Save Me-Divergente

Capítulo 43

Me levanto sobresaltada y me quedo sentada en la cama.

Eric está sentado en una silla al lado de la cama casi dormido, pues está oscuro y sólo ilumina una lámpara, pero mi movimiento hace que abra los ojos completamente y me mire.

-¡Lorena! Al fin despertaste.

Se abalanza contra mi prácticamente y me aprieta en sus brazos.

-¿Que ha pasado?

-¿No recuerdas nada?

-Sólo que discutiamos con Tris y Cuatro, para poder juntarnos contra Jeanine...

Hago una pausa al recordar a Sebastian.

-Mierda...-Digo con la voz apagada y las lágrimas caen silenciosas.

Eric me toma del mentón y me hace mirarle, y con toda la delicadeza que puede me besa suave y me quita las lágrimas.

-No llores, él ahora no está pero él sabía que tú estabas bien, Cuatro me contó que erais amigos, no te preocupes más por él, al fin estará tranquilo sin que su vida corra más peligro.

-Pero, ¿y si le hubieramos podido salvar Eric?-Pregunto.

-No lo creo, él estaba fuera de la valla cuando pasó, y tenían previsto dejarlos allí.

La pena pasa a rabia, pero la cabeza me duele a horrores e intento relajarme.

-Dime que le enterraron.-La voz entrecortada hace que Eric me mire con cara de pena y me abrace más.

-Sí, tranquila.

-¿Al final que ha pasado con Cuatro?-Pregunto intentando aludir el tema que me está desgarrando.

-Hemos hecho una tregua, nadie intentará matarase y tu mierda de amiga no me pedirá sutilmente que la golpee a ella también.-La mira de Eric se oscurece al pensar en Tris.

-Genial...-Digo suspirando.

Eric se queda en silencio mirándome.
-Pero aún no entiendo por qué te desmayaste, y dormiste tanto.

-No lo sé.

-¿Lorena, puedo entrar?-Dice una voz al otro lado de la puerta.-Los dos miramos en esa dirección.

-Entra vamos.-Dice otra voz, mi padre.
Ruedo los ojos y veo como entran.

-Amor, ¿que tal éstas?-Dice mi madre con cara asustada, sentándose a los pies.

-Bien tranquilos.

-¿Tu evitaste que cayera?-Pregunta mi padre a mi novio. Esa palabra en mi mente o en mi boca suena a sueño si miro al hombre que me sostiene en sus brazos.

-Sí...

-Él me cuida papá, no sólo evita que yo caiga.

Eric mira sus manos, creo ver sonrojo en sus pálidos mofletes.
Mi padre se queda reflexionando unos instantes, se sienta a los pies de la cama junto a mi madre y me mira avergonzado.

-Ya sé... Te arrepientes ¿Verdad?

-No he podido ver otra cosa en vuestros ojos... Que no sea el amor con el que yo miraba y miro a tu madre.

Eric traga duro.

-No importa, estoy acostumbrado a eso.

-¿A qué?

-Al desprecio paternal.

Mi corazón da un vuelco, ¿Eric acaba de decir eso realmente?
Le miro y le veo con una expresión sería mirando a la nada mientras con una mano se toca él piercing de encima de la ceja.

-Bueno...yo no soy nadie para hablar de eso en éstos momentos, pero quizá algún día, debamos cenar todos juntos y contarnos todo... ¿No?-Dice mi padre con mirada arrepentida, se nota mucho que Eric es susceptible a ese tema.

-Bu-bueno si, si. Estaría bien, bueno, digo si Lorena quiere.-Dice Eric.

-Por supuesto.-Contesto hechizada, Eric nervioso, nueva faceta.

-Entonces, si está todo bien, deberíamos irnos ya, ellos querrán estar juntos ¿verdad?-Die mi madre.

-Pero nada de intimar con mi hija.-Dice mi padre.

A los dos se nos suben los colores y Eric tiene sus ojos azules súper abiertos.

-Bueno, papá, es hora de irse.-Le digo.

-Si, pero espero que esa frase no quede en el aire porque..-Mi madre le tapa la boca y le va empujando.

-Vamos cabezón.-Le dice.

Mi padre sale por la puerta y mi madre nos da una cálida sonrisa antes de salir por la puerta.

-Me alegro de que todo esté en orden cariño, os veo mañana.

Me despierto en mitad de la noche, me encientro empapada en sudor y con dolor de cabeza, me mareo y no puedo centrar la vista en ningún objeto de la habitación. ¿Qué me pasa?

Miro a Eric a mi lado, tranquilo, sus músculos suben y bajan con su relajada respiración, y su pelo rubio está desperdigado por su cabeza.
Es increíble como aún con el malestar puedo pararme unos segundos a admirar al hombre de mi lado.

Me siento en la cama, y a pesar de que la tenue oscuridad debería de calmar mi mareo, lo acentúa y voy corriendo al baño.

Ni siquiera me da tiempo a encender la luz y vomito.

No me doy cuenta de cuando Eric ha encendido la luz y me está agarrando el pelo.

Cuando acabo, me pasa papel y me limpio el sudor de mi cara con la mano.

-Mierda, mierda. ¿Estás bien? ¿Qué te pasa?

-No sé, creo que es todo lo que he cenado, después del desmayo tenía mucha hambre.

-Tienes razón, ¿voy a hacerte una menta y volvemos a la cama?- Sus ojos azules escrutan mi cara con preocupación y no dejo de pensar en la suerte que tengo de tenerle aquí, a mi lado.

-Te quiero.-Le digo. Él me da la mano con una sonrisa tenue mezclada con algo de preocupación y me conduce a la sala de la mano.

************************************

Gracias por leer.
L❤.