Esa tarde, el celular del Joven Park no había dejado de sonar, eran mensajes de su mejor amigo; no tenía ganas de responderle, ni a él ni a nadie.
Se giró en su cama, con un dolor punzante en su muñeca y la pequeña navaja tirada en algún lugar de su desordenado cuarto. Su teléfono volvió a sonar, haciendo que el dolor de su cabeza sea más fuerte, chasqueo la lengua y atendió de mala gana.
- Maldición, TaeHyung deja de joder. -
Fue lo primero que dijo, sin si quiera saludar, del otro lado de la línea una risita burlona se escuchó.
- Estás de mal humor, ¿eh ChimChim? ¿Qué tal si salimos por ahí con Jin Hyung? -
La voz gruesa de su amigo lo hizo gruñir, no quería salir...
Pero si se negaba no lo iba a dejar en paz, ese maldito loco era capaz de ir a su casa y arrastrarlo con él. Suspiró resignado y se levantó de su cómodo colchón.
- Bueno, pasen por mi a las cinco. -
Soltó en un susurro, mirando la hora en el reloj de su mesita de luz. 4:25 p. m. Colgó y tiró por ahí el pequeño aparato, yendo a su armario por algo decente que vestir. Sacó unos pantalones negros de cuero algo ajustados, una remera manga larga negra con rayas horizontales blancas, una campera suelta color gris y sus típicas zapatillas negras. Una vez vestido, se miró al espejo de cuerpo completo que poseía en su pared y sonrío de lado, se veía bien.
Pasó sus manos por su rubio cabello, tirándolo hacia atrás, ya se le había vuelto costumbre hacer eso.
Miró nuevamente la hora. 4:36.
- ¿Tanto tardé en cambiarme? -
Fruncio el ceño y recogió su celular para salir del cuarto. Mientras bajaba las escaleras con total tranquilidad suspiró, sería una larga e incómoda noche.
- ¡Mamá! ¡Saldré con los chicos! ¡Vuelvo tarde! -
Gritó una vez frente a la puerta, un suave y femenino "Está bien, hijo ¡no bebas demasiado!" se escuchó justo antes de que el ruido de la puerta principal siendo cerrada inundara los oídos de JiMin.
Aún era temprano, pero esperaría sentado en la vereda de su casa.
Otro suspiro ahogado se escapó de sus prominentes labios.
No deseaba ver a nadie, quería seguir hundiéndose en su miseria, sin arrastrar a nadie con él. Quería vivir sin necesidad de ocultar sus muñecas a nadie que intentara acercarse, quería vivir dentro de su cuarto, encerrado para siempre.
Pero eso, lastimosamente, no le era posible. Tenía a sus padres, que les valía mierdas si se encontraba bien o no, pero sus amigos... sus malditos y benditos amigos no lo dejarían en paz así como así.
A veces pensaba que si no fuera por ellos, ya no estaría ahí, ya habría huido a un lugar lejano, abandonando a su familia de mierda y dejándolos en paz de una vez por todas.
Su ceño se mantenía fruncido, cuando un pequeño golpe en su frente lo hizo volver a la realidad, Kim TaeHyung y Kim SeokJin se encontraba frente a él, sonrientes. Esos dos eran primos lejanos, mejores amigos suyos de la infancia y sus pilares, su razón de no caer, de no tirar la toalla.
Sonrío más tranquilo y se levantó.
- ¿A dónde iremos? -
Preguntó con mayor tranquilidad, Jin sonrío con ternura y lo abrazó, llenando su adolorido corazón con cariño y dulzura. Solo él lograba ponerlo así, solo ellos dos podían animarlo sin siquiera emitir sonido.
- Pueees, iremos a un bar de por ahí. Lleno de locos pederastas y pedófilos que querrán secuestrarnos. -
Soltó Tae con una sonora carcajada, que contagió a la peculiar risa de Jin y a una risilla algo vacía de parte de Park. Quien asintió y le dio dos palmadas en el hombro, antes de caminar hacia el auto del mayor de los tres.
- ¡En ese caso, vamos a ganar mucho dinero! -
Agregó siguiendo el juego del Kim menor, con voz burlona.
Los tres chicos subieron al vehículo y el castaño amante del rosa arrancó.
JiMin iba sentado atrás, solo y mirando por la ventanilla mientras sus dos amigos le hablaban animadamente y él solo sonreía forzado y asentía.
Un suspiro más salió desde el fondo de su pecho, dejando en evidencia su mal ánimo.Este sería el comienzo de una larga noche...
Hola lectoresss, acá Yemina los saluda.
¿Cómo les va?
Espero que de lo mejor~
Ojalá les haya gustado el capítulo, y sin más preámbulos, nos leemos cuando nos leamos.
O cuando el YoonGi vea a su JiMin en el próximo capítulo. 7u7r
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Save Me. «YoonMin»
FanfictionJiMin no está enfermo. O al menos niega estarlo. YoonGi es depresivo, y lo admite aunque sea sólo en su mente. Ambos jóvenes necesitan ser salvados de sí mismos. Necesitan poder vivir, necesitan ser felices. ¿Y qué mejor que otro enfermo, otro depre...