Capítulo 31: Nuevo, nuevo y extraño.

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- ¡JungKookie, hola! Que sorpresa verte por este lado, pensé que estarías en tu habitación. -

JiMin, quien era notablemente más bajo que ese tal "JungKookie", estaba dando palmadas en la espalda del menor en edad, como si se conocieran de toda la vida. Jin alzó sus perfectas cejas en señal de no comprender quién era ese muchacho, y TaeHyung contuvo su risa cuando la cara de Suga casi se defigura por los celos. Que tipo más posesivo.

- Nop, hoy mi madre me vino a buscar para ir a tomar algo, dijo que me extrañaba. -

Se separaron, y el chico de cabello bordó miró a todos los demás, hizo una reverencia y les sonrió de manera cortés.

- Buenas tardes, soy Jeon JungKook, y tengo 16 años. Un gusto conocerlos. -

Por unos largos tres segundos nadie habló, hasta que JiMin cortó la tensión, o intentó, volviendo a hablar.

- Nos conocimos una tarde en los pasillos... ustedes no habían venido, YoonGi Hyung no había regresado aún y nos hicimos buenos amigos... ¿sabían que Kookie tiene una gran colección de mangas? ¡Es fantástico! -.

Los ojos de V brillaron cuando escuchó las últimas palabras, también se tiró sobre el chico nuevo y lo abrazó con fervor. 

- Eres mi nuevo mejor amigo, chico. Quiero ver esa magnífica colección de mangas. -

- Oye, idiota. Yo soy tu mejor amigo, ¿qué te crees? -.

La mini pelea entre los maknaes era observada con asombro y burla por Kim y Min. Mientras que el pobre Jeon se mantenía algo incómodo pero entretenido entre ese par de locos.
La pequeña presentación del menor pasó rápidamente a segundo plano cuando todos, sí, todos; terminaron en la habitación del pelibordo observando y halagando la gran colección de cómics de anime que el chico poseía.
Era en verdad grande, y la boca de TaeHyung se abrió de manera exagerada cuando la vio. Al instante y susurrando un "Permiso, sí, gracias" tomó el primer librito que encontró y se tiró sobre la alfombra negra del cuarto a leerlo.
JiMin tomó asiento en la cama del más joven, mientras quitaba sus zapatillas y tomaba igual un manga. YoonGi lo siguió desde atrás y solo con un movimiento de cabeza pidió permiso de sentarse en el colchón junto a su rubio amigo.
Jin, por otro lado, se sentó en la silla giratoria que el escritorio de madera tenía y miró curioso a JungKook.

- Oye, niño... ¿Por qué estás en este sitio? -.
Su suave voz rompió el silencio que se había formado, y las manos del nombrado comenzaron a temblar.
Park reaccionó al instante y se separó de Suga para abrazar a su pequeño amigo y calmarlo.

- Jin Hyung, Kookie tiene ansiedad, y gracias a ello ha tenido muchos problemas para socializar. Se pone nervioso frente a los desconocidos, o bueno, cuando alguno le habla directamente a él... pero es un buen chico, pronto aprenderá a perdernos el miedo y seremos todos amigos~. -

Sonrió con ternura al momento de separarse y mirarlo a los ojos fijamente. El Kim mayor solo asintió pensativo y aclaró su garganta.

- Lo siento, creo que fui un poco brusco... bueno, JungKookie, dime... ¿Ya no vas al colegio, cierto? ¿A qué querías estudiar? -.
Se acomodó en la silla y miró hacia donde el cuerpo nervioso del muchacho se encontraba.
Todos los pares de ojos terminaron puestos en él. Y los nervios se aglomeraron completamente en su pecho.
- Bueno... emh... y-yo quería ser profesor de can-canto... pero por mi problema mi madre me trajo a este hospital y ya no pu-puedo seguir estudiando... -.

Su ronca voz ahora sonó algo tímida, pero la sonrisa nostálgica y dolida que adoraba su rostro detonaba tristeza y lo duro que habría sido transitar todo eso para aquel niño.
SeokJin suspiró, se levantó y con la sonrisa más amable y honesta que pudo dar en ese momento, abrió sus brazos para el nuevo integrante del grupo.

- Si que nos agrandamos, eh... antes solo éramos los raros primos Kim y yo. -
Soltó Jim con tono burlezco y se sentó nuevamente junto a su Hyung favorito, apoyó la rubia cabellera en el hombro del mayor y retomó su lectura.
TaeTae se había mantenido absorto de la conversación, al igual que YoonGi, ninguno de los dos era bueno con las palabras... y no querían poner más tensa la situación.
JungKook, al verse atrapado entre un abrazo y la escasez de espacio de su cuarto, echó una rápida mirada a su único amigo conocido ahí y luego dejó escapar el aire retenido en sus pulmones.
Aceptó el abrazo del mayor, dudando, temiendo y sintiéndose ansioso. Pero aceptó, de alguna forma, el ser incluido en ese grupo de personas como un amigo más.
Como otro de sus iguales, otra fracción de la gran torta.
Y de esa manera, la noche voló para esos cinco chicos, de a poco Kookie se sentía más cómodo y aceptado por esos extraños y curiosos chicos.
Poco a poco, sentía que tal vez, solo tal vez, al fin podría hacer amigos.

Save Me. «YoonMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora