dí hace tiempo, siento muchísimo asco.
No puedo soltarme, me estoy clavando las piedras que conforman la pared, y lucho con desesperación.

Oigo el sonido de sus besos y casi me dan arcadas, sus labios aplacan mis sonidos para pedir ayuda. Entonces, unos enormes brazos, le sacan de encima de mí, no me he dado cuenta de que estaba llorando.

Tengo los brazos por detrás arañados de la pared.
Me fijo en mi salvador, y me doy cuenta de que ha noqueado a Peter, subo la mirada a su cara, y me encuentro con unos increibles ojos azules,y unas ojeras moradas por debajo, los impulsos me ganan y voy corriendo a él.
Él me levanta y me coloca en su cintura, le cojo la cara y le beso en sus labios, gorditos y rellenos que piden un beso.
Me olvido de todo, y paso mis manos por su barba de unos días, se siente increíble. Dejo de besarle y apoyo mi frente en la suya, pequeñas lágrimas salen de sus preciosos ojos. Voy a hablar pero me coloca un dedo en los labios.

-No puedo arrepentirme de haberlos matado, soy un monstruo, no te pido que me perdones, porque ahora me queda la fase más terrible, tengo que matar divergentes en Osadía, y esclavizar abnegación, es algo que tengo que hacer si quiero superarme.

Él ha dejado de llorar y me ha bajado al suelo. Mis ojos se abren con desesperación.

-¿Que mierda estás diciendo?

-He matado a más de una veintena de personas Lorena, y no me arrepiento, no puedo dejar que me frenes tampoco.

-¿Por qué todo esto?

-Son varias razones, no te incumben.

-¿Cómo? ¡Creo que después de todo lo que hemos tenido, las confesiones, y todas esas charlas emotivas, me merezco que me lo cuentes todo!

-¡¡Estoy harto de ser el segundón, de ir siempre por detrás de Cuatro!! ¡Quiero brillar, quiero ser el líder de líderes! -Grita, confesando.

-¿Y por qué todo ese odio a los divergentes? Es que no lo entiendo.- Le digo entre sollozos.

-Para que se fijen en mi y...

-¿Y qué?

-¡Mi padre era divergente!-Me contesta con la mirada endurecida.

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L💙.