Capítulo 26: Descubrimientos.

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Los primos Kim se mantenían ansiosos esperando fuera de la habitación, tenían miedo de que JiMin cometa otra locura y que YoonGi no sea capaz de controlarlo... aunque ni ellos sabían cómo demonios controlarlo.
Un suspiro sumamente exagerado salió de los labios de Jin.
- TaeTae... tengo miedo, no quiero que nuestro niño se haga daño... -.
Agachó la cabeza desanimado y se dejó caer en una de las sillas, se sentía muy mal por todo eso.
Habían ignorado la situación de JiMin por mucho tiempo, habían dejado pasar sus ataques de pánico o crisis por que pensaban que solo tenía algún que otro problema y no le dieron ni la menor importancia.
Pensaron que hacer olvidar sus problemas estaba bien, que así se sentiría mejor, pero jamás imaginaron que Park, al llegar a su casa, cuando nadie lo veía, se dejaba hundir a cada segundo en su miseria.
La mano de V acarició los castaños cabellos de SeokJin en un intento de reconfortarlo.
- Ya... primo, no tenemos la culpa de que los padres de Chim Chim sean como son, nosotros solo nos dejamos engañar por la máscara que él nos imponía, no nos dejaba ver su verdadero dolor... -.
La libreta que había leído hace solo minutos volvió a su mente, tendría que leer todo lo que había.
- Oiga... Hyung... encontré algo en el cuarto de JiMin. -
Sacó el objeto del gran bolsillo que su saco tenía y se la tendió al mayor.
Lo primero que el amante del rosa leyó lo dejó en shock.

Tantos defectos juntos.
Tantos trastornos y defectos juntos.
Tanta mierda en un solo cuerpo.
Tanta falsedad que se adueña de uno,
tantas sonrisas que encubrían los verdaderos sentimientos.
El abismo de tu frustración,
la soledad de tus pensamientos,
tus propias palabras son tu perdición.
Quien se quiere a si mismo, no se lastima.
Quien desea ser mejor persona, comienza dejando de lado sus malos hábitos.
Repentinos ataques de pánico, de ira.
Toda la frustración se acumula, y tratar de retenerla, solo lastima más.
Liberarse de mala forma, la vía de escape más accesible.
¿Gritar?¿Llorar?¿Golpear almohadas?
¿Y si mejor hago algo más... permanente?
La idea de abandonar este mundo ronda tu cabeza, ya sé, puedo verlo en tus ojos.
Pero no te dejes llevar.
No te dejes caer en el abismo de tu frustración, en la soledad de tus sentimientos.
Verte al espejo te genera repulsión, lo entiendo.
Verte en fotos solo te deprime más, a mi me pasa igual.
Tu voz, tu personalidad, tu forma de reaccionar y hasta las desiciones que tomas, nada te gusta, ¿o no?
Me siento igual, no sos el único.
Dos opciones podes ver claras,
afrontar todo, o seguir escapando de la realidad.
Seguir descargando tu enojo con tu cuerpo, o con los demás.
Dos opciones sencillas y completamente complicadas a la vez.
Vivir, o ahogarse en uno mismo.
Yo decido, dejar a mi cuerpo caer en el abismo, decido dejar que el aire me rodee y nada más duela, nada más exista.

No podía creer lo que leía, jamás imaginó a su pequeño teniendo tales pensamientos... JiMin era tan dulce, divertido, tan energético. Éste era un nuevo JiMin, uno que desconocía completamente.
Dirigió sus asustados ojos a TaeHyung, como pidiendo explicaciones de lo que tenía entre sus manos.
- ¿Cómo puede ser...? Nunca notamos nada, años junto a él y estaba sufriendo, hasta fingiendo. -
Abrió su boca de la sorpresa, se había dado cuenta de la mierda de amigos que fueron. Otro puñal se clavó en su pecho. Otra vez se sintió muy mal.
- ¡Hyung! ¡Jin Hyung! -.
El grito del Alien fue lo último que escuchó el mayor antes de desmayarse en pleno pasillo.

Save Me. «YoonMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora