Save Me-Divergente

Capítulo 45

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Todo estaba lleno de agua, me llenaba los pulmones y la boca, la imagen nítida de Eric hundiéndose a mi lado mientras me miraba y no luchaba por salir, me hacia gritarle.
Grandes bocanadas de burbujas salieron de mi boca, aunque no se emitió ningún sonido. Los espasmos del ahogo no tardaron en llegar, y mientras me hundia en la oscuridad él me miraba, y poco a poco cerraba los ojos y se dejaba arrastrar al fondo oscuro.

Cojo todo el aire que los pulmones me permiten cuando me doy cuenta de que estaba soñando.

Me late el corazón rápidamente, y me siento angustiada.

El ahogo, uno de mis miedos supuestamente superados, a vuelto junto a la muerte de Eric, los ojos me escuecen aunque no me salen lágrimas. ¿Dónde estará?

Yo no puedo identificar donde estoy porque tengo los ojos vendados, o eso creo, también estoy maniatada.
Oigo como un sonido parecido a un intento de hablar con la boca tapada a mi lado, espero que sea Tris.

-¿Tris?

Oigo ese mismo ruido ahora mas fuerte, es ella.

-¿Puedes ver algo?

Ella responde con dos sonidos seguidos indicando que no.
Suspiro, me siento dolorida, como si mis músculos se hubieran agarrotado al haber recibido esa descarga.

Al rato de haber despertado, y vagar por mis pensamientos oigo otras voces más lejanas y el sonido de una descarga, una puerta abriéndose, pasos y unas manos retirando la venda.

La luz me ciega un poco y me cogen la cara, para besar mis labios, rechazo el gesto y mi visión se aclara, es Peter quién, como siempre, se encarga de tomarla conmigo
.
Le pateo haciendo que se aparte, ya puedo ver donde estoy, es una habitacion blanca con una puerta de cristal, en frente de mí hay una litera y Tris está sentada bajo ellas, apoyada en la pared.

-No creía que iba a volver a verte, y tampoco esperaba que fueras divergente

Tris se remueve incómoda.

-Yo no esperaba verme con un sucio traidor, repulsivo y trepa, como tú.

-Vaya vaya, aún sigues siendo desagradable.-Dice apartado con más precaución y sonriendo.

-Donde está.

-¿Quién? ¿Eric o tu dignidad? Si tuvieras un poco de decencia hubieras hecho todo más fácil y te hubieras ido conmigo, los dos hubieramos sido felices, mucho más que con él, pero yo no te necesito ahora, he aprendido que el poder vale más.

Me quedo sorprendida por el rencor de sus palabras, Peter la tomará conmigo para siempre por mi rechazo, y también por su personalidad extraña y estúpida.

-Dime dónde está.

Él me mira apretando la mandíbula, porque no he contestado sobre lo que ha dicho.

-Él no está aquí.-Contesta con veneno en sus palabras.

Se dirige a Tris y la destapa la boca.
Luego sale por la puerta.
Ella se echa a llorar y golpea su cabeza contra la pared.

-Tris, tienes que ser fuerte.

Ella me mira con los ojos llorosos y niega con la cabeza con una mueca extraña.

-A veces pienso que Peter hace las cosas porque ésta loco por tí.

No se cómo interpretar eso, a veces Tris me sorprende también con sus extraños pensamientos, plasmados en las duras palabras que me dirije.

La puerta vuelve a abrirse.

Él entra junto a otros tres hombres, de dos en dos nos arrastan fuera y nos llevan a una sala.

Allí esta Jeanine Mattews, junto a eruditos, haciendo un seguimiento en unas pantallas bastante grandes sobre algo que tienen en frente.

Cuando nos colocamos detrás de ellos sin que siquiera nos miren, veo como una mujer colgada por cables se retuerce y grita, hasta que la sangre cae de su nariz, ojos, boca y orejas y su cuerpo cuelga como una marioneta rota.

-Paciente irrecuperable.-Exclama la máquina, el panel se pone en rojo y los iconos de Verdad, Cordialidad y Osadía que estaban encendidos se apagan.

Una gran cruz roja está sobre el panel, encima de la estructura del cuerpo de la mujer.

-Sacadla de ahí.-Dice Jeanine, señalando en un tono neutro con la cabeza.

Se da la vuelta y una sonrisa hipócrita aparece en su cara cuando nos ve.

-Vaya vaya. Pero si son Lou Courtney y Tris Prior, qué sorpresa.

Los hombres que nos sujetan nos colocan los malditos aparatos en la cabeza y suenan de nuevo.

-Divergente, 100%.

-Divergente, 80%.-Exclaman a la vez.

-Wow, ni tanto que sorpresa. Buen trabajo Peter.-Añade mirándole repentinamente, el hincha su pecho de orgullo y se coloca rígido.

-Nunca pensé que alguien como...tú, podría tener a Eric en la palma de sus manos. Casi pensé que era totalmente mío.-Me revuelvo en los brazos de los que me retienen para darla lo que pide. Pero me golpean y Peter saca la maldita pistola eléctrica.

-Cuando le encuentre, será mío, y tú estarás muerta, ni siquiera eres la divergente que buscaba, tú no podrás abrir el mensaje, y por eso serás la primera de las dos en probarla.
Aunque primero va él.-Dice señalando a un hombre de abnegación que entra por la puerta.

-Vieja estúpida, voy a arrancarte de cuajo la cabellera teñida y luego voy a meterte en esa máquina y asegurarme de que mueras en ella.-La digo lo más tranquila que puedo.-Eric Coulter es, sola, y exclusivamente mío.-La anuncio.

La guinda de la frase parece que la ha desquiciado y se acerca a mí para darme un tortazo, yo aprovecho la situación para golpearla en la cabeza con la mía.

Un poco de sangre cae de mi frente y todos me miran guardando silencio. Ella me mira con asco, jadeante. Sé que quiere golpearme y matarme, pero va a hacerme sufrir, ya no tengo miedo.

-Llevadla al lavabo, que se limpie la sangre, él va a morir ya, y va a tocarla su turno.

Cuando Peter me conduce al baño y después de entrar me miro al espejo, me limpio la sangre.

Al verla caer junto con el agua, un pensamiento cruza mi mente.