Capítulo 14: La vida sigue.

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Suga seguía junto a sus dos mejores amigos, pero ya no estaban en ese bar de mala muerte, ahora se encontraban en la casa del mayor en edad.
Habían salido del lugar pocos minutos después de que JiMin y hasta los primos Kim se hayan ido, ya no tenían razones de permanecer allí si sus principales objetivos se habían marchado sin más.
Estaban en silencio, sentados en los sillones negros del living, pensando y tratando de procesar lo que habían vivido ese día.
- ¿JiMin se corta...? No, no puedo creer algo así. Y la otra noche lo vi tan radiante... tan alegre gritándole a TaeTae... -
Rompió el hielo HoSeok, mordiendo su pulgar en un acto de nerviosismo y mirando fijamente el suelo. Se negaba a aceptar que alguien que le resultó tan divertido, haga algo como eso.
YoonGi no respondió, dudo que siquiera haya escuchado el comentario de su amigo. Sus ojos oscuros se mantenían en sus pies, tratando de razonar. ¿Estaba bien alegrarse por saber que no era el único sufriendo así? ¿Estaba mal sentirse bien al saber que JiMin, siendo tan... JiMin podía cometer tales errores? ¿Podía pensar que, si se mantenía cerca de ese chiquillo rubio podría salir de su mierda y sacar a Park de la que vivía?
Se negaba a sonreír, sería un acto muy descarado de su parte. Pero la felicidad era similar a la preocupación que sentía.
Se levantó de golpe y corrió a su habitación por su celular, lo había dejado en casa para que nada ni nadie interrumpiera su momento con el mocoso.
- ¡Oye, Suga! ¿A dónde vas? -.
Le había gritado NamJoon cuando lo vieron subir velozmente los escalones de madera y desaparecer en los pasillos de la casa. Pero él no respondió, solo siguió su camino, y cuando los dedos temblorosos tomaron el aparato se sintió muy pequeño. Totalmente solo y pequeño en un mundo de gigantes.
Buscó rápidamente el contacto que tanto ansiaba leer y le mandó un mensaje.

Park JiMin <3

¿Hola, mocoso?
¿Está todo bien? ¿Por qué te fuiste así?
¿Tus amigos están contigo?
Estoy preocupado.

Suspiró pesado al ver que los mensajes nisiquiera le llegaban, el miedo comenzaba a superar la felicidad que su corazón había sentido minutos atrás.
Volvió a bajar con sus dos amigos, que seguían en las mismas posiciones, mirando la nada "y pensando en todo".
- Fui por mi teléfono para enviarle un mensaje... pero ni salen las dos rayitas de recibido... -.
Dejó caer su delgado cuerpo en el sillón, mirando uno a uno a Jung y Kim, esperando una respuesta.
- Dios, sigo sin creerlo. ¿No notaste nada raro en él, YoonGi? Tuviste más relación... -
Exclamó RapMonster, mirando con las cejas levemente fruncidas a su amigo.
- No, maldición... no miré sus muñecas, estaba tan lleno de vida, a pesar de no hablerle hablado demasiado... que jamás pensé en algo como eso. -
Fue lo que respondió, antes de que el silencio inundara nuevamente el lugar.
A la hora y media, los invitados se fueron a sus respectivas casas, algo angustiados por ese chico y por su amigo malhumorado.
Las horas pasaron, sin tener noticias de ese chico o de sus dos amigos.
Las horas siguieron pasando, junto con ellas los días, y como los días, también pasaron dos semanas enteras sin tener algún indicio de que esos tres estén al menos vivos...
Su humor había vuelto a decaer, y los gritos de su madre no ayudaban a aligerar el intenso dolor que sentía al recordar a JiMin.
Luego de la primera semana, la Señora Min había vuelto a insistir con que vaya al famoso Hospital. Y el Min menor, como no tenía ánimos ni de insultar a su mamá, aceptó. Al otro día debería estar a las 08:00 a.m. dentro del lugar, junto con los demás enfermos. O como el les decía, las demás víctimas.

Save Me. «YoonMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora