Min, Jung y Kim ya estaban en la puerta de aquel bar de mala muerte, en martes a la noche, esperando que el más bajo de los tres se digne a poner un pie dentro de ese lugar de una vez.
- Suga, no tenemos toda la noche. -
Casi gruñó RapMonster, con una mueca torcida en sus labios.
- Eh... ha, sí sí. Vamos, ya entremos mejor. -
Salió de su ensoñación gracias a su amigo y dando el primer paso de lo que sería una agradable noche, entró al bar. Su vista viajó a gran velocidad por todo el establecimiento, buscando la cabellera rubia que tanto ansiaba ver. Pero sus ojos no lograban encontrarlo, y un gritito para nada masculino de parte de HoSeok lo descoloco, su cuello giró a verlo, notando como el chico agitaba su mano lleno de felicidad y miraba hacia el frente.
- ¡TaeTaaaeee! ¡Holaaaaaaa! -
Gritó antes de salir corriendo entre las personas y abrazar al nombrado, girando ambos como en las películas románticas.
En ese mismo instante, sintió como algo o alguien se colgaba de su cuello, estaba por mandarlo a la mierda cuando notó que un cuerpecito fornido y de cabello rubio se apretaba contra su propio pecho. Sonrió inconscientemente y apreso la cintura ajena entre sus brazos.
- Hola, JiMin. ¿Cómo has estado? -.
Susurró, ocultando su rostro en el cuello del menor, a la vez que este soltaba una risita y alzaba la vista para que ambos pares de ojos se unan.
- Buenas, YoonGi Hyung. Estoy muy bien, ¿y usted? -.
Su sonrisa deslumbró completamente al pelinegro, quien no pudo evitar sonreír más ampliamente y ajustar más el agarre de sus brazos.
Aunque para otros era raro que dos chicos, prácticamente desconocidos se abracen al segundo día de verse, para ellos no era extraño, ambos sentían una conexión casi inexplicable, como si estuvieran atados por algún tipo de hilo, y no haya necesidad de sentirse incómodo entre ellos.
- Pues, estoy mucho mejor ahora que te veo, mocoso. -
Soltó con una pizca de burla, sin borrar su sonrisa y separándose del menor para ir de una vez con sus amigos, y los amigos de JiMin.
- Ooww, me dijo mocoso ¡Que agresivo, Hyung! -.
Otra risita algo aguda salió desde su garganta, encantando a YoonGi.
- Acostumbrate a ese apodo, mocoso. Te diré así todo el tiempo. -
Agregó mirándolo de reojo, y sintiendo como su pecho se llenaba de calidez, ese chico en serio le hacía sentir raro.
Al llegar con los otros cuatro chicos, JiMin saludó a los amigos de Min haciendo una reverencia y pronunciado su nombre. Recibió dos sonrisas, una amplia y amigable y otra acompañada de dos hoyuelos bastante atractivos.
Suga también se presentó, pero sólo con un movimiento de cabeza y en un suave y ronco susurro, su nombre. Éste recibió un apretón de manos eufórico de parte de TaeHyung y una sonrisa cálida de parte de Jin.
Y de esa forma, esos seis chicos comenzaron a charlar, haciendo bromas, conociéndose mejor y pasándose sus números entre ellos, con la promesa de crear un grupo donde estén todos para arreglar otras salidas.
Luego de un rato, Jin y Nam se fueron a la pista, a "bailar" o al menos moverse sin coordinación o sentido alguno.
Jung y Kim se alejaron también, riendo y burlándose de lo mal que bailaban todos, ellos dos iban por unos tragos. ¡Competencia de quién bebe más! Había gritado el alien.
JiMin jugaba con sus dedos algo, muy, demasiado, ansioso. Y el pelinegro se dedicaba a mirar atentamente sus facciones, llenándose de ternura por cada mueca infantil que hacia el rubio junto a él.
- Oye, JiMin, ¿bailamos? -.
Dijo de la nada el mayor, rompiendo el silencio.
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Save Me. «YoonMin»
FanfictionJiMin no está enfermo. O al menos niega estarlo. YoonGi es depresivo, y lo admite aunque sea sólo en su mente. Ambos jóvenes necesitan ser salvados de sí mismos. Necesitan poder vivir, necesitan ser felices. ¿Y qué mejor que otro enfermo, otro depre...