Capítulo 12: Descubierto.

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Cuando el menor estaba por aceptar la invitación de YoonGi, su teléfono sonó, asustandolo y sorprendiendolo.
Sacó el aparato de su bolsillo y leyó "Mamá", tragó duro y susurrando un: Disculpa Hyung, tengo que atender. Se alejó del chico, saliendo completamente del bar para escuchar mejor.
- ¿Omma? ¿Sucedió algo?. -

- ¡Park JiMin vas a venir a casa en este preciso momento, maldito crío!. -

Los ojos del menor se abrieron aún más sorprendido, y luego fruncio el ceño, su madre nunca le hablaba así, solo cuando se enojaba con su papá y se la daba con él. ¿Qué demonios?

- ¿Qué pasó? ¿Papá está bien? No entiendo nada, Ma'... -
Su respiración se volvió agitada, ahora tenía pánico. Estaba tan ensimismado en su terror que no se dio cuenta de que cierto pelinegro llamado Min YoonGi estaba detrás suyo, oyendo todo.

- ¿Cómo que qué pasó, imbécil? Estoy en tu habitación, entré a dejarte la ropa limpia y adivina con qué me encontré. ¡Una maldita navaja llena de sangre y manchas en el suelo! ¿Me puedes explicar eso, niño? ¡No, sabes qué, no digas nada, ven ya mismo!. -

Esas si eran muchas palabras y gritos juntos, los ojos de JiMin se aguaron casi al instante, y un débil susurro salió de sus gruesos labios. Guardó nuevamente el celular cuando su madre le cortó y apretó con una mano la muñeca que aún tenía suaves y casi invisibles marcas de cortes, un sollozo ahogado escapó de él y negó con fuerza, alejando todo el dolor. Se le venía la parte dura, llegar a su casa y soportar los gritos e insultos.
Sin mirar atrás, salió casi corriendo en dirección a su casa, dejando a un YoonGi en shock en la puerta del bar... en verdad, nunca imaginó que algo así le pueda pasar a tan deslumbrante persona, que te encantaba solo con verla una vez. Su corazón se apretó al pensar que... ambos estaban, de alguna u otra forma, enfermos.
Después de 25 minutos corriendo, JiMin llegó a su casa totalmente agitado y nervioso, con miedo, aterrado. Abrió la puerta de entrada, que se encontraba sin llave como su familia acostumbraba a hacer cuando había alguien en casa y pasó, con su cuerpo entero temblando.
El silencio reinaba en esa casa, dándole un aspecto más aterrador del que ya tenía. Suspiró de forma pesada y se dedicó totalmente a subir las escaleras sin desfallecer en el intento.
Pudo divisar a su madre, entrando y saliendo de su cuarto con la navaja y la ropa llena de sangre en la mano, su ceño estaba fruncido, y suaves gruñidos salían de sus labios.
Un escalofrío recorrió la espalda del rubio y carraspeo para hacerse notar. Cuando la mirada afilada de su mamá se posó sobre él, podía jurar que se desmayaria, el miedo volvió a apoderarse de su cuerpo.
- Ho...hola, mamá... -
Susurró mirándola desde el final de las escaleras, dio otro paso en dirección al pasillo donde la mujer que le dio la vida se encontraba y una lágrima casi se escapa, pero logró contenerla, al igual que lo hacía con todo su dolor y sufrimiento.
- Park JiMin, comienza a explicar todo esto. -
Esa dulce voz sonó tan fría que las gotas saladas que JiMin contenía, salieron sin su consentimiento, mojando completamente su rostro y nublando su vista. La peor parte se aproximaba y él lo sabía muy bien.

Save Me. «YoonMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora