Capítulo 17

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~"Y Cuando Menos Nos Lo Esperamos, Las Cosas Vuelven A Su Lugar."~

Llego a casa realmente agotada, había sido un día de lo más variado, pero en el sentido bueno de la frase. Me siento realmente bien aquí, al fin aunque habiendo tenido que esperar tanto tiempo, por fin había encontrado mi lugar, sin situaciones tan complicadas como las anteriores, y si tengo alguna es de fácil solución, espero que eso siga siendo así, sabiendo más aún que en menos de tres días me tocaba el último año de instituto.

Después de relajarme todo lo necesario con una larga ducha, me pongo el pijama y dando un vistazo rápido a la pantalla del móvil por si alguien me reclamaba, me senté en la silla de mi escritorio con la intención de hacer lo que todos los viernes desde hace tres años realizaba, sin que se me pasase ni una.

Abro el viejo diario de mi padre, cada viernes leía una vivencia de él, me seguí enseñando aún estando muerto, este viejo libro me ha ayudado a superarme cada día, a ver buenas reflexiones sobre temas que ha simple vita no parecen interesantes, y menos un buen tema de conversación. Pero así es mi padre, siempre fijándose en lo que los demás dejaban pasar por alto. También había encontrado unas semanas atrás de empezar a leerlo, cartas, cartas dirigidas a mí, hablándome y aconsejándome de cada problema o situación que pudiera ir surgiendo a lo largo de mi vida.

Desde ahí, desde que descubrí las cartas decidí hacer lo mismo, pero de un modo diferente. Cada semana escribiría una carta, con las cosas que me habían pasado a lo largo de la semana, y cada diecisiete de todos los meses iría a su tumba y las quemaría, para que de una manero u otra pudiera leerlas, ya sé que es una idiotez pero ayuda bastante. 

Cojo papel y un bolígrafo, y empiezo a escribir.

Querido Papá:

Hoy vengo a contarte algo totalmente diferente, a lo que normalmente te suelo escribir.

Las cosas parecen ir de nuevo bien, después de tanto tiempo estando mal, ya sabes, supongo que también necesitábamos un respiro. Nos hemos mudado a una pequeña localidad de Texas, hace mucho calor eso no te lo discuto, pero es genial, he tenido mis dificultades pero parece que por fin he encontrado el sitio al que realmente pertenezco, en el cuál estoy motivada, y realmente hay gente muy especial en Paint Rock. He conocido a Jef, un hombre muy majo que tiene un agradable rancho a las afueras del pueblo, gracias a él ahora trato con una familia de los más amigable, y no lo digo por que les gusten las barbacoas, ni tengan el mismo gusto  que nosotros, si no por que son más bien caballos. 

Tienen tantos problemas como yo en el pasado, y quiero ayudarles en todo lo posible. También he conocido a un grupo de cuatro increíles chicos; John, Fred, Sam y Scott. Sigue cuidándonos desde donde quieras que estés ahora.

Te quiere tu hija.

        Noah

Pd: no te preocupes por mamá, ha encontrado trabajo en una pastelería cercana a donde vivimos, realmente se la ve feliz.

Termino justo cuando la pantalla del móvil se enciende, abro el chat con el número desconocido.

(Chat)

-Hola muñeca, ¿me echabas de menos?

-¿Scott?

-Pues claro, ¿quién te esperabas?

-Jajajaja, no lo sé, simplemente me ha sorprendido.

-Pues vete acostumbrando, por que pienso escribirte todos los días.

-¿No tienes suficiente con verme en el rancho rubiales?😝

-La verdad es que no.😏

-😳😳

-😉😉

-Mañana hablamos muñeca, sueña con los ángeles.

-Igualmente Scott.

(Fin del chat.)

Y con una sonrisa tonta en los labios y dejando el móvil en la mesa, dejo que el sueño me venza. 

En el reflejo de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora