Save Me. «YoonMin»

La libreta de Park JiMin. Pt1.

Aclaración: Esta escena transcurre en tiempo pasado, cuando recién JiMin había sido internado. Estos capítulos son "extras" y no influyen de forma directa con la historia en sí. Ahora, sin más que aclarar, sigan con su lectura.
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El pequeño rubio se sentía afligido, aislado y hasta abandonado.
No entendía cómo sus padres tenían tan poco corazón para dejar en un sitio como ese a su único hijo. Donde su única amiga era una libreta vieja con hojas teñidas de un suave amarillo y una lapicera azul.
El aroma de ese pequeño libro carente aún de letras llenaba su pecho con un sentimiento de comodidad indescriptible. Nunca antes había notado lo mucho que adoraba sentir el tacto del papel contra la yema de sus dedos, y el ver como la tinta azul escribía sobre dicha hoja le parecía magnifico. Simplemente hermoso. Un calmante.
En ese espacio podía dejar salir las verdaderas palabras, lo que de verdad quería decir. Todo eso que deseaba gritar, pero que no tenía suficiente fuerza ni voz para hacerlo.

Luego de unos días y muchas sesiones de escritura, una de las primeras páginas ya había sido ocupada por muchas palabras. Muchas letras y sílabas que expresaban, de una forma un tanto directa y metafórica, lo que Park JiMin sentía.

Vacío, se siente un abrumador y horripilante vacío al mirar atrás, a tu alrededor y a todo lo que te rodea en general.
Vacío por no poder hablarlo con nadie. Vacío por no saber qué decir exactamente. Vacío por tener unas inmensas ganas de llorar, y destrozar todo, pero no tener la fuerza y la paciencia de hacerlo.
Es un vacío frío, pero cálido a la vez, que te abraza con fuerza; con la pura intención de asfixiarte en él.
Es un vacío que lastima, te hace notar todo lo que está pasando y te destruye la burbuja de fantasías.
Es ese vacío que no te deja dormir, y que a la vez te invita a hacerlo todo el tiempo. Ese que te ruega que te dejes llevar por el mal camino, ese vacío que te obliga a tomar malas decisiones.
Y es ese que también te invita a dañarte, de la única forma en la que sabes hacerlo, de la forma en la que más duele hacerlo.
Es un vacío tenebroso, oscuro y luminoso. Está lleno de lágrimas, dolor físico, dolor mental, ansiedad, exageración e indignación.
Y solamente se siente un gran vacío, dentro del pecho, en el cuerpo entero; como si algo más que tus buenos pensamientos abandonaran tu corazón, algo más que tus buenos deseos.
Es un inmenso vacío, que te transforma y deja salir tu parte más repugnante, esa faceta que tanto intentas ocultar con sonrisas y palabras falsas.
Es simplemente un vacío, frío y aislado, que te atrapa cada vez más, impidiendo que salgas de él. Impidiendo que seas feliz.
Vacío, se siente totalmente vacío el saber que nadie espera tu mensaje, que nadie se preocupa por si llegaste bien a casa o por si dormiste tranquilo. Y es ese mismo vacío, el que te hace no verlos, y encerrarte en tu miseria, sin dar al menos una oportunidad de que conozcan todas tus asquerosas y verdaderas facetas.
Solo es vacío, carente de algún sentimiento.
Mi corazón solo se siente vacío, mi alma solo se siente vacía.
Mi cuerpo solo está vacío.

Y justo cuando el muchacho de ojos media luna estaba re-leyendo su intento de poema, sus mejores amigos llegaron al hospital.
Sacándolo de sus ensoñaciones y atrayendo el cuerpo y mente de JiMin nuevamente al mundo real.
Y de esa forma, otra tarde de La Libreta de Park JiMin había acabado de la forma más común y cotidiana posible.

Buenas nuevas, lectores... Lamento la demora, estoy complicada con el colegio, muchas tareas, pruebas... una mierda, la verdad. Espero les guste esta idea, voy a tratar de actualizar el capítulo 32 pronto. Besos y abrazos, Yemina.