Save Me-Divergente

Capítulo 35

Otra más.💛

Maratón 2/2

Al rato, me estaban rodeando varias personas que no conocía, me preguntaban que si estaba bien, si necesitaba ayuda o si tenía hambre.

-Creo que alguien necesita un beso-Dice Tory, dándome un beso en la mejilla-un abrazo-me envuelve en sus pequeños brazos-y una ducha con un cambio de look.

La veo sorprendida y me arrastra hasta el edificio donde vamos a quedarnos, tenía un pequeño bar, una terraza superior, lugares de ocio, muchas habitaciones y salas comunes.

Me lleva a la habitación y me ducho rápidamente por su insistencia sin mojarme el pelo.

-Aquí tienes-Dice cuando salgo con una toalla en el cuerpo.

Me entrega un bloque de ropa negra doblada y sale de la habitacion para dejarme cambiarme.

Observo el montón de ropa, hay un conjunto de ropa interior negro y sencillo, una camiseta muy muy ceñida de tirantes finos negra y un pantalón super estrecho y elastico de color gris oscuro. También hay unos zapatos color negro con suela de taquitos, monísimos. Antes de vestirme me aplico una crema de almendras y una colonia que huele a limpio.

Luego al vestirme me miro al espejo, parece que estoy muy bien ahora.

-¡¿Acabaste?!-Grita como un loca.-¡En fin, me da igual!

Y entra aun diciendo la frase con una bolsita en la mano.

-Wao, pibón-Me dice Tory tapándose la boca y entrando con Chris.

Entre las dos me maquillan, Chris esta muy callada y no quiero preguntar.
Me ponen rimel y eyeliner, un poco de labial fucsia y lista.

-¿Y bien?-Las pregunto cuando nos acercamos a la zona de lavar el pelo en el salón de belleza, donde me espera una rubia muy guapa vestida de blanco.

-Es una sorpresaaa.-Dice Tory canturreando.

-Oh dios, nada de pelo a lo chico y nada de rubio platino por favor.

Hago sonreír a Chris un poco.

-Nada de eso.-Me confirma una peluquera mientras la otra chica me lava el pelo.

Me llevan al acabar a un tocador con luces y el espejo tapado.

-Bueno, que intriga- Digo.

-Relájate porque va para rato.-Responde Christina sentándose en una silla con ruedas a mi lado y Tory me tapa los ojos con una venda un rato.

Después de unos largos minutos de rulos en mi pelo con secador y planchas, me quitan la venda y deciden destapar poco a poco el espejo.

No me creo que sea yo, definitivamente, esa no soy yo. Mi pelo cae en bucles grisáceos, más corto que antes.
Estoy realmente asombrosa. Mi sonrisa se desvanece cuando recuerdo el motivo de por qué me gustaba estar guapa antes, o mejor dicho por quién.

Salimos afuera y nos sentamos en una banca, en una pequeña plazoleta interior, al rato Tory se va y la agradezco por todo. El silencio que hay entre mi amiga y yo corta como un cuchillo.

-¿Y...

-Tris?-Completa por mí enfadada.

-Sí.

-Ha confesado, ella mató a Will.-Dice mientras me mira lagrimeando.
Me quedo estática.

-Lo sé.

-¿Qué?

-Yo estaba allí cuando sucedió Christina. Puedo contarte todo lo que pasó antes de que decidas enfadarte con las dos.

-¡Lo supiste todo este tiempo y no dijiste nada!¡Hipócrita!-Grita levantándose.

-Christina escúchame, Will nos disparaba junto a más osados, estabamos en un lugar sin salida prácticamente, disparaban sin parar, y nosotras nos defendimos.-Ella se queda quieta mientras solloza. Yo me acerco poco a poco.

-Ponte en situacion Christina, no pudimos hacer nada, le gritamos, le intentamos despertar, pero nada funcionaba, Tris tuvo que disparar... Y cuando se dio la vuelta, la vida se lo había devuelto, dejándo que la muerte se llevara a su madre, y después a su padre. Su hermano se fue, no te vayas tú también Christina.
Ella comenzó a llorar más fuerte y a temblar y a sollozar. Yo la abrazo y la siento en el banco. Unos brazos se nos unen por detrás, Tris está aquí y nos está abrazando mientras llora. Ella ha oído todo.

Después de pasar toda la tarde arropándonos en nuestra miseria y recibiendo piropos, Christina dice que quiere estar sola un rato, y Tris y yo subimos a la última planta, a la terraza.Ella también se había bañado y cambiado.

La brisa nos envuelve, cálida, las dos nos apoyamos en la barandilla y miramos el cielo estrellado y las luces de nuestra pequeña ciudad, no se necesita hablar, sólo compartir nuestra compañía.

-Hola.-Las dos oímos una voz y nos giramos.

-Hola Uriah.-Dice Tris.

-¿Os importa si me quedo?

Yo miro a otro lado y veo a Tris asentir.

-No nos conocemos ¿No? Tu cara no se me olvidaría fácilmente.

Yo ruedo los ojos cuando noto como se posiciona a mi lado, increíble.
Cuando él va a decir algo más, se oyen cristales romperse y oímos el sonido de disparos. Uriah golpea a uno de los asaltantes, que son bastantes y le quita un arma, nosotras nos apoyamos en la pared.

-¡Marchaos!-Grita Uriah, y vemos como le disparan y cae.

Otra muerte más.

Corremos sin mirar atrás y nos metemos a las escaleras, colocamos un hacha para bloquear y bajamos escaleras donde muchísimas mujeres en camisón bajan corriendo y obstaculizan todo. Pierdo a Tris y oigo las puertas abrirse, el pánico me inunda y cuando me giro para ver a los asaltantes y enfrentarlos como pueda, un disparo me da justo debajo de mi clavícula izquierda y todo se vuelve negro. Mi cuerpo cae por las escaleras.