La noche fue tortuosamente larga para ambos chicos, uno estaba encerrado en contra de su voluntad en un hospital para locos, y él no era uno de esos locos. Solo era un adolescente con problemas y una mala familia. Y el otro, también estaba encerrado en contra de su voluntad, pero la diferencia era que sí podía salir cuando quisiera... Min YoonGi estaba encerrado y siendo asfixiado por su propia cobardía. Por el maldito miedo a ver de nuevo a JiMin y hacerlo sufrir, hundirlo más con él en vez de salvarlo, por que no era una persona que salvaba a otras, el pelinegro solo hacía que los que lo rodearan se sintieran miserables, solos, aislados. Justo como él mismo se sentía. Contagiaba su sufrimiento a los demás, sin razón o explicación alguna, compartía su mierda con todo el que lo tocase, y JiMin lo había tocado... sí que lo había tocado, ese mocoso había rozado su corazón con la yema de los dedos, y si llegaba a tocar por completo el alma desdichada de Min, quedaría pegado en el barro, sin salida alguna.
Los sollozos del pequeño, no tan pequeño rubio se podían escuchar solo con caminar por el pasillo de las habitaciones. Ni los doctores habían logrado tener contacto con él en ese último día, desde la visita del supuesto nuevo chico en rehabilitación, las dos semanas internado se habían esfumado en solo dos segundos, o bueno, siendo exactos, en unas cuantas horas de espera en aquella fría sala de hospital.
YoonGi había avisado, al tercer día de encierro en su cuarto, a SeokJin y TaeHyung del panadero del mocoso. Los dos primos lejanos casi se desmayan de la alegría al leer esos mensajes. A los pocos minutos ya se habían reunido y estaban en camino a la clínica psiquiátrica para poder rescatar, ver, sacar, calmar, amar, cuidar de su mejor amigo.
Al principio, los guardias del lugar no habían dejado ingresar a los familiares Kim, pero luego de mucha insistencia por parte de V, y palabras bastantes profundas sobre la amistad y preocupación por parte de Jin, ingresaron y corrieron a la habitación 82, donde se encontraba llorando y sufriendo, Park JiMin. Al abrir la puerta blanca del cuarto, la sangre de ambos chicos se heló, el cuerpo del chico de ojos sonrientes estaba tirado, inerte en el frío y azul, ahora manchado de rojo, suelo de la pieza.
El grito horrorizado del Kim mayor llamó la atención de los médicos que pasaban por ahí en el momento, llegaron a paso rápido al lugar y en el mismo instante en que sus ojos se fijaron en la lapicera y la sangre que rodeaba el cuerpo del chico, lo socorrieron. O al menos ese fue el intento.Dos horas más tarde, la habitación de la víctima había sido limpiada, y JiMin se encontraba en estado crítico en uno de los cuartos de cuidados intensivos del inmenso hospital.
El diagnóstico del doctor que lo trató fue conciso, doloroso, y sumamente simple: El Joven Park JiMin tuvo una recaída, e intentó quitarse la vida apuñalando su pecho con una lapicera que se le había dado para la tarea de escribir sus pensamientos en una libreta. La cual está siendo analizada en este momento, y contenía ciertos escritos de pensamiento suicida, bastante preocupantes con respecto a la salud mental del paciente. Esperamos que recupere la conciencia en unas horas más, ya que la herida causada por el objeto punzante no logró hacer daños totalmente perjudiciales para su salud. Aunque permanecerá en cuidados intensivos para ver la reacción del individuo al reaccionar.
Y luego de ese discurso, el hombre de bata blanca y cabello marrón había abandonado la habitación de JiMin, dejando a Tae y SeokJin en pleno llanto descontrolado.- Chim...chim... lo sentimos mucho... fue nuestra culpa por no ayudarte e ignorar cuando te veíamos sumamente decaído... -.
Susurró el de sonrisa cuadrada, acercándose a su amigo a paso lento, arrastrando los pies.
- En verdad estamos muy arrepentidos por dejarte, hijo. No nos iremos de tu lado nunca más, ¿sí, cariño? Nos tendrás acá hasta que te recuperes por completo. -
Fueron las palabras tristes y cargadas de arrepentimiento que pronunció Jin, acariciando con mucha delicadeza la ahora pálida y fría mejilla de su niñito, de su JiMinnie.
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Save Me. «YoonMin»
FanficJiMin no está enfermo. O al menos niega estarlo. YoonGi es depresivo, y lo admite aunque sea sólo en su mente. Ambos jóvenes necesitan ser salvados de sí mismos. Necesitan poder vivir, necesitan ser felices. ¿Y qué mejor que otro enfermo, otro depre...