En el reflejo de mis ojos

Capítulo 2.

~"La Vida Es La Gran Carrera Que Terminaré Cuando Ya No Tenga Que Entregarle Nada Más Al Mundo."~

Llegamos al pequeño pueblo, las miradas curiosas de los habitantes no tardaron en llegar, puesto qué el pueblo no era de una gran extensión y todos sus vecinos se conocían.

Esta es una nueva aventura para mí y para mi madre, siempre habíamos querido cambiar de aires y ahora esta es nuestra nueva oportunidad, una nueva oportunidad para empezar una vida nueva en la que ya no haya chicos y chicas que se burlen de mí, con nuevos amigos y a lo mejor y con suerte vecinos agradables.

No podía disimular la gran sonrisa que se dibujaba en mi rostro como tampoco podía disimular la suya mi madre al verme a través del retrovisor del coche, estaba más que claro que esto le hacía mucha ilusión bueno tanto a ella como a mí.
La pequeña casa se localizaba a las afueras del pueblo, cerca de unas agradables tiendecitas que de seguro estaban atendidas por amables viejecitas.
Después de no menos de 5 minutos de trayecto a través del pueblo por fin pude ver el aspecto de mi nueva casa, era muy bonita o al menos eso me lo parecía a mí. Parecía hecha de unos grandes troncos, y a juzgar por el tejado seguramente habría una gran chimenea en medio de un salón, era de un color azulado que hacía destacar la casa sobre todas las demás del pequeño barrio. Poseía tres habitaciones, dos cuartos de baño, un gran salón y una cocina, también tenía un considerable jardín, ya me podía imaginar a mí misma corriendo y jugando con un perro.
Pero no fue ni la casa ni el pueblo lo que realmente me ilusionó sobre mudarme a este pequeño pueblo, sino la cantidad de vida salvaje que había alrededor de nosotros, puesto que para mí la naturaleza siempre ha sido una inspiración para crear mis dibujos y además, tenía entendido que a las afueras del pueblo había varios ranchos con Mustang de pura raza, cosa que era un punto a mí favor ya que los caballos son mis animales favoritos.

— Hemos llegado, nuestro nuevo hogar— dice mi madre saliendo del asiento del conductor— Mira cariño, respira hondo esto sí que es aire puro, bien voy a abrir la puerta y empezaremos a meter paquetes.

— Yo te espero aquí casi que mejor.

Se dirige con paso firme a la puerta, y entra perdiendola totalmente de vista. Me quedo quieta observando cada detalle de aquel lugar que desde ahora iba a convertirse en las vistas de todos los días, pero un  grito corta todo pensamiento lógico. «¿Pero qué narices?».

—¡AAHHH! ¡UN GANSO, UN GANSO!— mi madre grita mientras que detrás lleva picoteando su trasero un enorme ganso.

Me empecé a reír como nunca lo he echo antes, era como ver la escena de una película cómica.

— Veo que Chuck ya está conociendo a las nuevas inquilinas— salta una voz ronca detrás mía.

Hola de nuevo devoradores de libros, aquí os traigo el segundo capítulo, espero que vaya gustando la historia. Prometo que los próximos serán más largos y con más acción👏👏.
Me gustaría ir sabiendo vuestras opiniones según vaya subiendo capítulos, y si esto tiene éxito cada mes que dure la historia haré un pequeño maratón de episodios.
Como siempre ayudaría un voto.
Un besazo y hasta la próxima.😘😘