Los doctores fueron llamados por el Kim menor, y SeokJin ya estaba en la habitación junto a la de JiMin, con suero y tranquilizantes. Su pequeño primo se mantenía junto a él, mientras que el rubio y el pelinegro ya estaban informados y se encontraban saliendo del cuarto para visitar al más grande de los cuatro.
- Todo es mi culpa... por mí Jin Hyung se puso nervioso y se descompenso. -
La mirada perdida y triste del rubio estaba fija en su amigo sobre la cama. El nudo en su garganta amenazaba con ahogarlo.
- No, Chim Chim, no te pongas así. Sabes que mi primo es dramático, por algo es PinkJin Reina del Drama. -Los brazos de Tae rodearon el nuevamente tembloroso cuerpo de su mayor y lo apretaron con fuerza.
- Mi primo se pondrá mejor, ya lo conoces. Solo un desmayo... ahora, el que debe mejorarse es el rubito que tengo entre mis brazos, eh. -
Dejó escapar una suave risa, a la que se unió JiMin medio segundo después.
- Sí, Alien, me voy a poner super bien, solo por que mi mejor amigo me lo dice. -
Respondió con burla, separándose un poco de él y dándole un leve golpe en la frente, de manera amistosa. Los celos surgieron en el interior de YoonGi al ver esa escena, y para evitar meterse y arruinar todo lo medianamente bueno que había pasado ese día, se acercó a Jin y suspiró frustrado por todo el estrés que cargaba sobre sus hombros. De pronto, un idea que podría ser buena surcó su mente. Se giró con rapidez, para encontrarse con V y con Park aún abrazados y hablando en susurros, chasqueó la lengua para hacerse notar.
- Oigan, ¿puedo llamar a mis amigos? Seguro que a NamJoon le va a gustar saber cómo se encuentra su princesa, y a HoSeok... bueno, va a estar feliz de ver a ese chico. -
Señaló con algo de recelo a TaeHyung, quien simplemente sonrió y le susurró su nombre mientras se separaba de JiMin, había olido los celos del pelinegro desde que se acurrucó con su mejor amigo hace ya varios minutos.
- Llámalos, será lindo tener más gente con nosotros. -
Fue lo único que dijo a continuación, y caminó hasta la silla junto a la cama del Kim mayor.
Suga sacó su celular del bolsillo, salió del cuarto y marcó el número de J-Hope. Dos tonos después, la alegre y preocupada voz de su amigo sonó.
- Ey, hombre. ¿Cómo te ha ido? ¿Allá está todo bien? -.
Dejó que termine de hablar, suspiró como por enésima vez en lo que iba del día y decidió hablar.
- ¿Podrías venir al hospital del que te hablé con RapMon? Los primos de JiMin están con él y creo que es buena idea que todos estemos juntos, no es un momento fácil... cuando llegues te cuento todo, ¿sí? -.
Su ronca voz sonaba suplicante y cansada, HoSeok no pudo negarse. Cruzaron un par de palabras más y la llamada finalizó, con la misma rapidez con la que se inició. Volvió a la habitación y se apoyó en la pared junto a la puerta, mirando a todos los presentes y pensando cómo había llegado hasta ahí, y si sería capaz de salir cuando fuera necesario.
Los ojitos rasgados de Park lo sacaron de su ensoñación, se le notaba ansioso y frotaba su muñeca lastimada con algo de brusquedad, Min se alarmó y lo tomó del brazo para detenerlo.
- Ya hablamos de esto, JiMinnie, no lo hagas... está mal. Yo estoy ahora, ven conmigo, no te dejes llevar por el miedo. -
Un susurro indefendible escapó de esos carnosos y rosados labios mientras el cuerpo del rubio se acurrucaba en el pecho del pelinegro.
- Lo siento... tengo miedo, no sé si todo saldrá bien, y si yo salgo algún día de este lugar, no tengo dónde ir... mis padres no me recibirán nuevamente. Tengo miedo, Hyung... mucho miedo... -
Las palabras salían atropelladas y sin ánimos, como si doliera una barbaridad pronunciarlas.
Y YoonGi lo entendió, por que él también se sentía así. Él también tenía miedo de que todo haya cambiado y que sea para peor, Min también sentía ese sentimiento de soledad y aislamiento cuando miraba lo que lo rodeaba, a su familia, a sus amigos. Min Yoon Gi comprendía el dolor de Park JiMin.
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Save Me. «YoonMin»
FanfictionJiMin no está enfermo. O al menos niega estarlo. YoonGi es depresivo, y lo admite aunque sea sólo en su mente. Ambos jóvenes necesitan ser salvados de sí mismos. Necesitan poder vivir, necesitan ser felices. ¿Y qué mejor que otro enfermo, otro depre...